Veréis, tras mucho pelear por fin conseguí hace dos meses montar mi local/estudio para producir música. Desde siempre ha sido lo que me ha gustado y, por diversos problemas, no había podido contar con mi propio local hasta hace dos meses. Es un local pequeño, en una zona de bares y supuestamente insonorizado con una cámara de aire y material aislante tras pladour, todo esto sobre una pared original de hormigón. También es barato y me ha salido un socio, por lo que era el momento perfecto para apostar por ello.
Estos dos meses he ido acondicionándolo y aclimatando mi oído al entorno. Un día recibí una queja del vecino que vive encima mío, de muy buen rollo. Me dijo que no le había molestado en ningún momento, sólo un sábado aislado que mi socio se puso a pinchar estando borracho (el muy subnormal) y le llamaron la atención. Le aseguré que algo así no volvería a pasar y que a partir de las 10 no se pondría ningún tipo de música, y me dijo que le parecía perfecto. Hasta se despidió dándome la mano, muy bonachón el señor (tendrá unos 60 años).
Tras eso, siempre nos saludamos y nunca he recibido ninguna queja... hasta hoy. Me ha bajado un tío superchulo, al que nada más abrirle la puerta ha dado dos pasos metiéndose en mi local (signo inequívoco de falta de educación). Le he preguntado "¿sí?" y ha empezado a soltar amenazas pero sin soltarlas, ya sabéis cómo suelen funcionar este tipo de chulos... Que la primera vez bajaba a avisarme a buenas, pero que no va a estar todo el día oyendo el PUM PUM en SU CASA. Que la tercera o cuarta vez que baje no bajará a buenas, que bajará a matar.
Tengo que hacer un inciso para decir que ayer mi socio tuvo un problema con el dueño del bar de enfrente, pues le exigieron que retirase su coche de la zona peatonal e iniciaron una pequeña discusión. Nombro esto porque, de repente, el tío me dijo que si fui yo el de la discusión de ayer con el coche. Le digo que no, que no tuve nada que ver y que ni siquiera estuve presente. Ni corto ni perezoso, me dice "menos mal que no estuve yo, si no se habría ido con unas buenas ostias para casa". Sigo con mi educación y le digo que le entiendo, pues paso de discutir con alguien así, ya que no va a llevarme a ningún sitio bueno.
Tras un par de minutos de monólogo en los que yo sólo participaba para tratarle de usted o para decirle que le comprendía, me ha dado por preguntarle dónde vivía. Y ahí ha venido lo realmente gracioso: el tío vive tres pisos a la izquierda y encima de mi local. Le he dicho que ya me extrañaba porque los vecinos de arriba no tenían queja y que siempre procuro no excederme con el volumen, solo subiéndolo cuando lo necesito realmente (mezcla y mástering, por ejemplo). Y él me ha dicho que yo poco pintaba ahí, que tendré que irme porque él no esta dispuesto a aguantar eso todos los días. Yo, como siempre, educado, le he dicho que me informaré sobre la normativa y que hablaré con la dueña del local, y tras soltar un par de amenazas de esas de buen rollo se ha acabado marchando.
Y bien... Nada más irse me he puesto a informarme sobre la normativa de mi ayuntamiento respecto a ruidos y convivencia. Está todo muy claro. De 08:00 a 22:00 en su habitación no puede haber ruido superiores a 36 dB... Estoy seguro de que no llega a esa presión sonora ni por casualidad, y si llegase sólo tendría que bajar un poco el volumen y listo. También me he informado sobre qué puedo hacer yo, y lamentablemente sólo me queda:
a.) Esperar a que me denuncie o incluso invitarle yo a hacerlo para pasar de hablar con él. Entonces vendrán un día, harán unas mediciones en su casa y posiblemente en el exterior de mi local y, si sobrepaso los límites establecidos, me ofrecerán tres opciones en las que no tendría que pagar ninguna multa: Cesar en la actividad, insonorizar el local o ajustar el volumen para no sobrepasar lo establecido. Si no hiciese nada de eso, me pondrían una multa y, de seguir, sería más gorda por reincidente.
b.) Contratar una medición, que te debe salir bastante cara. Lo ideal sería pagarlo a medias con el vecino interesado pero ya sabemos cómo van estas cosas... Es más fácil amenazar e imponer lo que a mí me sale de los cojones, sin ni siquiera conocer la ley. Y ya a raíz de eso tomar las medidas oportunas o no tomarlas si no se sobrepasase ningún límite. Viviría muy tranquilo sabiendo que estaría dentro de la legalidad.
Y básicamente este es mi problema. Llevo unas horas dándole vueltas a la cabeza. Al principio me habían dado ganas de ser hijo de puta, debido a su chulería, pero he preferido actuar con cabeza. Creo que voy a seguir como hasta ahora, escuchando música a volúmenes aceptables y dentro del horario permitido y sólo subiéndola cuando sea necesario (de verdad que es necesario escuchar la música a cierto volumen, pues nuestros oídos no tienen la misma respuesta de frecuencias a distintas presiones sonoras). Y nada, si vuelve a bajar amenazante le diré, con educación siempre, que prefiero no hablar con él ya que me ha amenazado un par de veces, que si tiene algo en contra de lo que hago lo que puede hacer como ciudadano es denunciarme y esperar a que las leyes hagan su trabajo... ¿No creéis que es lo mejor?
Gracias y perdón por el tocho.
PD:
Os adjunto los límites establecidos en mi localidad. También pongo los altavoces que uso, para que veáis que no son nada del otro mundo:
http://www.adam-audio.com/en/pro-audio/products/f7/description/es
Sobra decir que nunca los he puesto a su máximo ya que saturarían sí o sí y sería contraproducente. Mi local cuenta con 43 m^3 así que podrían hasta ser pequeños...
