Cuántos posts como éste se habrán abierto en estos foros. Yo, entre lo que me enseñaron en su momento y lo que he ido aprendiendo desde entonces, lo entiendo así:
Las notas son un constructo artificial que definen la frecuencia fundamental y la duración de un sonido.
Como constructo que son, obviamente puedes escribirlas, dibujarlas y llamarlas como quieras, y de hecho en otras culturas tienen otros nombres y se escriben diferente, ni siquiera las frecuencias son exactas de una cultura a otra incluso de una época a otra en la misma cultura... tampoco habrías descubierto América.
Sin embargo, hay unas cuantas cosas que están claras y que suelen repetirse a lo largo de culturas y épocas, precisamente por que tienen más que ver con las ondas que con las notas. Para empezar, si coges un sonido, le doblas la frecuencia fundamental y escuchas los dos sonidos juntos, te das cuenta que que tienen una "consonancia" curiosa, como una modulación fija a la amplitud, es un efecto que no pasa desapercibido al oído menos entrenado. Esto pasa por que el primer armónico del sonido más bajo es la fundamental del sonido alto, y a partir de ahí hay coincidencias en el resto de armónicos que crean ese efecto.
Esas dos notas están separadas por una octava, no es casualidad que el nombre de las nota se repita cada octava.
Ahora bien, si quieres meter más sonidos entre esos dos sonidos, digamos subiendo del más bajo al más alto, te das cuenta de que caben muchas frecuencias. Si te pones a ello con un instrumento acústico sin trastes, o con un sinte del tipo modular que no te obligue a usar un teclado convencional, seguramente te darás cuenta que según elijas una separación u otra entre cada sonido que toques (puedes separar cada sonido 100Hz, log(12)Hz, 233,3423443 Hz, sen(24)Hz, lo que sea) la cosa te va a sonar fatal... o a música india, china, occidental, japonesa, etc.
Esto ocurre por la relación que hay entre los armónicos de cada uno de los sonidos que tú has ido tocando (por cierto relación que tu cerebro es capaz de distinguir, hasta donde yo he podido saber, por que influye drásticamente en la entonación cuando hablamos, lo cual te da un entendimiento mucho más profundo de lo que sienten y lo que quieren hacer los que están a tu alrededor). Un solo sonido "no suena a nada", es
el movimiento, la relación entre los armónicos de la onda de cada uno de los sonidos, lo que crea esa sensación de "reconocer", sin movimiento no hay melodía ni ritmo.
El estudio de esta relación, de este movimiento, que hace la música occidental se llama
armonía, y no conocerlo no solo te limita a la hora de crear música occidental, también limita los conocimientos físicos de la onda que puedas llegar a tener, ya que, como llevo comentándote durante todo este tocho
, la armonía no es más que el movimiento que no es más que la relación entre los armónicos de los distintos sonidos que encadenas uno detrás de otro para crear ritmos y melodías, y como ya sabrás, los armónicos son
FUNDAMENTALES para cualquier tipo de síntesis.
Obviamente, todo esto tiene una parte intuitiva, no he mencionado lo de la relación de armónicos y la entonación al hablar por nada
, y qué más prueba se puede pedir que el hecho de que Pitagoras lo descubriera 2000, 3000 o 4000 años, sin sintes ni ningún tipo de artefacto electrónico para medir frecuencias, a puro oído.
Eso no implica que rechazar más de dos mil años de experiencias y conocimientos acumulados sea "lo correcto". Claro, puedes hacerlo, estamos en un país libre
, pero en mi opinión si te gusta el tema, es una locura, por decirlo suave, sobre todo cuando es por pura pereza. Ya no te digo ponerse a estudiar la carrera de música, pero lo básico, es fundamental, también para la síntesis; tampoco te digo que vayas necesariamente a la música occidental, hay muchas músicas en el mundo, si te gusta más otra, a por ella.
Pero hombre, no querer usar ni aprender ni interesarse por
NADA de más de dos mil años de conocimientos y experiencias acumulados, que tienes a tu disposición con un par de clicks y cuasi gratis exceptuando tu tiempo... me da igual quién se enfade, a mí me resulta de una cabezonería y una pedantería que no son dignas de alguien curioso e inteligente.
Ya fuera de cuestiones opinables, como gustos y demás, incluso de hechos en los que yo mismo he podido meter la pata (ni que fuera yo un experto, hay que ver los líos que me meto
) escribiendo el discursito este... es como querer clavar un clavo a manotazos teniendo un martillo enorme justo al lado tuyo
Saludos.