Buenas,
Básicamente la razón suele ser una y es muy sencilla: el control del sonido "debe" tenerlo el técnico de la mesa, nadie más; sobretodo si desde la mesa de FOH (la de "fuera") también se hacen monitores y, todavía peor, si el equipo es "justo", ya no digo cutre.
A partir de aquí empieza el "problema". El técnico ajustará el micro de voz para que suene bien e inteligible, pero cuando se le añade el efecto (sea el que sea) por parte del cantante todos esos ajustes se van al traste. Hablo en general, de momento. Por ejemplo, el ajuste de reverb o la cantidad de voces en el chorus puede convertir una voz inteligible (es decir, que se entiende) en una monstruosidad sonora (y en ese caso, como siempre, la culpa es del puto técnico). El cantante "exigirá" unos valores que, normalmente, no son los correctos para esa sala/equipo/situación. Hablo pensando en un técnico de sonido responsable, bueno y que sabe de lo que habla y hace.
Asimismo, el sonido que se envía a monitores se modificará igualmente, y si tenemos en cuenta que el cantante/voz es uno de los elementos más complicados y delicados de la mezcla de monitores, el añadirle un chorus, flanger, vocoder, reverb, etc., hace mucho más propenso el acople o, en su defecto, que el cantante se queje porque no se oye.
Lo mismo ocurre con las guitarras eléctricas, en músicos que añaden "a su bola" reverbs, delays y otros efectos sin tener en cuenta la mezcla, pero con la suerte que las guitarras eléctricas no son el elemento más "jodido" en la monitorización y/o mezcla final en FOH (en este caso puedes permitirte el lujo de bajar el volumen de la guitarra... pero no puedes hacer lo mismo con una voz).
Lo más fácil, entonces, es renunciar a este "problema". Pero, ¿se puede solventar de otra manera?
Evidentemente, la mejor solución es añadir a la banda un productor técnico o un técnico de sonido. Esta persona es la que "generará" el sonido de la banda en mezcla y utilizará los efectos correspondientes desde la mesa según los deseos de la banda. Sabrá ajustarlos en función del equipo/sala/acústica, y lo ejecutará en el momento preciso de la actuación. Esto supone un coste añadido al gasto de la banda: pagar un técnico de sonido; pero (cómo no, siendo yo técnico de sonido) es la mejor solución.
¿Una intermedia? Claro que existe: convertir la señal del micrófono/voz en dos señales. Hay algunos pedales que incluyen dos salidas de señal: la limpia (con la señal de micro tal cual) y la 'sucia' con los efectos deseados. Serán 2 canales de voz, y así el técnico podrá mezclar ambas señales o utilizar la deseada en función de lo que le llegue del escenario. Asimismo, podrá ajustar bien la mezcla de ambos según las características del equipo, sala, acústica y no tendrá excusa. Bueno, deberá estar atento y deberéis buscar un "código de prácticas" que funcione. Esto añade tiempo a las pruebas, porque el técnico debería re-ajustar el pedal en función de los deseos "artísticos" de la voz procesada. A su vez, mantienes seguro el nivel de monitores: puedes seguir enviando una voz clara y nítida a monitores, quizá incluso con una mezcla de la voz procesada y mantenerlo bajo control, sin acoples. A malas, el artista cantante sabrá perfectamente qué proyecta, aunque sea sin la adición de los efectos (aunque en este tipo de procesados lo suyo es que el cantante tenga referencia absoluta de la señal procesada, puesto que si es buen cantante sabrá aprovechar sus efectos naturales con los del procesado, jugar a tiempo real con ellos).
Si el pedal no tiene doble salida (sólo una entrada y una salida) empiezan las chapuzas: se puede utilizar una Y (divisor pasivo de señal) para conseguir el mismo "path" (camino de señales) que antes: 1 señal limpia y otra sólo de efectos (o incluso suma de efectos y limpia), diciéndole al técnico que cuando haya señal en el canal procesado de la voz, mutee o baje el nivel de la voz sin procesado... También se puede utilizar una DI a modo puente. En este caso, el técnico (si es responsable y eficiente) empezará con la señal procesada e irá añadiendo la limpia de la voz para conseguir esa inteligibilidad... Además, no tendrá problemas en monitores (son 2 señales que puede tratar diferente).
Otra opción, si el equipo lo permite, es enviar la señal del micro como siempre a la mesa y luego una copia de la misma (incluso ecualizada y procesada expresamente) de vuelta al escenario (como si se tratara de una señal de monitores) que va directo al pedal procesador que, a su vez, devolverá una nueva señal con la voz procesada a control.
Repito: la mayoría de técnicos lo que han hecho es renunciar a un problema y así eliminarlo de la ecuación. Lo suyo, como te he comentado, es que en estos casos vayas con tu técnico (o como mínimo con un productor técnico). Y a malas, a buscar una alternativa que satisfaga tanto al técnico de la empresa que te sonoriza (que cobra lo mismo si os sonoriza o no) como a vosotros.
En cuanto a suspender un bolo porque no se incluye la voz procesada, podríamos empezar nosotros con suspender el bolo porque no hay rider definido; porque no se cumplen los horarios, porque los músicos llegan tarde, porque los músicos no son músicos, porque las bandas no vienen con su técnico, porque nadie se acuerda de darles agua, porque el escenario no tiene toma de tierra expresa, porque no hay vestuarios para ellos... ¿sigo?
Un saludo
R. Sendra