Pues los carcas de la música no sé qué pensarán, pero los que sepan un mínimo se lamentarán de lo malo que es el bicho, se sorprenderán de que los que no tienen ni idea de qué va dirigir se asombren y preconicen futuros apocalípticos para los instrumentistas de toda la vida, y se compadecerán de los pobres músicos, que tienen que hacer esas tonterías para que venga una multinacional a soltar pasta.
Dirigir es una cosa (parece mentira que haya que aclarar esto
) extremadamente difícil, que la gente que no sabe (y no tiene el mínimo interés por saber) no valora, y cree que lo que hace el "tío del palo" son posturitas (o como mínimo creen que se limita a llevar un tempo). A esta misma gente que habla sin conocimiento, ¿se le ha ocurrido pensar qué coño de trabajo puede desarrollar esta máquina en un ensayo? (es que los que no saben, ignoran que un concierto llevan un trabajo previo muy intenso, que no es llegar y ya está, y que la labor del director es un 90% en el ensayo, y el concierto es sólo la punta del iceberg. Como no saben, sólo alcanzan a ver la parte emergida, y ya creen que SIMO hace su trabajo excepcionalmente y que los carcas están temblando).
Blanquito no habla, no tiene expresión facial ni gestual, no ha estudiado la obra, no conoce la Historia de la Música, la tradición de esa orquesta en particular... Es un aparato inútil para la labor que se supone fue creado (muy caro y molón, eso sí, pero inútil). Es decir, hace lo mismo que si a cualquiera que pasara por la calle le dieran una batuta...
- "Hala, majo.... ponte ahí a mover el palo, que ya eres director. Eso sí, procura moverlo a tiempo, que nuestro robot ni siquiera puede..."
Para llevar sólamente un tempo, no hace falta director, ponemos un metrónomo o máquina y ya está... O sea, es este caso... pero el robot este lo hace tan sumamente mal (ni siquiera es capaz de lo básico), que monta un "pifostio" de campeonato entre 1:19 y 1:24 (casi tira la orquesta abajo...
).
Si será malo, que en 0:16 es la concertino la que hace el gesto para que la orquesta arranque, en 0:46 es el cellista principal el que corta, y en 1:45, es la concertino la que para la orquesta... Eso sí, el bicho saluda y la gente se parte de la risa y piensa "huy que monooooo...."
Todo esto está muy bien, y no dudo que llegará un día en que las máquinas puedan imitar (y digo imitar) perfectamente a un intéprete, pero si la más puntera de las tecnologías sólo es capaz de producir un violinista que no cambia de posición, no tiene vibrato, afina como un pájaro carpintero, pasa el arco como si fuera una escofina, no tiene matices dinámicos, etc, etc..., ese momento está francamente lejos.
De todas formas, aunque ese momento llegara, cualquier instrumentista "worth his salt", que dirían en inglés, no tendría nada que temer. Mucho me temo que tienen más que temblar los que instrumentalmente (desde el punto de vista técnico y musical) están más abajo (siempre son los que lanzas las soflamas más apocalípticas sobre el final de los músicos carcas), que los buenos instrumentistas, a los que la existencia de robots "intérpretes" les importa bien poco.
Por otra parte, la fascinación y simpatía que nos producen las formas humanoides es poco práctica. Cualquier librería de samples de hoy día da el pego (más o menos), ¿para qué quieres un robot instrumentista que toca como el culo si puedes hacerlo mejor con un tío tocando un teclado a tiempo real disparando samples? Esta segunda opción es mejor y mucho más práctica (y de barata, para qué vamos a hablar...).
¿Han desaparecido los músicos porque hay samples? Ni de coña... Es más, si no hubiera músicos, no habría samples...
¿Van a desaparecer los intérpretes porque haya robots? No sé si yo llegaré a ver eso, pero me parece que no.
Por otra parte, la capacidad de sorpresa y el desconocimiento suelen ir peligrosamente unidos. Nadie que sepa se va a sorprender porque de la reación de una base más un ácido salga sal más agua... Se sorprenderá el que, sabiendo, vea un día que ácido más base dé sal más whisky. El que no sabe, flipará cuando vea que juntando ácido y base, puede producir una sal y agua, y encima creerá que ha llegado el final de las nubes porque él pude producir agua ("nubes, ha llegado vuestro fin....os voy a quitar el puesto...Muhahahahahaha...."). Por lo mismo, el que sabe, pensará "qué cosa más curiosa este robot, pero mira que lo hace mal...". Cuando el que sabe vea a ese aparato dirigir como Temirkanov, se caerá de culo de la sorpresa, porque sabe lo difícil que es eso, y flipará con lo duro que habrá sido conseguir ese nivel tecnológico/cognitivo. El que no sabe, alucina con el robot arrítmico que saluda y le tira los tejos a la concertino, le da la risa floja (jijjjiijjjijjijiijiiji), y se pregunta qué opinarán los carcas de la música de esto....
Un saludo.