Y que no se cumple. Por eso la reclaman. Y son unas cuantas (miles) más que las que reclaman educación en castellano en Catalunya. Pero supongo que no será tan importante, digo yo.
Sí, la educación está hecha unos zorros, y la sanidad ni te cuento.
Yo no tengo hijos en edad escolar (ni en ninguna otra) y tampoco sigo demasiado la política local, que me resulta soporífera.
Si te interesa el tema de la educación en la CV pregúntale a Origami que creo que ejerce como maestro aquí y parece que no es un tipo demasiado ideologizado (también tenemos al sector del profesorado nacionalista o pancatalanista al que se le cae la baba con el modelo catalán, no creas).
#2942 O sea, que te parece un escándalo que X familias reclamen enseñanza en valenciano en la CV y no la consigan (a pesar de tener su derecho reconocido), pero te parece fenomenal que X familias no tengan derecho siquiera a reclamar enseñanza en español en Cataluña para sus hijos.
Vale.
Ah, que hay fúrgol. Pos a demà.
#2944
No, lo que me parece es hipócrita que sólo se conozca y publicite la "titánica" lucha de un puñado de familias, obligando a cambiar un sistema educativo que funciona tanto para catalán como para castellano, a tenor de informes Pisa y derivados, y no se diga ni pío de una situación en la C.V. que está llevando al siguiente gráfico
Imagen no disponible
#2946
En algunos casos ha sido duro; pero, ya lo he dicho, son las ocasiones que los que no quieren en absoluto cambios (los inmovilistas) aprovechan; sí esa lucha titánica se ha exagerado; pero también se ha exagerado el catalanismo.
Por eso, esta nueva plataforma cívica, de no querer dejar de ser catalanes (ni catalanistas), a costa de dejar de ser españoles, me es tan simpática.
La vía inteligente es recuperar la normalidad.
No he estudiado el tema de los guanches, se muy poco, seguro que si buscas fuentes serias (pdf de congresos de arqueología e historia medieval) serán datos más fiables.
Pero empezando por el catalanismo (o por donde quieras empezar, te dejo la elección). De la normalidad se ha pasado a lo anómalo y crispado.