Las escalas mayor y menor son conjuntos de sonidos ordenados según la altura en una secuencia de tonos y semitonos que puede ser generada por el teclado de un piano.
Me gustaría que discutiéramos entre todos las "mentiras" que (siempre que tenga tiempo) voy a ir colgando en este foro. Las iré copiando del libro de Gerald Eskelin: "Mentiras" que me contaba mi profesor de música. Todos saben (o pueden comprobar a lo largo del foro) que mis ideas acerca de la educación musical, que debo agradecer al autor del libro, están bien alejadas de la práctica habitual del conservatorio. Y no es para menos. La mayoría de las verdades enseñadas en él provienen de tratados de solfeo anticuados más empeñados en enseñar notas que música.
Era o debió ser una necesidad en el pasado aislar la parte teórica con la práctica, ésta insertada mucho más en la vida de los músicos anteriores a nosotros dedicados a la música "culta". Beethoven era un conocidísimo improvisador, y Bach podía hacer lo mismo con una fuga sin inconvenientes. Además no era raro encontrar multi-instrumentistas y la formación musical se iniciaba con frecuencia con la participación activa en una escolanía (coro de niños). Desde luego que este parece el entorno ideal para un músico incipiente (si no hubiera sido un mundo casi exclusivo de hombres, que hasta era "necesaria" la castración para obtener voces "femeninas"). En este caldo un estudiante no tenía más que aprender a dar nombre a lo que le rodeaba, y adiestrarse en la lectura y la escritura sobre todo.
Hoy día practicamos poco y mal actividades musicales en la escuela. No es común cantar en un coro (y aquí llamo a eloydepalacio para que lance una encuesta al respecto ). Y los que tienen un talento especial o han tenido un instrumento en casa o un músico en la familia, es fácil que acabe frustrado por el solfeo si da con un profesor "mentiroso" o con un "profesional" acomodado en su butaca con poco o ningún ánimo de educar realmente y sí de vomitar una por una las "verdades" de su libro de teoría.
Aquí dejo la "mentira" nº 1, a la que seguirá la verdad según el autor citado.
Me gustaría que discutiéramos entre todos las "mentiras" que (siempre que tenga tiempo) voy a ir colgando en este foro. Las iré copiando del libro de Gerald Eskelin: "Mentiras" que me contaba mi profesor de música. Todos saben (o pueden comprobar a lo largo del foro) que mis ideas acerca de la educación musical, que debo agradecer al autor del libro, están bien alejadas de la práctica habitual del conservatorio. Y no es para menos. La mayoría de las verdades enseñadas en él provienen de tratados de solfeo anticuados más empeñados en enseñar notas que música.
Era o debió ser una necesidad en el pasado aislar la parte teórica con la práctica, ésta insertada mucho más en la vida de los músicos anteriores a nosotros dedicados a la música "culta". Beethoven era un conocidísimo improvisador, y Bach podía hacer lo mismo con una fuga sin inconvenientes. Además no era raro encontrar multi-instrumentistas y la formación musical se iniciaba con frecuencia con la participación activa en una escolanía (coro de niños). Desde luego que este parece el entorno ideal para un músico incipiente (si no hubiera sido un mundo casi exclusivo de hombres, que hasta era "necesaria" la castración para obtener voces "femeninas"). En este caldo un estudiante no tenía más que aprender a dar nombre a lo que le rodeaba, y adiestrarse en la lectura y la escritura sobre todo.
Hoy día practicamos poco y mal actividades musicales en la escuela. No es común cantar en un coro (y aquí llamo a eloydepalacio para que lance una encuesta al respecto ). Y los que tienen un talento especial o han tenido un instrumento en casa o un músico en la familia, es fácil que acabe frustrado por el solfeo si da con un profesor "mentiroso" o con un "profesional" acomodado en su butaca con poco o ningún ánimo de educar realmente y sí de vomitar una por una las "verdades" de su libro de teoría.
Aquí dejo la "mentira" nº 1, a la que seguirá la verdad según el autor citado.