Carmelopec (Brazo corrupto) escribió:
¿Almodovarianos?, ¿qué coño significa eso?
Pues echarle la culpa de todo a la iglesia y al rey.
A ver, que esto tiene poco que ver con la cruz de Borgoña. En España tenemos un montón de recursos naturales que nos permitirían cierta holgura en diversos campos. Por ejemplo, el energético. En la página esa del colegio de geólogos hay millones de datos para quien quiera verlos. Ahora mismo, en Canarias, Golfo de Vizcaya y Golfo de Valencia, hay posibilidad de extraer 410 mil millones de metros cúbicos de gas y unos 2 mil millones de barriles de petróleo. Todo parado no sea que estropeemos el medio ambiente. Mediante fracking se podría obtener hasta 2 billones de metros cúbicos de gas, suficiente como para abastecer al país durante 69 años. Hemos renunciado a seguir sacando uranio de, por ejemplo, Salamanca. En su lugar lo importamos, un 30% de Rusia.
Hablando de nucleares, hace casi 40 años, con la llegada de Felipe González al gobierno, cumplió una de las pocas promesas electorales que pudo cumplir, y fue cortar el progreso de las nucleares. La moratoria nuclear, que encima nos costó miles de millones a pagar durante 20 años en la factura de la luz como compensación a las compañías eléctricas. Yo recuerdo de chaval la proliferación de aquellos adhesivos de
Nucleares, No Gracias. De aquellos polvos, estos lodos. Ahora necesitamos petróleo y gas de fuera para generar energía por una mal entendida ideología ecologista. Hasta Lovelock, ideólogo de la hipótesis Gaia y puesto en un altar por los ecologistas, es partidario de las nucleares para combatir el cambio climático.
https://www.elmundo.es/elmundo/2007/03/08/ciencia/1173319588.html
Pero nosotros somos más listos que nadie y pensamos que con aerogeneradores y placas solares nos bastamos. Cosas de la transición energética. Eso sí, cuando con lo que tenemos no nos bastamos, compramos la electricidad a Francia que la obtiene de..... las nucleares.
Hablando de transición energética, para ésta es fundamental el litio. El mundo entero se da de bofetadas por disponer de litio para fabricar baterías (algún día conoceremos el coste medioambiental de la fabricación de baterías y de extraer el litio, pero ahora no..... mañana.......). En Extremadura existe una de las mayores reservas de litio de Europa. Obviamente, hay que sacarlo. Y luego, procesarlo. Y, finalmente, fabricar baterías. Entre mandangas políticas y medioambientales, el asunto sigue parado. Sorprendente, siendo Extremadura la segunda comunidad con más población parada de España. La extracción, procesado y transformación del litio supondría un webo de puestos de trabajo, pero ahí sigue el asunto...... parado.......
Minerales estratégicos como el cobre, coltán y wolframio. Del cobre qué voy a contar que no se sepa. El coltán es un mineral básico para la fabricación de móviles y su posesión cuesta muchas vidas en Congo. El wolframio, otro mineral cuyo uso industrial es amplísimo, tanto por su dureza (fabricación de piezas que exijan mínimo desgaste, como aquellas sometidas a alta fricción en motores, y alta penetrabilidad en materiales duros, como las brocas y herramientas perforadoras) como su conductividad eléctrica (paneles LCD, impresoras láser, dispositivos de vibración de teléfonos móviles, ....). Franco se infló a hacer dinero vendiendo wolframio a la Alemania nazi. De todo esto hay en Galicia. Todo parado.
Tierras raras, los elementos más codiciados del planeta, básicos para el desarrollo de tecnología avanzada y para la obtención de energías renovables. Las mayores reservas las tiene China, y en Castilla La Mancha hay. La España vaciada. Y seguirá vaciándose pues antes que explotar las tierras raras y sacar adelante una industria más que necesaria para el desarrollo de los manchegos, hay que proteger el hábitat del lince ibérico, el águila imperial y el milano real. Cuando en España empecemos a pasar hambre como nuestros abuelos, siempre podremos comernos los linces, las águilas y los milanos.
Amigo Carmelo, en nada de esto está ni el rey, ni la iglesia, mucho menos la cruz de Borgoña. Está nuestra gilipollez. ¡Qué inventen ellos!, se lamentaba Unamuno.