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Hombre, tuvo coincidencias abundantes, pero también diferencias que pasó a resumir de forma atropellada, unas y otras :
-Una parte de su ideario de basó en la Falange, un movimiento muy emparentado con el fascismo italiano (nada emparentado con el Nazismo), hasta el punto que muchos falangistas supervivientes de aquella época, ya pocos, claro, y muchos de nueva filiación se sienten fascistas orgullosos (coincido en que el fascio y el fascismo no fue,y menos es ahora, un movimiento de exterminio, cuidado con las aproximaciones pintorescas con movimientos tipo derecha europea pintoresca tipo Voz)
En realidad ni el verdadero fascismo italiano, que era una especie de revival, neorromano, con mezcla de ultraísmo y futurismo en lo estético y bastante neocolonialismo cutre en lo político, era de derecha, ni el nazismo, se asocian con bastante fortuna al fenómeno de los totalitarismos (no marxistas) del primer tercio del siglo XX, la derecha es demasiado pacata para admitir a gente como Mussolini, que era un candidato al desastre y a la metedura de pata constante (otra cosa fueron apoyos recibidos desde el poder y desde las clases acomodadas cuando se constituyeron como una opción creíble de poder.
El fascismo sí usó el Terror como parte sustancial de su lenguaje y acciones; pero no era ni conservador ni de derecha siquiera, de hecho su implantación mayor fue entre los obreros.
Tampoco fue particularmente cristiano.
La Falange, en cambio sí representaba un movimiento más dado al debate ideológico, fluctuaba entre sectores más conservadores y tradicionalistas y una facción bastante cercana a la izquierda marxista con un enfoque paternalista y cristiano; pero muy atrevido a la hora de enfrentarse al análisis (incluso con hechos) de las desigualdades.
Más que un fascismo a la española, representó una vía nacionalista (atentos nacionalistas abducidos presentes y futuros) española muy de compromiso en lis estertores de los estertores del imperio español, se mezcló el autoritarismo castrense con la moral católica, con el marxismo y el socialismo (más esto último por no esté tan ligado al materialismo) con una visión sombría tributaria a partes casi iguales de la filosofía de Ortega y de la pesadumbre del 98.
José Antonio, que no deja de ser el hijo del dictador militar moderado Primo de Rivera es el crisol de todo ese conjunto de ideas a menudo contradictorias.
Fueron medio aceptados por el poder económico y las clases dirigentes por representar una promesa de de orden en unos momentos en los que se pegaba fuego a lo primero que se movía, no se les atribuyeron actos de terror ni un uso como el que se dio en Italia, aunque hubo más de un señorito con pistola amedrentando a los rojos de la Universidad, por más que José Antonio era bastante más moderado.
Este tipo de movimientos tangenciales, sincréticos y algo revolucionarios son los ideales para que un movimiento golpista contra la República lo adoptase como ala ideológica; pero la mayoría de lis que ejecutaron el golpe y de los que lo apoyaron y financiaron (bastantes de ellos catalanes) no tenían mucha idea de qué era el falangismo, de hecho Franco (al que no se le conoció aliado verdadero) tardó bien pico en retirar a la Falange de su consejo de ministros.
Este sincretismo de la Falange hizo que acabara generando facciones, algunas de ellas casi antifranquistas.
Un punto en común (también con versión españolada cañí) entre el fascismo (y en la zona de Moncloa con el nazismo casi de Speer) fue la arquitectura. No os voy a aburrir con mi especialidad; pero precisamente esa es una de las diferencias entre Barcelona y Madrid, podéis echar un vistazo a mis paseos de fotografía arquitectónica por la Diagonal y luego comparar con bastantes de las facultades de la Universitaria madrileña, donde vivo por cierto. Aunque también es cierto que algunos arquitectos afines al régimen prefirieron el racionalismo que discontinuó la guerra civil al neoescurialense de tachuela, repujado, pizarra y ciervo en pared tan cutre y tan del gusto de los reaccionarios españoles, que mira que son catetos y horteras.
Luego Coderch, cercano al franquismo, pero que se descolgó con toda su obra de modernidad y elegancia como de puede ver en Las Torres Trade, junto al Corte Inglés de María Cristina.
A lo mejor conviene apartar el propio concepto de fascismo de la mayoría de imputaciones hechas desde el lado bobalicón, es verdad que se le puede asociar al autoritarismo en todos los casos.
Con el terror algo en el caso italiano (el verdadero fascismo) y de forma muy episódica en el caso de la Falange.
En cuanto a la polaridad izquierda/derecha yo observo un fascismo italiano poco preocupado por la justicia social y sí muy interesado en devolver la capacidad adquisitiva a los desfavorecidos (como el Nacional Socialismo Nazi); mientras que en la Falange hay una tensión continua entre la lucha por la justicia social y un respeto y veneración por la tradición, esa cosa tan española y tan de confusión de perdedores históricos, los que ahora andan entre el contubernio con Soros, la masonería y las cruces de Borgoña, como Frango (ese pollo), entre republicano destemplado y tradicionalista trentino además de obsesionado con los enemigos ocultos, el peso del retroceso del país y su voz atiplada (con afloraciones cojoniles ocasionales en campos de batalla y sentencias después de comer) .
España no participó en la SGM; pero apoyó al Eje y envió a voluntarios de la División Azul, en realidad era la obsesión y el miedo profundo al materialismo marxista y a Rusia, que ahí sí que hay coincidencias incluso con el nazismo; pero a nada que se desmenuza el asunto, más diferencias que similitudes.
Desde luego calificar de fascistas a grupos de neonazis es un error (coincido contigo) de falta de registros, de incapacidad conceptual y expresiva.
Calificar de fascistas a los de Vox, bueno, hay bastante recreación ( la via escurialense y las barbas a lo Tercio de Flandes como contraposición a lo neorronano de los fascistas italianos de los años 30-40), puede que una parte de su cúpula y una cierta parte de electorado pueda asimilarse a una recreación del fascismo (bastante de sainete a mi juicio).
Y de fachas a señores ya casi todos enterrados como el personaje Martínez el Facha, algo infrecuente y periclitado.
Luego, siguiendo los calificativos vulgares están los fachitas, en unas zonas tendrán una componente y en otras otro algo diferente, gente reaccionaria a la modernidad, tradicionalistas, jóvenes atraídos por la idea de autoridad, alejados de la controversia y amigos del mensaje monolítico, frecuentemente xenófobos.
Pero para ejemplo del mal las SS y Expektra, o aquellos que se sumaban a cualquier atrocidad cometida al grito del nosotros entonces y espero que muy ocasionalmente en la actualidad, muchos también desde la orilla de la izquierda, movimientos obreros y fanáticos desesperaditos por la carencia que sea (vital no tantas veces), no se si serán de Sarriá o de Sabadell.
Es lo que tiene desconocer palabras e irlas perdiendo por si fuera poco lo primero, como en el lenguaje musical, vas a echar mano de una idea y no se tiene con qué (cuando no es que se tiene qué).
Pues eso, poner para todo, motores de audio, y una que leí el otro día que era de traca y ahora mismo no me acuerdo, peor que bouncear o panear