Había eso tan dificil de conseguir que es el "feeling". Podíamos pasar horas y horas tocando sin decir ni una palabra. Era alucinante. Tanto nos gustaba que llevamos colchones al ensayo y nos pasabamos el fin de semana enterito allí dentro. Bueno, salíamos a por provisiones varias y para llamar a los colegas (los moviles entonces eran un espejismo).
Luego unos cuantos conciertos, una mini gira por el interior, un par de grabaciones en estudios (entonces ni nos planteabamos la posibilidad de grabar en casa).... Y cuando mejor nos iba, (un precontrato con contraseña, muchas fechas de conciertos), se nos ocurre buscar un vocalista.
A la mierda que se fue todo (lo nuestro era la instrumentación), empezamos a discutir, tanto tiempo juntos ya solo veíamos lo malo de cada uno, cada vez ibamos más a desgana, recogimos los colchones del ensayo, nos fuimos a uno más pequeño, y poquito a poco, dejamos de ensayar, dejamos de vernos, y ya ni nos llamamos. De verdad que todavía no entiendo como dejamos que ocurriera.
Hace más de cuatro años que no toco ya con nadie, y la verdad, cada vez lo echo más de menos, creo que en breve me voy a animar de nuevo. Es mágico si tocas con la gente adecuada.