Como ya te han comentado en mensajes anteriores, todo depende de lo que entiendas por tocar bien, del repertorio que quieras abarcar y de las espectativas que tengas en mente.
Verás, que cuando somos niños somos como "esponjas" y asimilamos conocimientos a una velocidad pasmosa es un hecho, y al menos a priori lo mejor es empezar cuanto antes a aprender las cosas (no solo para la música) aunque solo sea por el hecho de que habrás dedicado más tiempo a dicho aprendizaje.
Pero también es cierto que empezar a estudiar algo de niño no te asegura que vayas a terminar dominando dicha materia, ni siquiera te asegura que no la dejes aparcada en poco tiempo, al igual que es cierto que nunca es tarde para aprender algo si realmente estamos convencidos de hacerlo.
De hecho a veces es mejor esperar al momento adecuado para iniciar el aprendizaje de ciertas cosas, que "empezar por empezar".
Yo soy profesor de piano, y aunque actualmente trabajo de pianista acompañante en un conservatorio de danza, he dado clases de piano en conservatorios de música durante nueve años. Y en esos nueve cursos he visto pasar a multitud de alumnos (no solo los míos) por los conservatorios, y he visto todo tipo de casos: desde el niño que entra poco convencido en el conservatorio (en el fondo todos entramos un poco así, de niños queremos jugar ante todo
) y termina amando la música y siendo un gran músico; el que entra obligado por los padres (intentando cubrir una frustración de juventud de sus progenitores quizás) y lo deja en cuanto puede; el que le encanta la música y promete y tras pasar por la adolescencia (¡buf! esa etapa...
) descubre nuevas metas y lo deja; y un largo etc.
El problema es que por muchos ejemplos que pusiese, todos serían en cierto modo tópicos, ya que cada niñ@ es un mundo y siempre terminan sorprendiéndote por muy experimentado que te creas en la docencia. Por lo que, como decía al principio, a priori empezar de niño es la mejor idea, pero en la práctica...pues depende...
Ya que a veces la dedicación, el empeño y las ganas de aprender superan con creces la "capacidad innata" y la ventaja del comienzo temprano en el aprendizaje.
Pero si empiezo tarde no llegaré a ser un gran virtuoso del instrumento. Pues casi seguro que no, pero empezando pronto igual tampoco
El problema está en que muchas veces, cuando ponemos de ejemplo a grandes virtuosos a nivel mundial de cualquier instrumento, siempre caemos en lo típico de:
fué un niño prodigio, empezó a los cuatro años a tocar el piano y a los 6 ya daba conciertos tocando obras de gran dificultad, bla, bla, bla,... pero en la mayoría de los casos se nos olvida que a parte de las capacidades innatas o no que tuviera el infante para la música, y que empezase a tan tierna edad a tocar, el hecho de que fuese capaz de interpretar esas obras implica que ese crío se pasó esos años (y el resto de su vida hasta "llegar" al virtuosismo) prácticamente sin otra ocupación que la de estudiar, estudiar, y estudiar.
Al igual que ser un deportista de élite, ser un instrumentista de élite significa dedicar toda tu vida al estudio del instrumento a un nivel de dedicación que poca gente puede y/o quiere alcanzar. No llega con tener "capacidad" y empezar pronto, hay que estar dispuesto a renunciar a muchas cosas de tu vida para intentar alcanzar un nivel que quizás al final no alcances, o si lo hagas pero no llegues a disfrutar del reconocimiento merecido como recompensa a tu enorme esfuerzo (pensad en todos esos "segundos" que no alcanzan fama y no obstante son unos músicos increibles).
Por otro lado, se suele relacionar virtuosismo con velocidad, y no tiene por qué. Es cierto que hay muchas obras consideradas de alta dificultad que en gran parte lo son por su endiablada velocidad, y que hay que tener una técnica muy depurada para acometer la correcta ejecución de las mismas, pero no por mucho correr vas a tocar mejor, ni significa que tocar las obras batiendo records de velocidad sea lo correcto.
Es común entre los que empiezan (e incluso entre los grandes concertistas, sobretodo cuando son jóvenes e intentan demostrar que son los más rápidos del Oeste
) tocar las obras a mayor velocidad de la que fué pensada, porque les da la sensación que así son más "pro", más virtuosos, y en muchos casos solo consiguen desvirtuar el carácter de la obra (además de "ensuciarla" al carecer de la técnica suficiente para ejecutarla a esa velocidad).
Yo siempre digo que muchas de las obras para piano (o muchos de los movimientos de obras para piano) más difíciles de tocar, son lentas. Entiéndase tocar, por tocar "bien". Y precisamente la dificultad radica en que esas obras las puede tocar casi cualquiera, pero muy pocos las pueden tocar correctamente, y haciéndote disfrutar con ello. Porque impresionar al personal haciendo juegos circenses con obras muy rápidas es relativamente fácil, pero ponerle la piel de gallina al público con un pasaje lento con muy pocas notas, eso es realmente virtuosístico.
Ojo, que no le quito mérito ni mucho menos a tocar rápido, simplemente digo que hay que tocar rápido y demostrar que puedes hacerlo bien, en las obras que hay que hacerlo, y no como norma general para fardar
, la música es mucho más que tocar notas.
¿Y por qué todo este rollo? pensarás
, pues porque lo que quiero que comprendas es que no hay una edad correcta para empezar, ni estamos supeditados a alcanzar cierto nivel solo por empezar en un momento u otro. El deseo de aprender algo, lo que sea, nunca debe frenarse por sentimientos de duda sobre si debemos hacerlo, si será el momento, si alcanzaremos nuestras metas, si estamos preparados,..., porque todo eso y más no depende del hecho de querer aprender, sino de nosotros mismos, de la fuerza que tenga ese deseo, de la dedicación que estemos dispuestos a cederle, de la capacidad que tengamos de apreciar los avances y los errores,...
En definitiva, el deseo de conocimiento no debería ser reprimido por nadie, ni siquiera por nosotros mismos.
Así que venga, ¿qué haces que no estás estudiando?