Reflexion navideña

Alguien escribió:

Bueno, los esquizofrénicos también oyen voces...

marky2004 escribió:

betances escribió:

El problema no es confesarte. Es arrepentirte. Si no te arrepientes de lo que haces no vale de nada confesarte o rezar o lo que sea que quieras hacer.

Tienes que hacerlo de corazon.

Creo que aquí yace el problema. El cristianismo considera que cosas como arrepentirse, odiar o amar son acciones voluntarias, pero no lo son. En realidad la gente solo se arrepiente cuando ve que sus acciones le van a traer problemas. Si matas a alguien, aún cuando no te hayan cogido, siempre vivirás con el miedo de que vayan a cogerte, ¿así que como sabe la persona arrepentida si se arrepiente porque tiene miedo de sus consecuencias o porque realmente siente por la otra persona? También si te cuentan que vas a arder en el infierno, puede que te arrepientas de haber hecho algo, pero sigue siendo por lo que te va a pasar a tí, no porque lo que le hayas causado a otro.

En cuanto "ama a tu projimo", tú eso no lo decides. Hay gente que te gusta y por eso las quieres, y a otras las odias y las detestas. Tú no eliges a quien amas u odias, lo elige tu naturaleza. Pero bajo la amenaza de ir al infierno, puede que muestres cordialidad hacia personas que realmente detestas, y que les hagas favores sin tener ganas de hacerselos, pero realmente no las amas, las sigues odiando, porque tu naturaleza no puede evitar que esa gente no te guste.

involucrado escribió:

Marky, recordá que hace poco se hizo público el evangelio según Judas. Hay muchos apócrifos a los que se debería prestar atención también. Se habla de Jesús como si se supiera y la visión que se suele tener es caricaturesca. Investigá. Fijate qué dicen los musulmanes al respecto. Poco es lo que puedas encontrar entre los hispasonicos sobre este tema me parece.

Investigar seriamente en religiones es agobiante.

Alguien escribió:

El tal Jesús, que NO era de Nazaret ni tampoco de Belén, era un pobre desgraciado, una persona con sus emociones trastornadas, su mente confundida, sus vínculos sociales espantosos.
Era el desgraciado hijo de una relación adúltera de su madre con un soldado romano, relación que mantuvieron en secreto con la complicidad de su engañado marido.
Pero ese secreto se palpaba en el ambiente de la casa.
Así pues, el niñito Jesús fue creciendo en un hogar roto, lleno de mentiras, de engaños, de falsas identidades, de cosas no dichas, de lujuria…

Creció lleno de rencor hacia su padre adoptivo, el debilucho judío José, y por consiguiente con odio hacia toda autoridad “paterna”.
Al mismo tiempo, estaba en constante búsqueda de ese otro padre, que no lo quería, que lo había rechazado, que era extranjero. Pero, como ese padre no aparecía, el pobrecito Jesús prefirió odiar a todos los gentiles, a todos los que no fueran judíos, en tanto se inventó, en su mente alocada, una fantasía de ser hijo de alguna deidad poderosa y salvadora.
Pobrecito… hoy tendría ayuda siquiátrica, pero en aquellas remotas épocas estaba solo con su insanía mental, aprisionado por sus locas fantasías y emociones descontroladas.
En tanto, guardaba un intenso rencor y amor por su madre, la infiel María, la apasionada por los hombres, especialmente los guapos conquistadores extranjeros.

Al viajar a Egipto aprendió las artes oscuras, lo que llamamos brujería, y por medio de
trucos y encantamientos logró conquistar el corazón de un puñado de trastornados e ingenuos.

Así murío, triste y solo. Abandonado por todos. Repudiado por todos. Esclavizado a sus fantasías y locuras, engañándose y engañando a la tonta audiencia que hacia caso a sus presentaciones de brujo vagabundo.

Ahora bien, el Jesús del cuento fantástico llamado ”Evangelios”, es una creación literaria
muy posterior en el tiempo. Que tomó algunos datos del verdadero Jesús, este brujo de cuarta, pero también tomó muchísimo de la mitología existente en la Roma del siglo cuarto. Y así, los autores de este cuento de fantasías inventaron un súper héroe mítico, un superman de la antigüedad. Un falso dios y falso salvador que sin embargo fue aceptado por los paganos romanos, ya que era 98% similar a dioses que ellos ya adoraban, y que eran por completo ajenos al verdadero y único Dios.

Luego el éxito editorial de este cuento fantástico se amplió, gracias a la campaña publicitaria tremenda de los misioneros de todas las épocas, pero especialmente por las conquistas a sangre y fuego, con las que sometía el imperio cristiano a sus vencidos, y ordenaba que los conquistados se convirtieran por la fuerza a la fe en este falso dios y falso salvador.

Soyuz escribió:

Yo en tú lugar probaría a hacerme cristiano; ya has pasado por el satanismo, la cábala y el budismo. ¿Qué daño puede hacerte? En tu particular estilo obsesivo, te estás perdiendo en detalles sobre la moral católica y el catecismo, que no son más que tradiciones. Seguro que hay otros aspectos de Cristo que te atraen, no relacionados con el pecado. Si te ha atraído el Ángel Exterminador, no veo por qué hacerle ascos al hijo de Yahvé.

Aunque bueno, hay que reconocer que el satanismo tampoco está mal... también tienes el animismo, el vudú... no te ha de faltar entretenimiento en tu recorrido religioso. Aunque para ejercitar la mente, muchos se conforman con Touch Generations!

Alguien escribió:

O mucho peor: puede formar un grupo de pop

Alguien escribió:

De lo único que me convencieron es de mantenerme alejado de ellas.

marky2004 escribió:

Pongo un ejemplo de algo que sin duda se escribe en un tono intolerante y despótico (por alguien super-conservador), pero que puede que tenga algo de verdad:

Soyuz escribió:

Personalmente, te veo perdido entre un montón de conceptos religiosos baratos; yo no creo que textos como ese merezcan ni un minuto de tiempo, ni mucho menos que puedan aportarse seriamente a una discusión para demostrar nada,