A nadie se le ocurriría pagar 2.000 euros por un ordenador de 1985 o un teléfono móvil de 2.003. Esa tecnología está obsoleta y los equipos modernos son muy superiores en prestaciones técnicas. Pero ¿qué pasa con los amplificadores de guitarra y las propias guitarras y bajos?
Son muy pocos los técnicos de sonido en directo que siguen usando mesas de mezcla analógicas. Casi todos se han pasado al digital y en la mayoría de estudios de grabación ya se usa Protools y cualquier otra consola moderna para la grabación de discos y maquetas. Entonces, ¿qué pasa con los pedales, los amplis y las guitarras antiguas? ¿Realmente se hacían mejor las cosas hace 40 o 50 años? ¿Son más musicales o están mejor construidos?
Muchas de las canciones más conocidas del Rock y el Pop, siguen siendo una referencia para músicos y técnicos de estudio de hoy en día. Se sigue buscando ese sonido porque fueron aquellos equipos los que crearon el estilo, la marca reconocible. Cuando pensamos en The Beatles, vemos amplificadores Vox, la Rickenbacker de John Lennon o el bajo Höfner de Paul McCartney.
Se piden cifras astronómicas por algunos Vox AC30 de los años 60 o 70, por una Gibson de los 50 o por un JTM 45 original de Marshall. Seguramente valen el dinero que se pide por ellos pero creo que todos estaremos de acuerdo que durante los años dorados del Rock se hacían buenos y malos amplificadores y guitarras. Evidentemente en aquella época valían un pastón y eran muy pocos los que podían acceder a ellos.
Muchos dirían que también existían equipos de bajo coste como el Fender Champ que venía a ser un amplificador de bajo costo, para ensayar en casa y que era un ampli de válvulas en clase A y que montaba válvulas con especificaciones militares y condensadores Mallory. Y tienen razón. Por algunos instrumentos musicales que resultaban asequibles en los 50 o 60, se piden precios ridículamente altos. Se han convertido en artículos de lujo y hace falta ser funcionario o dentista para permitirse comprar algo fabricado en esos años.
Si quieres un bajo Rickenbacker de los 70 ya puedes preparar 5 o 6000 dólares pero es indudable que hoy en día hay instrumentos de similar calidad y muy buen sonido por bastante menos dinero. Quizá no sean Fender o Gibson pero haberlos hailos.
Válvulas vs Condensadores
La válvula es más musical y el condensador más frío, más plano, más lineal.
El germanio tiene mejor respuesta que el silicio. Todos hemos escuchado la misma canción durante años. Pero el caso es que el sonido de un ampli o pedal con solo está relacionado con los componentes. A veces nos olvidamos de que un factor esencial dentro del sonido de un equipo electrónico está en el esquema mismo. El Vox Conqueror, utilizado por The Beatles para la grabación de “Sargeant Pepper Lonely Hearts Club Band” estaba construido con condensadores y suena muy parecido a las válvulas. No hay magia en ello. La electrónica es una ciencia. El sonido de ese ampli está determinado por la propia arquitectura electrónica y no tanto por los componentes en si.
Los propios amplificadores a válvulas llevan muchísimos condensadores y podría asegurar que un ampli que tenga más de 40 años, tendrá muchos condensadores completamente secos por lo que el sonido de ese equipo no será muy parecido a como sonaba originalmente. En cuanto a las resistencias, en la época dorada del Rock tenían unas tolerancias del 20%. Hoy en día el standard de tolerancia para una resistencia ronda el 5%. Por tanto, la fabricación de un equipo moderno será mucho más preciso, más ajustado al diseño. Es cierto que la tolerancia importa dependiendo del punto del esquema. Dependiendo de la etapa de amplificación, la tolerancia es más o menos importante, pero me parece indudable que la tecnología actual es muy superior a la de los años 60.
Dinero. Sucio dinero.
Me temo que la calidad de sonido está íntimamente relacionada con el dinero. No he podido encontrar información exacta pero haciendo cálculos, en los años 60 un Vox AC30 podía costar dos y tres veces el sueldo mínimo de un inglesito. Si el sueldo mínimo en España ronda los 1.080 euros, nos gastaríamos 3.240€ en un amplificador. Creo que un ampli fabricado en 2022 o 2023 por ese precio tendría un sonido más que decente.