en efecto unos buenos conversores hacen la diferencia en calidad,pero obviamente son sumamente caros,aquí el caso sería saber cuanta plata es tu límite para cualquiera de las dos cosas,cuando no hay tanta plata(aunque sea para algo tan elemental como convertidores)lo mejor es ir poco a poco,intentando comprar equipo que nunca cambiaremos,aunque si tu presupuesto esta por los 3,000e pues cualquiera que sea tu decisión será buena y hará gran diferencia.
suerte!
entonces aunque consiga el mejor previo del mundo, si lo uso con los conversores de la mbox pro 2 no voy a sentir la diferencia entre tener un previo y no tenerlo?.
cuento con 1.000 $....,que tal el FAT FUNKER?
gracias!
FLOR
rescato este hilo para decir lo que pienso y quizá a álguien le sirva si tiene una mbox 2, como yo todavía, y también RME ADI.2 motu hd 192...emu 1212m...audiophile...
hoy en día los conversores, en general, son cojonudos, sea la tarjeta que sea...una mbox 2 o similar no es una soundblaster, pero como todo, va por gamas. Dicho cambio de gama posee una diferencia económica descomunal para la ""poca"" mejora que se obtiene.
miles de discos se grabaron con conversores peores que los de la mbox 2, sin embargo, todo lo demás era de primera, previos, instrumentos, micrófonos...
por lo que, es cierto, los previos de la mbox 2 dejan mucho que desear, pero en cambio sus conversores son decentes.
en estos casos, bajo mi punto de vista, si se tiene un buen micro, lo primero sería comprar un previo decente....
dando por hecho que disponemos de una buena ejecución, instrumento y acústica y experiencia técnica, lo más importante después sería:
-micrófono
-previo
-conversores.
Si tenemos los dos primeros de buena calidad, cambiando los conversores sólo vamos a tener un pequeño salto en la calidad, que en la cadena es la suma de todos, pero bajo mi punto de vista, hoy en día, con menos importancia en los conversores.
yo he escuchado cosas grabadas con una mierda de portastudio digital increíbles....sobre todo porque la ejecución hacía que el sonido mejorara psicológicamente.
En resumen, en general todos pensamos que el problema es nuestro equipo, pero el mayor problema somos nosotros mismos.