Hola. Que aprecies todos los matices posibles al menor volumen posible. Un compromiso entre seguridad y fiabilidad.
Si el problema es la incapacidad de escuchar detalles o matices, la solución pasa por mejorar tu sistema de escucha (y no es que quiera pasar por audiófilo ni nada por el estilo).
Con un amplificador de audífonos dedicado y unos cascos abiertos de gama media-alta, la diferencia es notable (no voy a decir que sea "el día y la noche" que eso ya depende de cada uno), sin necesidad de escuchar a alto volumen; fíjate cosas de Beyerdimamic, Sennheiser, Akg y también Audio technica (yo probé los Ath ad700x y no tienen nada que ver con los cerrados)
Aparte de lo obvio, tener un sistema de monitoreo aceptable, por lo general es mejor escuchar a niveles bajos (confortables para ti), y ocacionalmente subirle cuando sea necesario 'escuchar' más detalles por un poco tiempo, luego volver a bajarle. También es importante, adicionalmente, si es posible, tener monitores para revisar la mezcla. Es importante. Mezclar solamente con audífonos no es recomendable. Hay cosas que no se pueden discernir bien sin monitores. En cuanto a qué volumen es aceptable es algo que lo tienes que determinar tú.
Hay aplicaciones que miden la respuesta en frecuencias de los auriculares (y de monitores también), e incluso pueden compensar, lo cual puede ayudar en la cuestión de escuchar detalles mejor, pero la cuestión de volumen es algo más subjetivo, y general, y es más fácil llegar a una conclusión puesto que es algo que se experimenta físicamente. Si te cansas los oídos fácilmente, es que estas escuchando demasiado fuerte. Por lo general es algo intuitivo.
Lo de los monitores, en mi opinión, que mezclo mucho con auriculares, ayuda para hacer ajustes finales a la mezcla, cosas que no se disciernen al mezclar sólo con auriculares. Yo siempre termino las mezclas escuchándolas en monitores, y otros diversos sistemas de escucha, pero la mayor parte de la mezcla la hago con auriculares. Semi-abiertos son mejor, pero para grabación es mejor cerrados, por razones obvias.