Hoy estoy mitad filosófico, mitad melancólico, al entrar al foro.
Y pese a que soy de los que se podrían considerar fanáticos del vinilo, creo que el verdadero atractivo no es visual, sino que afecta a otros dos sentidos: el tacto y el oído. Y es eso lo que hace exclusivo, especial, lo de pinchar con vinilo.
Me explico: el ratón, el teclado, el portátil... son elementos que usamos día a día, que nos acompañan bien en el trabajo, bien en casa. Todo píxeles, todo teclas, todo unos y ceros. Nada de especial.
Sin embargo, hoy en día, ¿quién toca un vinilo? ¿Quién efectúa el ritual casi erótico de encajar la aguja en el surco? ¿Quién no habla de bitrate, sino de calidez? El que realmente AMA el vinilo. Es muy fácil: si no te gusta, te vas a lo digital. Punto. Pero es muy raro que si llevas un DJ en lo más profundo de tu gusto musical, no te atraiga el vinilo. Es como el que dice que le gustan los coches; puedes tener -con todo respeto- un Clio, un Stilo -como yo-, un Corsa... pero seguro que cuando pasa a tu lado un Mustang, un Aston Martin, un Lancer Evo... alguno de ellos coches que incluso para la mayoría de la gente no parecen tener nada especial, te giras, lo miras, y sientes esa atracción. Seguiré conduciendo mi Stilo, pero si ese día he visto un Lancer Evo por la calle, estoy un poco más contento.
Y luego, no sólo la parte "romántica" que os decía. A mí me gusta TOCAR la música. Al pinchar con vinilo hablas de tú a tú con la música. Lo único malo que te puede ocurrir es que el disco o la aguja estén en mal estado, y arruines unos minutos. El resto es, sencillamente, acogedor. Te olvidas de si has actualizado a la última versión, de si el mp3 está grabado en VBR o CBR y, por tanto, el tiempo que indica es real o me puede estar engañando. Te olvidas de si el aparatito te crea un loop automáticamente. Te olvidas de la parte derecha y la parte izquierda de la pantalla. Simplemente, sigues enamorado de ese plástico dando vueltas, de la magia que envuelve todo el proceso, de lo genial que es poder actuar directamente sobre la fuente de la música...
No digo que sea lo mejor, por supuesto. Digo que, en términos musicales, es lo que realmente me ha enamorado. Y lo sigue haciendo.
Ripeo todos -o al menos, lo intento- mis vinilos, preferiblemente nada más comprarlos. Los grabo en wav, y los paso a mp3, y los escucho en este formato para no "estropearlos", así que se podría decir que no renuncio a otros formatos.
Pero lo que siento al pinchar con vinilos no me lo ha transmitido ningún otro soporte. Y como, nos guste o no, no es un hobby/trabajo en el que la tecnología sea un fin, sino un medio, lo importante es lo que se siente. Es por eso que amo tanto lo que para otros son meramente kilos de plástico.
¿Estéticamente? No nos engañemos, los DJs solemos ser muy feos, je, je. No entro en la estética; me quedo en el ritual y en lo que siento.