Aquí tenemos un punto de reunión los usuarios del Roland JUNO Di. Este post nos servirá para resolver dudas y compartir conocimientos. Empecemos
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Primeras impresiones
Para empezar he de confesar ser un serio detractor de los teclados Roland. No me gustan Por mis manos han pasado solamente modelos XV, XP y JV y nunca me he sentido satisfecho. Si hay algo que valoro especialmente en un teclado es que como mínimo le haga honor a los instrumentos de teclas que emula (pianos, órganos, etc.). Si me topo con un teclado en donde los sonidos básicos no me gustan pierdo completamente el interés y no profundizo más. Creo que los pianos y los órganos de los teclados Roland que tuve hicieron que le cogiese asco a la marca aunque he de decir que en otro tipo de máquinas siempre he tenido que reconocer el buen saber hacer de la marca (grooveboxes, Handsonic, etc.). Aclarado mi pasado prejuicioso con Roland creo que ahora sí que podemos sentarnos a hablar.
El JUNO Di me atrajo por una sola razón: el song player que permite reproducir mp3, wav y midifiles desde un pendrive conectado a su entrada USB. Yo necesitaba un medio que reprodujese este tipo de formatos para así poder disparar unas pistas y tenía pensado usar el portátil pero me parece demasiado cantoso sobre el escenario y como de todas formas necesitaba comprar un teclado decidí matar dos pájaros de un tiro. Busqué en el mercado de ocasión y encontré uno por 400€, un precio ideal para una máquina que no tenía más de dos meses. Me daba lo mismo como sonase, de hecho estaba convencido de que sería otro teclado con sonido de plástico como el resto de Roland. Si el XV-5080 que un año antes había conseguido a precio de ganga no había logrado hacerme sonreír (motivo por el cual lo revendí a la semana siguiente) tenía serias dudas acerca de las cualidades de un sintetizador low cost. Pues bien, fui a casa del tipo que lo vendía y lo probé por cortesía, solo para ver que el aparato funcionaba correctamente. Solo toqué el primer sonido de piano y ahí me dije a mí mismo "hey tío, esto es otra película... suena!!!". Tras esa breve toma de contacto me lo llevé a casa deseando llegar para probarlo más a fondo y cual fue mi sorpresa cuando empecé a trastear por sus bancos. Los sonidos del JUNO Di están ordenados por categorías y la búsqueda de sonidos se hace sencilla y agradable. La verdad es que no me podía creer que por fin Roland hubiese construido un teclado con sonidos que me gustaban de verdad. Los pianos acústicos y eléctricos me parecen bastante buenos, así como los órganos aunque hay que decir que los presets que llevan mucho overdrive suenan fatal. Las cuerdas de tipo ensemble también me convencieron y poco a poco fui descubriendo más sonidos interesantes. Se nota que es un teclado que desciende de monstruos mucho más caros y poderosos, supongo que en parte del Juno Stage y en parte de los nuevos Fantom porque no es normal que en un teclado de menos de 600€ (PVP) aparezcan algunos sonidos tan buenos. Es ese tipo de teclados a los que me gusta denominar "teclados para pobres", versiones recortadas de los buques insignia de prácticamente todas las marcas de sintetizadores. Es la misma sensación que experimentas al comparar un Korg X3 con un Korg 01w. El segundo suena mejor y es más completo pero también costaba casi el doble y en mi opinión no merecía del todo la pena gastarse tanto a cambio. En el caso del JUNO Di esta política sigue vigente pero las diferencias de precio son abismales: el JUNO Di cuesta menos de 600€ mientras que un Fantom de última generación se te pone en el cuádruple. Aclarados estos matices, adentrémonos un poco mejor en las tripas del teclado para sacarle pequeños pero importantes defectos. Para no extenderme demasiado haré una lista de los que me parecen más significativos aunque como dije antes, no he trasteado mucho con el teclado ya que lo compré sin la intención de exprimirlo al máximo.
Defectos:
1. En los primeros sonidos de piano, a partir de la nota G5 se puede percibir que se ha hecho un sampleo del instrumento con sustain incluido.
2. Se echa en falta una entrada para un pedal asignable o de expresión aunque el controlador D-Beam es configurable.
3. El display no es de los mejores. Es difícil ajustar un buen contraste.
4. El sonido de bombo de los kits de batería acústicos trae de serie en la muestra una horrible reverb tipo room que no se puede eliminar. Desconozco si el teclado tiene otros sonidos similares sin ese defecto pero de entrada el kit GM pierde muchos puntos debido a ello.
