Alguien escribió:... Y no entiendo, hasta que me lo explique alguna tesis doctoral, en qué se diferencia este producto de las comedias más cochambrosas de Mariano Ozores, de aquel cine subdesarrollado y sonrojante. La sensación permanente que me asalta padeciendo la ridícula Los amantes pasajeros es algo ingrato llamado vergüenza ajena. Se supone que por muy endiosado que se sienta el creador Almodóvar, alguien que le profese cariño, respeto y en posesión de unas gotas de sentido común debería haberle ofrecido honesto y lúcido consejo sobre ese guion y el patético engendro que podía crear al trasladarlo a imágenes.
http://cultura.elpais.com/cultura/2013/03/07/actualidad/1362687999_648669.html