#9891
Buenas fuentes y no tanto buenismo destructor.
#9893
Sí, da pistas y ya me veo a ti y a mí cazados por el detector de perdedores de tiempo de Google.
Otro texto de Luís Roca Jusmet, con contenidos simulares al que pegué ayer:
La tendencia patológica de la democracia formal es caer en el nacionalismo. Funciona como su resto, es su patología espontánea. Justamente porque los Estados se intentaron justificar desde su fundación por este sentimiento nacional.. Nos permite así una identificación, pero a riesgo de caer en su contrario, que es el totalitarismo. La nación remite al pueblo y la democracia liberal formal al ciudadano. ¿ Cómo solucionar el problema ? Žižek nos sugiere que volvamos a Freud, que es un ilustrado, un defensor de la racionalidad, en contra de lo que plantean algunos tópicos. "La voz de la razón habla bajo", decía Freud, "pero hay que escucharla". Hay que mantener este sujeto vacio de derechos y deberes, este ciudadano no patológico, no dominado por sus pulsiones. Nos resistimos a la universalización porque somos seres vivos, pasionales, deseantes.
Quizás el único camino, dificil, sea resistirnos a las identificaciones únicas, las que nos dan la religión o el nacionalismo, como advertía Amartya Sen. Resistiéndonos a las identificaciones únicas, que son particulares, de identificación con el grupo podemos dar pie a las identificaciones singulares. Como plantea Rorty, a partir de Foucault, el ser capaces de hacer de nuestra vida una creación personal. A partir de muchas identificaciones, no una sola. La defensa de la universalidad de los derechos pasa así por la defensa de la singularidad, no de la particularidad del grupo. Que nuestra patología, es decir que nuestras pasiones lo sean de nuestra singularidad y no de grupo.
Freud ya veía en el nacionalismo un "narcisismo de las pequeñas diferencias" que podía ser devastador. Seguro que es mejor un narcisismo de las pequeñas diferencias individuales que coexista con la universalidad de la razón ciudadana.
Hay también otro texto interesante ( que aparece en el libro El acaso de las fantasías ) que se llama "Disfruta de tu país como de tí mismo" en el que Žižek analiza el nacionalismo a partir del goce. El goce de la identificación Es una materialización del goce entendido como placer-tensión y no la identificación simbólica la que genera la pasón nacionalista. la Cosa nacional existe en la medida en que se cree en ella, que quiere decir también creer lo que otros creen. Hay una identificación con un modo de gozar y la xenofobia es el rechazo al modo de gozar del otro. Los mitos son el soporte simbólico-imaginario de esta dientificación con el goce. El nacionalismo es la absolutización particular que se resiste a la universalización. Siempre "nosotros" contra "ellos".
Y dale con el nacionalismo...
#9896 Tú no eres nacionalista, así que no te des por aludido.
Que yo sepa, aquí cada uno habla libremente de cualquier tema, y también es libre de predicar en el desierto, no tiene que marcharse porque a alguien no le guste lo que dice. Yo no soy independentista y me da igual que me digan que me marche de Catalunya. Si todos los no independentistas tuvieran que marcharse de Catalunya, os quedaríais cuatro gatos.