Las guitarras impecables tanto acústicas como eléctricas, unos hammonds de hacerse pis perfectamente empastados con la cuerda... en fin, una delicia. Es de esos discos de estudio que da la sensación de haberse grabado en directo.
Sí es cierto que juega a caballo ganador, son todos unos temazos que para conseguir destrozarlos tienes que ser un gañán como servidora, pero vaya, aun sin descubrir la pólvora, un disco muy agradable.