5. El set GM no es para tirar cohetes. Suena a plástico.
6. En la función SONG PLAYER no es posible reproducir ficheros que estén dentro de carpetas, ni navegar por ellas. Solo reproduce los ficheros que se encuentren en el directorio raíz del pendrive. Esperemos que Roland solucione esto en una futura actualización del sistema operativo.
7. Los filtros suenan a plástico. Nada que ver con los de máquinas como la MC-909 o al menos es mi impresión.
8. Es imposible adentrarse en las entrañas del sintetizador sin usar el software incluido. Desde el panel frontal solo se pueden cambiar algunos parámetros básicos.
Pero no todo es malo en el JUNO Di. Algunas cosas interesantes y útiles que se pueden destacar son:
1. Funciona con pilas si se desea. Una de las utilidades que presenta el menú es la desconexión del display cuando se trabaja de este modo, para ahorrar energía. Además el tiempo de espera es configurable. También tenemos en el panel frontal un led que nos indica cuando las pilas están a punto de agotarse.
2. Acceso directo a funciones de splits, dual, layer, arpegiador, transposición y cambio de octava.
3. Se pueden almacenar los sonidos que más nos gusten en una lista de “favoritos” y acceder a ellos directamente desde el panel frontal.
4. La función SONG PLAYER permite cancelar la fase central de un fichero de audio para así eliminar la voz. Es lo mismo que la función “karaoke” de algunos programas y dispositivos. Aunque nunca se han conseguido resultados óptimos al respecto conviene saber que la función está disponible en el JUNO Di.
5. En el panel de conexiones tenemos una entrada de micro y otra de línea. Desde el panel frontal podemos ajustar el volumen de la entrada de micro mientras que para la entrada de línea deberemos de entrar en un menú. A la señal de micro se la pueden aplicar efectos.
6. Integración perfecta del teclado con el ordenador a través de USB. Gracias al software proporcionado podemos acceder a todos los parámetros internos, así como crear listas de reproducción para el SONG PLAYER.
Bueno, pues poco más que decir. Si alguien se ha metido en las profundidades del bicho aquí tiene el lugar idóneo para comentar cosas, cojones ya!!!
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Primeras impresiones
Para empezar he de confesar ser un serio detractor de los teclados Roland. No me gustan Por mis manos han pasado solamente modelos XV, XP y JV y nunca me he sentido satisfecho. Si hay algo que valoro especialmente en un teclado es que como mínimo le haga honor a los instrumentos de teclas que emula (pianos, órganos, etc.). Si me topo con un teclado en donde los sonidos básicos no me gustan pierdo completamente el interés y no profundizo más. Creo que los pianos y los órganos de los teclados Roland que tuve hicieron que le cogiese asco a la marca aunque he de decir que en otro tipo de máquinas siempre he tenido que reconocer el buen saber hacer de la marca (grooveboxes, Handsonic, etc.). Aclarado mi pasado prejuicioso con Roland creo que ahora sí que podemos sentarnos a hablar.
