Dos cosas:
Primera, las voces: no soporto que todos hablen como si fueran locutores de radio. Todos tienen voces moduladas, resta credibilidad a los personajes. Cuando encima son personajes de la calle, ya es el hazmerreir. Además, muchas veces las voces, al ser actores de doblaje con métodos y técnicas, cuesta distinguir cuando habla un personaje y cuando habla otro.
Quien haya visto un capítulo de A dos metros bajo tierra en inglés y en castellano, verá que no hay color.
Segunda, las traducciones. Como filólogo, no soporto ver una serie traducida por la cantidad de frases rebuscadas que escuchas. 'No encuentro prueba alguna', dice un detective del CSI. 'Te añoro', le dice un niño de 8 años a su madre, lo vi la semana pasada en no sé qué serie. Tiran de diccionario y ponen la traducción más literaria o pomposa que encuentren, sin entender que una traducción debe adaptarse al contexto. Si analizáis con un mínimo de sentido crítico las expresiones utilizadas en las pelis y series dobladas os daréis cuenta.
Pero ojo, yo en realidad envidio a los que podéis disfrutar una serie doblada, yo lamentablemente no puedo.