Ludwigvan @ 25 Dic 2006 - 11:27 AM escribió:
Yo los oí (de paso, un par de canciones...) hace unos años en un concierto gratuíto en fiestas, que daban varios grupos en un escenario en la callel y no recuerdo en absoluto semejante colección de gallos. Sonaban mucho más potentes que en el video de los 40, pero bastante entonados, me dieron buena impresión (...) Por cierto, con lo de la dignidad, pues creo que todos hablamos sin que se nos haya presentado el caso. Yo porque ya no piso escenarios, pero si un momento alguien nos hubiera ofrecido un contrato suculento, y ese contrato hubiera implicado un cambio de estilo, pues me temo que hubiéramos aceptado sin dudarlo, y pienso como todos o como casi todos.
Pues por nuestra procedencia, Ludwig, sospecho que ambos estuvimos en el mismo concierto, jeje. Respecto al tema de la dignidad, como dices, a mí un cambio de estilo no me ofende para nada (especialmente porque nunca me gustó lo que hacían, ni antes ni ahora), me resulta completamente indiferente. Entiendo la decepción de los que les gustaba antes, y sobre todo entiendo y comparto la crítica hacia la lamentable imágen del cambio. Porque lo que hacen ahora, sea comercial o no, no está bien hecho, y se ve a la legua que no les pega para nada y no creo que se sientan cómodos en este contexto.
Se puede cambiar, pero las cosas hay que hacerlas convencido y con un mínimo de calidad.
Aunque no nos preocupemos por Dover; la culpa es nuestra -y no me refiero a la piratería, que seguro que alguna de las cabezas que rueden tras el cambio no duda en achacarlo a esto, eludiendo responsabilidad, y hablarán de prostitución musical y clientes que buscan rentabilidad al poco dinero que nos dejan las hipotecas para manejarnos, y finalmente dirán que el emule y los negros del top manta son las lacras de nuestra sociedad (la culpa, de Felipe González, claro)-. La culpa es nuestra porque da igual lo que hagan, y cómo lo hagan; siempre habrá una pandilla de borregos dispuestos a aprenderse sus canciones y a bailar emocionados entre la multitud. Da igual si tú no vas, en tu lugar irá otro.