Un gusto personal más que una técnica ortodoxa:
Suelo tener la ganancia (nivel de entrada) muy bajita, los medios al -1 o -2, graves a +2 o +3 y agudos +1 o +2 (siendo 0 el valor medio). De esta forma consigo que los graves peguen sin "enmierdar" la mezcla, y que los pequeños detalles se perciban con algo más de nitidez. Dado que el bajo/ritmo principal suele estar mitad y mitad en las frecuencias medias y graves, se percibe perfectamente aunque quite algo de medios.
Lo de la ganancia baja me permite subir mucho y repentinamente un valor cualquiera (sin pasarse...) evitando que la mezcla se sature, así como usar efectos bastante brutos con bastante margen (soy un yonki del flanger, cuanto más bestia mejor
).
También hace fáciles las transiciones, si bajas graves a la vez que subes medios en un tema, el bombo no da la impresión de haber desaparecido bruscamente, sobre todo si la canción que entra solo tiene los graves subidos y las otras dos bajo "cero". Una vez que están las dos arriba, vas cambiando EQ (subir medios de la que entra a la vez que bajas los de la que sale, bajas fader muuuy despacio y...hop! ya está metida).
Y como han mencionado por aquí, la ganancia ni tocarla. O empiezas a sonar más bajo bruscamente o empezarán a salirte luces rojas por todas partes.
NO es otro control de volumen.
Con este método nunca (ejem... casi nunca xD) se me satura y consigo el sonido que me gusta. Que no tiene porqué ser el que te gusta a ti, pero bueno. Por cierto, pincho EBM y electro tirando a oscurillo.
Una desventaja: cansa. Esa forma de ecualizar obliga a quien lo escuche a fijarse casi solo en los detalles y en el bombo, que resaltan constantemente, lo cual para más de un par de horas puede ser un poco cansino. Como si estuvieras tres horas viendo cuadros en los que solo se ven los colores brillantes y llamativos, agota el ojo.