¿Tú crees que en las pelis porno gimen de placer de verdad?
Desde el punto de vista del asco, que fue tu argumento para rechazar la prostitución, no hay diferencias entre la dicha prostitución y una peli porno. Es exactamente lo mismo. Quizás comparas un cliente putero viejo y desdentado con Nacho Vidal, pero la realidad es otra. Muy puteros los hay entre el colectivo de camioneros (no hay más que ver la ubicación de muchos puticlubs), gente normalmente de edad entre joven y media con un físico muy normal. Suelen ser hombres casados que vienen de muy lejos y llevan semanas sin ver a la parienta. Vivo cerca de un polígono logístico con dos puticlubs con muchas matrículas de RO a su alrededor.
Enfrenta eso a una peli donde a una muchacha de apenas 20 años tres negros traídos de lo más profundo de Senegal, primos del negro del wasap, le tapan simultáneamente con su verga los tres principales orificios corporales. Ponle atracción a eso.... Lo graban y luego lo cuelgan en porntube al alcance de cualquiera. La prostitución, al menos, tiene su intimidad y su secretismo. Nadie tiene por qué saber que una es puta.
Hace un par de años el Risto Mejide este llevó a su sofá a una actriz porno muy conocida. Se sorprende uno de muchas cosas.
Dejando de lado la trata de blancas, que no es desde luego la columna vertebral de la prostitución, ésta está llena de mujeres que lo hacen por dinero. Unas porque no tienen otra cosa. Otras, muchas casadas con hijos y su adosado y todo, porque necesitan más dinero del que tienen y si al final a diario duermen con un tío del que están hasta el moño, a ver por qué no hacerlo con uno al que no conocen y por dinero; luego están las que ganan decenas de miles de euros al mes y no están por cambiarlo por un empleo de mierda. El asco se vence rápido, pero la necesidad o amor por el dinero es permanente.
Apelar al asco para rechazar esto es más propio de beatas. Aquí el asco no es un parámetro a tener en cuenta. Es la pasta.