Sabréis muchos de los frecuentes (y si no lo sabéis os lo cuento), que en el Teatro Principal de Zaragoza la semana pasada se estrenó durante 5 días consecutivos un montaje escénico (no sé como llamarlo) cuya música está compuesta por el forero Fermata.
Fui a verla el viernes y hablé con él (antes de verla) y le dije que pondría un post en Hispa con mi opinión, y aquí está. Valga decir que el mismo viernes salió en el periódico más vendido de Aragón una crítica donde ponía al espectáculo por las nubes y la música de obra maestra.
También hay que decir por anticipado que antes de empezara el espectáculo estaba perfectamente preparado para que no me gustase, tanto al menos que para lo contrario. Por una parte era un montaje en el que el baile era un elemento principal, y mi relación con el baile es ninguna. Nunca le he encontrado sentido, y mis movimientos corporales han sido siempre los del cachalote marino lo que siempre me hizo tener predilección por ser un gran apoyador de codo en barra.
Por otra parte la danza es el único arte que no me llama ni lo más mínimo, me aburre y no encuentro sentido, con lo cual al menos pensé que a mi compañía le iba a gustar pues le encanta el baile. Qué menos que alguien saque algo positivo .
Y por otra (algo que no le he escondido en ningún momento) que el estilo de Fermata no me gustaba demasiado. No sus composiciones, sino su estilo. Yo para la música soy mucho más sota, caballo, rey y sólo las armonías tradicionales con un sonido muy evidente, no se apreciar demasiado la música de la gente que va un poco más allá, aunque comprendo que es imprescindible que alguien haga esa labor.
Por otra parte me pasa lo mismo que me puede pasar con el heavy metal o como el jazz: no me llena, pero disitingo quien vale y quien no. Y escuchas una obra bien hecha y lo valoras, aunque no sea tu estilo. Y lo aplaudes; no es que no sea arte, lo es y con mayúsculas y tú lo ves de lejos claramente. Pero no es tu estilo.
Pues eso, que me senté a caballo entre la evidencia de que podía no gustarme demasiado (aunque fuera bueno) y una crítica sublime en el periódico. El resultado?
ME ENCANTÓ!!!!
El espectáculo es sumamente innovador. Muy difícil de explicar con palabras, intenta emular el transcurso de una película muda con bailes, pero también con mímica, con proyecciones (vitales) y sobre todo con música.
El desarrollo está curradísimo, y no hacen falta palabras para que sigas perfectamente la historia. Los bailes son bastante espectaculares y están al servicio del espectáculo, con lo que no me sobraron en ningún momento, y la forma de presentación en escena tan original que es difícil explicar. Con lo que ni lo intentaré, simplemente diré que delante del escenario hay una especie de tela trasnpartente donde se proyecta las imágenes que deja ver el contenido del mismo pero que lo oscurece y le da aspecto de...película antigua, justo lo que se necesita, a la par de servir como tela donde se proyecta (también a modo de película antigua) tanto secuencias de los actores como si de una película muda se tratase como de los típicos carteles que explican la escena, en blanco y negro.. La luz también crea efectos curiosísimos, creando la sensación en un sólo escenario con muy poca decoración de haber dos mundos distintos.
Y LA MÚSICA???
Uf. Qué queréis que os diga...lo es TODO. Absolutamente todo.
La orquesta no descansa más que en los silencios, no es que sea el hilo conductor, es la verdadera protagonista. Como no creo que sea posible hacerlo mejor, refleja, subraya y explica cada escena en cada momento, teniendo en cuenta que no hay diálogos dice una grandísima parte de información, y os aseguro que es bestial como te hace sentir la desesperación de los obreros esclavos convertidos en máquinas, la despreocupación de los habitantes de la ciudad, la frivolidad del dueño, la sorpresa del hijo al descubrir la realidad...
Todas estas sensaciones con una música para enmarcar, de verdad. El recinto no tiene una sonoridad demasiado buena, y la orquesta estaba microfononeada porque si no desde el foso no se oía bien. De hecho, a veces parecía que la cabeza te decía: aquí le falta un compresor!. Pero daba igual que el sonido no fuera bueno, la música era sublime.
Además variada, variadísima. El mundo de los obreros sonaba a metal, a humo, a fábrica y a sudor, y sin embargo me fijé que en los muchos minutos que se representa el subsuelo apenas se repiten una secuencias, la música varía dando cada vez unos matices. O el mundo de los ricos, donde me pareció oí hasta...un charleston? Todo ello imbuído en la música, no como un tema aparte.
Y el tema final, el de resolución. Qué maravilla, que grandiosidad, que poner los pelos de punta, como va anticipando el final con el orgasmo sonoro último incluído.
No os voy a engañar: en mi casa seguramente sería el único tema que me pondría (el final), el único que sería de mi estilo. Los demás sin imágenes no les encontraría el sentido. Ahora bien, nunca he visto un espectáculo en que la música sea tan apropiada, necesite decir tanto...y lo diga.
Mientras veía el espectáculo no podía dejar de centrarme en la música, y en la cantidad de técnicas, efectos, armonías, ritmos empleados. De darme cuenta de lo que debe ser componer para orquesta real, son mundos diferentes. Para reflejar alguna de las sensaciones que Fermata consigue con instrumentos, yo necesitaría plugins, sintes, probar 50.000 librerías de sonidos extraños. Pues él no, no necesita nada más que instrumentos.
Con lo cual no hay otra cosa sino quitarme el sombrero y declararle mi absoluta admiración y mi más sincera enhorabuena y mi peor cochina envidia que me corroe las venas.
Si alguno pudiera pensar que es peloteo barato, que sepa por adelantado que de quien siempre me he fiado es de quien me ha dicho la verdad a la cara por dura que fuera. El que en su momento me dijo muy mal y ha costado mucho tiempo que me diga que bien. Y no se me hubieran caído los anillos por decir que no me había gustado, no le hubiera jodido el negocio, jeje, pero sí que hubiera dicho la verdad.
Seguramente el espectáculo se verá por otras partes de España, ya os avisará el amigo Fermata. Si tenéis posibilidad id a verlo, merece la pena.
Y por cierto, tanto Fermata como señora, personas sencillas y agradables, que siempre da gusto conocer a hispasónicos, y más que alguien a quien la crítica está poniendo por las nubes sea capaz de mantener la humildad.
ENHORABUENA
Salu2