Klaus Mari Kong (Da ist sauerkraut in meiner lederhose) escribió:
¿no puedo aliarme con quien me salga del nabo?
Ayer estuve a punto de declarar la guerra a un ciudadano de a la vuelta de la esquina, y eso que no soy propietario (como no sea consorte). Vino un pollopera (seguro que votante de vox o
Ayuser a meter su bolsa de basura en el cubo de la comunidad en la que vivo. En defensa propia tras la agresión, me cagué en sus muelas y le insté a que la sacara y se la llevase a su cubo. Ah, que en la Avenida (a la vuelta de la esquina, el paraíso de la terrazas para cabestros y niñatos salchipaperos) no les recogen los sábados, que vaya a Almeida o al Sumo corda a protestar (cuando venda el piso de sus padres también va a recibir un 30 o un 50% por estar en la avenida (primera línea de playa a Reina Victoria, esa costa paradisíaca).
Lo de siempre, que
amargado (como los de por aquí que a darle al rec o tener vida y esas pamplinas), todo lo que quieras pollo pera; pero, el cubo es de esta casa y las sanciones por irregularidades basurarias son de esta comunidad del 6, de los Vascos. Hay un usuario testigo telefónico.
La diplomacia más creíble es que los enemigos entiendan que van a salir jodidos si se propasan, y es lo que la Europa ñoña se había olvidado (y mira que no hace tanto tiempo que la redujeron a escombro).
Perder la memoria no es aconsejable y dar todo por bueno ni os cuento, nada, eso de los enemigos no existe, si hay que repartir, buenos hermanos...
Entre la dinamitación de lo público de los emprendedores alegres, y que ahora nos va a entrar un canguelo que nos va a hacer multiplicar por tres o más el presupuesto en defensa, a olvidarse de sanidad y educación (que también, para lo que sirve...).
Sorprende que todos tan trémulos y nadie se haya dado cuenta que esta invasión ha dado el banderazo a cuadros de la pandemia.