Hay que darle lugar al intelecto pero que este jamás se apodere de la creación musical porque si no es muy probable que no salga nada convincente, menos para un público acostumbrado a lo muy expresivo. Tampoco podemos dejar que las emociones se apoderen totalmente de la creación musical sin darle lugar al intelecto y el locomotor, la música se hace con ejecutantes, se necesita el centro locomotor también, no nada más se necesita emoción, intelecto o corazón, sino un sabio equilibrio de estos; pienso que la música necesita de lo físico, espiritual y mental por decirlo de alguna manera y si carece de uno de estos o excede uno de estos, pues el disfrute que produce abarca un rango menos amplio