El JUNO Di me atrajo por una sola razón: el song player que permite reproducir mp3, wav y midifiles desde un pendrive conectado a su entrada USB. Yo necesitaba un medio que reprodujese este tipo de formatos para así poder disparar unas pistas y tenía pensado usar el portátil pero me parece demasiado cantoso sobre el escenario y como de todas formas necesitaba comprar un teclado decidí matar dos pájaros de un tiro. Busqué en el mercado de ocasión y encontré uno por 400€, un precio ideal para una máquina que no tenía más de dos meses. Me daba lo mismo como sonase, de hecho estaba convencido de que sería otro teclado con sonido de plástico como el resto de Roland. Si el XV-5080 que un año antes había conseguido a precio de ganga no había logrado hacerme sonreír (motivo por el cual lo revendí a la semana siguiente) tenía serias dudas acerca de las cualidades de un sintetizador low cost. Pues bien, fui a casa del tipo que lo vendía y lo probé por cortesía, solo para ver que el aparato funcionaba correctamente. Solo toqué el primer sonido de piano y ahí me dije a mí mismo "hey tío, esto es otra película... suena!!!". Tras esa breve toma de contacto me lo llevé a casa deseando llegar para probarlo más a fondo y cual fue mi sorpresa cuando empecé a trastear por sus bancos. Los sonidos del JUNO Di están ordenados por categorías y la búsqueda de sonidos se hace sencilla y agradable. La verdad es que no me podía creer que por fin Roland hubiese construido un teclado con sonidos que me gustaban de verdad. Los pianos acústicos y eléctricos me parecen bastante buenos, así como los órganos aunque hay que decir que los presets que llevan mucho overdrive suenan fatal. Las cuerdas de tipo ensemble también me convencieron y poco a poco fui descubriendo más sonidos interesantes. Se nota que es un teclado que desciende de monstruos mucho más caros y poderosos, supongo que en parte del Juno Stage y en parte de los nuevos Fantom porque no es normal que en un teclado de menos de 600€ (PVP) aparezcan algunos sonidos tan buenos. Es ese tipo de teclados a los que me gusta denominar "teclados para pobres", versiones recortadas de los buques insignia de prácticamente todas las marcas de sintetizadores. Es la misma sensación que experimentas al comparar un Korg X3 con un Korg 01w. El segundo suena mejor y es más completo pero también costaba casi el doble y en mi opinión no merecía del todo la pena gastarse tanto a cambio. En el caso del JUNO Di esta política sigue vigente pero las diferencias de precio son abismales: el JUNO Di cuesta menos de 600€ mientras que un Fantom de última generación se te pone en el cuádruple. Aclarados estos matices, adentrémonos un poco mejor en las tripas del teclado para sacarle pequeños pero importantes defectos. Para no extenderme demasiado haré una lista de los que me parecen más significativos aunque como dije antes, no he trasteado mucho con el teclado ya que lo compré sin la intención de exprimirlo al máximo.
Defectos:
1. En los primeros sonidos de piano, a partir de la nota G5 se puede percibir que se ha hecho un sampleo del instrumento con sustain incluido.
2. Se echa en falta una entrada para un pedal asignable o de expresión aunque el controlador D-Beam es configurable.
3. El display no es de los mejores. Es difícil ajustar un buen contraste.
4. El sonido de bombo de los kits de batería acústicos trae de serie en la muestra una horrible reverb tipo room que no se puede eliminar. Desconozco si el teclado tiene otros sonidos similares sin ese defecto pero de entrada el kit GM pierde muchos puntos debido a ello.
5. El set GM no es para tirar cohetes. Suena a plástico.
6. En la función SONG PLAYER no es posible reproducir ficheros que estén dentro de carpetas, ni navegar por ellas. Solo reproduce los ficheros que se encuentren en el directorio raíz del pendrive. Esperemos que Roland solucione esto en una futura actualización del sistema operativo.
7. Los filtros suenan a plástico. Nada que ver con los de máquinas como la MC-909 o al menos es mi impresión.
8. Es imposible adentrarse en las entrañas del sintetizador sin usar el software incluido. Desde el panel frontal solo se pueden cambiar algunos parámetros básicos.
Pero no todo es malo en el JUNO Di. Algunas cosas interesantes y útiles que se pueden destacar son:
1. Funciona con pilas si se desea. Una de las utilidades que presenta el menú es la desconexión del display cuando se trabaja de este modo, para ahorrar energía. Además el tiempo de espera es configurable. También tenemos en el panel frontal un led que nos indica cuando las pilas están a punto de agotarse.
2. Acceso directo a funciones de splits, dual, layer, arpegiador, transposición y cambio de octava.
3. Se pueden almacenar los sonidos que más nos gusten en una lista de “favoritos” y acceder a ellos directamente desde el panel frontal.
4. La función SONG PLAYER permite cancelar la fase central de un fichero de audio para así eliminar la voz. Es lo mismo que la función “karaoke” de algunos programas y dispositivos. Aunque nunca se han conseguido resultados óptimos al respecto conviene saber que la función está disponible en el JUNO Di.
5. En el panel de conexiones tenemos una entrada de micro y otra de línea. Desde el panel frontal podemos ajustar el volumen de la entrada de micro mientras que para la entrada de línea deberemos de entrar en un menú. A la señal de micro se la pueden aplicar efectos.
6. Integración perfecta del teclado con el ordenador a través de USB. Gracias al software proporcionado podemos acceder a todos los parámetros internos, así como crear listas de reproducción para el SONG PLAYER.
Bueno, pues poco más que decir. Si alguien se ha metido en las profundidades del bicho aquí tiene el lugar idóneo para comentar cosas, cojones ya!!!