Las disquisiciones que hacéis muchos son del mismo nivel de cuestionarse si es mejor morir abrasado o helado (sobre todo los que tienen un buen sistema climatizado en su casa y para los que ambas opciones son solo una entelequia en principio).
Tenemos la libertad individual frente a la responsabilidad colectiva absolutas.
No veo porque hemos de elegir entre una supuesta mente colmena que nos anule como individuos y un egocentrismo que nos condene como especie.
Opino que hay mucho trecho para buscar una zona de confort en las que se puedan desarrollar ambas adecuadamente.
Puede que estemos llamados a obras mayores como dice tu firma Klaus pero ¿en que proporción nos pertenecen?.
Y no puedo estar más de acuerdo en la de que haya justicia aunque arda el mundo y ¿como definimos la justicia si no es frente al otro?. Porque a la ley de la gravedad o a un tsunami no podemos reclamar obviamente por muy injustos que nos resulten (salvo si estás en el ejercito eso si, que les arrestan y problema resuelto
). El único ámbito al que se debe constreñir la caridad, es a la identidad ante el semejante frente a nuestras debilidades.
La vida se abre paso pero no hemos de olvidar que es una anomalía y la inteligencia mucho más y no parece que ninguna sea indispensable para el devenir del universo por más que las apreciemos a ambas.
Nuestra fugaz historia es una vertiginosa montaña rusa de altos y bajos, esperemos no descarrilar finalmente sin remedio.
Por supuesto que es mejor mover un bloque de piedra con un bulldozer a hacerlo con 500 esclavos. En lo que no hemos avanzado es en ¿para que movemos el bloque de piedra?.
Porque si es solo para hacerle una pirámide al señor Trump seguimos igual o peor incluso.
Muchos abogan porque se dejen fluir las cosas libremente sin cortapisas y todo se arreglará por si solo algún día. ¿Y si no, que hacemos entonces?. Supongo que en última instancia tienen razón. Como se dice, muerto el perro se acabó la rabia.
Según las instrucciones resulta ahora que los ricos no existen, no hay ningún desequilibrio y sólo la propiedad en última instancia no permite matiz alguno ni a priori ni a posteriori. Agitamos antes de acostarnos y dejamos al sol a ver que pasa. Luego hablamos de soluciones simples a problemas complejos.
Y sí, las crisis son una oportunidad ... sobre todo de cagarla.
Yo creo que debemos avanzar, pero personalmente que debemos hacerlo intentando no dejar a nadie atrás para que no sea en última instancia una victoria estéril y amarga.