Cuando escucho música, del tipo que sea, no me paro a mirar si esa persona está aplicando nuevas técnicas, armonías raras, efectos recontrarrebuscados. Sólo escucho, y me gusta o no.
Es en caso de que me guste y cuando noto que me sorprende es cuando me fijo aquellas novedades que me han llamado la atención. Pero nunca jamás una novedad me ha servido para justificar un tema. Es como si antes de escuchar un tema te tuvieran que explicar lo novedoso y arriesgado que es para que le des más valor...
De eso me di cuenta cuando empezaba hace un par de siglos a tocar la guitarra eléctrica con mi grupo por garitos de mala muerte. Veías gente de otros grupos que aplicaban técnicas slide-hammer-tapped-pull-over-delayed sobre quintas menores harmónicas desafinadas por parte de madre, y es cuando te das cuenta de que investigar está muy bien, pero la técnica debe estar al servicio de la música y no al revés. A veces parece que quien se dedica a la música se preocupa más de impresionar al colega músico que tiene al lado, en plan 'fíjate lo que se hacer' o 'fíjate lo que se me ha ocurrido' que conquistar el oído del que está escuchando.
Hasta el maestro Paco de Lucía pasó por eso. Vi una entrevista grabada hace años donde reconocía que aborrecía ciertos discos publicados años atrás donde su única misión era demostrar que tenía más recursos, técnica y rapidez que nadie. Era víctima de su propia fama, tenía la necesidad de demostrar que era capaz de hacer cosas que no hacían otros pues erróneamente asumía que esa era su virtud. Pero realmente era sólo una de ellas, y no la más importante.
Cuando la música se convierte en una carrera de egos o en una necesidad de utilizar recursos que los demás no utilizan se le vacía de contenido. A mí me siguen emocionando las primeras notas de la BSO de la Gump Suite de Silvestri, que es más sencillo que el mecanismo de un chupete. Y me siguen estremeciendo las dos notas iniciales de Tiburón (como se nota lo que me gusta, jeje)
Por supuesto que hay momentos para todo, pero para innovar hace falta una necesidad de llegar a un punto que con lo que tienes entre manos no sea suficiente. Me parece completamente absurdo cuando vas a hacer un tema plantearte que tienes que innovar. Pues no, te pones a hacer música en la medida de tus posibilidades y en el extrañísimo caso de que todo lo conocido ahora sea insuficiente para alcanzar lo que te dicta tu imaginación (que ya es decir!!!) te buscas la vida para aportar nuevas soluciones. Pero siempre porque sea necesario, la experimentación por la experimentación a mí por lo menos me produce un grandísimo aburrimiento. Cuando a cualquier música se le pone la etiqueta de 'experimental' ya sé a lo que me enfrento...
En un magnífico reportaje sobre George Martin explicaba las locuras (para la época) que se hicieron en las composiciones y grabaciones de los Beatles. Antes de ellos (los 50) la música se reducía a 3 acordes y formación clásica (guitarra, bajo, batería). Ellos fueron los primeros en meter 'efectos' raros, en mezclar sonidos de instrumentos clásicos, en grabar tropecientos coros, en desarrollar modulaciones mucho más complejas, en meter instrumentos étnicos, en mil cosas, por la pura necesidad de poder expresar todo lo que querían expresar y que por entonces no se hacía. Estaban inventando el pop sin tener a mano ninguno de los recursos que ahora tenemos.
Pero eran grandes ideas a las que se buscaba la mejor solución que entonces no existía, no la intención de ser más original que el de al lado. Yo lo veo muy muy distinto.