Estos dos meses he ido acondicionándolo y aclimatando mi oído al entorno. Un día recibí una queja del vecino que vive encima mío, de muy buen rollo. Me dijo que no le había molestado en ningún momento, sólo un sábado aislado que mi socio se puso a pinchar estando borracho (el muy subnormal) y le llamaron la atención. Le aseguré que algo así no volvería a pasar y que a partir de las 10 no se pondría ningún tipo de música, y me dijo que le parecía perfecto. Hasta se despidió dándome la mano, muy bonachón el señor (tendrá unos 60 años).
Tras eso, siempre nos saludamos y nunca he recibido ninguna queja... hasta hoy. Me ha bajado un tío superchulo, al que nada más abrirle la puerta ha dado dos pasos metiéndose en mi local (signo inequívoco de falta de educación). Le he preguntado "¿sí?" y ha empezado a soltar amenazas pero sin soltarlas, ya sabéis cómo suelen funcionar este tipo de chulos... Que la primera vez bajaba a avisarme a buenas, pero que no va a estar todo el día oyendo el PUM PUM en SU CASA. Que la tercera o cuarta vez que baje no bajará a buenas, que bajará a matar.
Tengo que hacer un inciso para decir que ayer mi socio tuvo un problema con el dueño del bar de enfrente, pues le exigieron que retirase su coche de la zona peatonal e iniciaron una pequeña discusión. Nombro esto porque, de repente, el tío me dijo que si fui yo el de la discusión de ayer con el coche. Le digo que no, que no tuve nada que ver y que ni siquiera estuve presente. Ni corto ni perezoso, me dice "menos mal que no estuve yo, si no se habría ido con unas buenas ostias para casa". Sigo con mi educación y le digo que le entiendo, pues paso de discutir con alguien así, ya que no va a llevarme a ningún sitio bueno.
Tras un par de minutos de monólogo en los que yo sólo participaba para tratarle de usted o para decirle que le comprendía, me ha dado por preguntarle dónde vivía. Y ahí ha venido lo realmente gracioso: el tío vive tres pisos a la izquierda y encima de mi local. Le he dicho que ya me extrañaba porque los vecinos de arriba no tenían queja y que siempre procuro no excederme con el volumen, solo subiéndolo cuando lo necesito realmente (mezcla y mástering, por ejemplo). Y él me ha dicho que yo poco pintaba ahí, que tendré que irme porque él no esta dispuesto a aguantar eso todos los días. Yo, como siempre, educado, le he dicho que me informaré sobre la normativa y que hablaré con la dueña del local, y tras soltar un par de amenazas de esas de buen rollo se ha acabado marchando.
Y bien... Nada más irse me he puesto a informarme sobre la normativa de mi ayuntamiento respecto a ruidos y convivencia. Está todo muy claro. De 08:00 a 22:00 en su habitación no puede haber ruido superiores a 36 dB... Estoy seguro de que no llega a esa presión sonora ni por casualidad, y si llegase sólo tendría que bajar un poco el volumen y listo. También me he informado sobre qué puedo hacer yo, y lamentablemente sólo me queda:
a.) Esperar a que me denuncie o incluso invitarle yo a hacerlo para pasar de hablar con él. Entonces vendrán un día, harán unas mediciones en su casa y posiblemente en el exterior de mi local y, si sobrepaso los límites establecidos, me ofrecerán tres opciones en las que no tendría que pagar ninguna multa: Cesar en la actividad, insonorizar el local o ajustar el volumen para no sobrepasar lo establecido. Si no hiciese nada de eso, me pondrían una multa y, de seguir, sería más gorda por reincidente.
b.) Contratar una medición, que te debe salir bastante cara. Lo ideal sería pagarlo a medias con el vecino interesado pero ya sabemos cómo van estas cosas... Es más fácil amenazar e imponer lo que a mí me sale de los cojones, sin ni siquiera conocer la ley. Y ya a raíz de eso tomar las medidas oportunas o no tomarlas si no se sobrepasase ningún límite. Viviría muy tranquilo sabiendo que estaría dentro de la legalidad.
Y básicamente este es mi problema. Llevo unas horas dándole vueltas a la cabeza. Al principio me habían dado ganas de ser hijo de puta, debido a su chulería, pero he preferido actuar con cabeza. Creo que voy a seguir como hasta ahora, escuchando música a volúmenes aceptables y dentro del horario permitido y sólo subiéndola cuando sea necesario (de verdad que es necesario escuchar la música a cierto volumen, pues nuestros oídos no tienen la misma respuesta de frecuencias a distintas presiones sonoras). Y nada, si vuelve a bajar amenazante le diré, con educación siempre, que prefiero no hablar con él ya que me ha amenazado un par de veces, que si tiene algo en contra de lo que hago lo que puede hacer como ciudadano es denunciarme y esperar a que las leyes hagan su trabajo... ¿No creéis que es lo mejor?
Gracias y perdón por el tocho.
PD:
Os adjunto los límites establecidos en mi localidad. También pongo los altavoces que uso, para que veáis que no son nada del otro mundo:
http://www.adam-audio.com/en/pro-audio/products/f7/description/es
Alguien escribió:El F7 está alimentado por dos amplificadores de clase A/B con 100W RMS / 140W música. Esto ayuda a que el monitor proporcione bajos profundos y vibrantes y un nivel máximo de presión sonora (SPL) de 109dB por pareja. La reproducción de pistas dinámicas y desafiantes con esta potencia no será un problema.
Sobra decir que nunca los he puesto a su máximo ya que saturarían sí o sí y sería contraproducente. Mi local cuenta con 43 m^3 así que podrían hasta ser pequeños...