#54 ya pensaba que nadie mencionaría el Hartmann Neuron. Es de los pocos sintes más o menos conocidos que veo un poco 'nuevos' en cuanto a concepto. Y viene mucho al caso mencionarlo porque el sinte hardware era un controlador + un pc corriendo linux y el sinte soft
#77 coincido en lo importante de mencionar cómo los estilos de música de moda influyen a los fabricantes
Creo que, exceptuando las cuatro cosas dedicadas como Reaktor, el modular de Scope, el kyma capybara, max msp... los sintes soft/plugins tienden mucho al refrito de lo antiguo. Y todos los ejemplos que he puesto, por lo que veo, son más entornos de trabajo que sintes propiamente dichos y bastante ...especialistas, por decir algo.
Después de leer todos los posts de este hilo, más o menos en diagonal, lo siento pero lo único que me viene a la cabeza es preguntarme qué esperamos de los tiempos en que vivimos.
Desde el punto de vista de los sintetizadores como productos de consumo, está muy claro que el lavado de cara de lo antiguo sigue siendo rentable. Y buen ejemplo de ello ha sido que la moda de los analógicos virtuales de hace 15 años ha desembocado, de forma continua y sin interrupciones, en plugins que ya no sólo prometen sonar cada vez más fieles a esos clásicos de antaño sino que además nos regalan un interface bien bonito y calcado al original. Y los que no son copias directas de sintes antiguos, o se basan en ellos en buena medida, o están diseñados siguiendo los mismos patrones. Y si estas cosas funcionan es porque hay una familiaridad que los hace atractivos.
Familiaridad en cuanto a sonido, porque tienen el sonido 'clásico' y 'aprobado' que no admite críticas que suena en las radios y en los clubes a fecha de hoy, el sonido que ha hecho historia y que se sigue oyendo en esa música, lo cual es una fuente grande de confianza y refuerzo: "uau, un bombo de 808! clásico!". Y familiaridad también en cuanto a forma, aspecto y forma de uso, el usuario se siente cómodo con lo que conoce ("subo la resonancia, cierro el cutoff, etc..."). Por tanto, la manera de colar estos productos es, por un lado, decir que son nuevos mientras queda claro que esas novedades no van a afectar al usuario: el usuario puede estar tranquilo, no va a tener que esforzarse en aprender mucho o nada. Los sintes software eran una buena oportunidad para crear nuevos lenguajes en cuanto a uso e interacción con el usuario más adecuados al medio (¿por qué seguir dibujando un potenciómetro en el software?) y los fabricantes se lo han planteado más bien poco.
Realmente la música popular actual no acompaña mucho a la innovación. Por un lado, este año ha quedado finalmente claro que lo independiente sigue encogiéndose y que el reinado de lo mainstream no va a retroceder ni un paso en los años venideros, más bien se expandirá a otros terrenos y se disfrazará de auténtico y de independiente. Las virtudes de internet han sido un espejismo: la gente busca en internet aquello que ve en la tele, o en todo caso aquello que ya le es conocido, fin de la historia. Con un panorama así, la posibilidad de que entren sonidos nuevos, formas nuevas, estilos nuevos en la corriente mayoritaria, ahora reducida a muy pocas discográficas majors, es cada vez más difícil porque las inversiones que tienen que hacer son cada vez mayores y por tanto van a arriesgar lo mínimo y tirarán de refritanga (robin thicke plagiando a marvin gaye; la edm tirando de sonidos de eurotrance 90s, etc).
Veo difícil que haya una evolución real (no arreglos cosméticos, como meter un efecto de ableton en un hit dance) en la música, tanto en lo que a canciones como a instrumentos y herramientas se refiere, si no hay algo de base que lo empuje, algo que venga de la gente. Y está claro que eso, tan conectados a internet como estamos, mirándonos los unos a los otros e intentando buscar el aplauso fácil de nuestros congéneres continuamente, difícilmente va a pasar.
Así que ya sabéis, apagad el router, id al estudio del colega a pasar la tarde tantas tardes como haga falta y cuando tengáis algo se lo llevais al de la tienda de discos -si queda alguna en vuestra ciudad- para que lo escuche y os diga qué tal.