Según Dan Lavry, diseñador de los convertidores Lavry (un experto), existe un compromiso entre velocidad y "precisión", entendida ésta última en el sentido más corriente de la palabra.
A mayor velocidad de muestreo, menor precisión puede esperarse del mismo.
Por otro lado, está el teorema de Nyquist, que nos dice que la frecuencia de muestreo debe ser el doble del ancho de banda de la señal original.
20KHz es un límite superior para lo humanamente audible, según algunos estudios sicoacústicos, por consiguiente estadísticos, llevados a cabo sobre el tema. Sin embargo, estudios posteriores han mostrado que algunas personas pueden escuchar el efecto de los armónicos o, para decirlo en términos musicales, "parciales" de algunos instrumentos musicales, hasta incluso 28KHz.
Según ésto, una frecuencia de muestreo adecuada, y talvez definitiva, podría ser 60KHz.
Talvez sea necesario admitir que 44.1 KHz deje algo del material audible por fuera, pero mientras se piense distribuir la música en CD's, esto ya será inevitable.
Sin embargo, ya pensando en otros formatos, es en extremo difícil sustentar la necesidad técnica de 96KHZ, cuando con solo 60KHz estábamos ya "cubiertos", al menos nosotros los humanos.
En este sentido, si uno quiere, aunque excediéndose un poco aún, 88.2KHz no es tan exagerado como 96KHz, presenta un poco menos de carga para el computador tanto en términos de procesamiento como de almacenamiento, y presenta un problema potencial muchísimo menor a la hora del resampleo hacia 44.1KHz.
Pero 192KHz es indefensable. La distorsión armónica generada por la velocidad, al presentar por sí sola un obstáculo para la precisión en el sampleo no es justificable si tenemos en cuenta que la máxima frecuencia muestreable en ésas condiciones es 96KHz, lo que se encuentra mucho más allá de las posibilidades humanas.
En otras palabras, unos se pone a comprar un equipo muy costoso, duplica la carga del computador en términos de procesamiento y almacenamiento, de paso pierde precisión, y todo para nada!
Las personas que dicen percibir una diferencia entre 192KHz y 96KHz, en caso de que no sean víctimas del “efecto placebo” y en realidad estén escuchando “algo”, ese algo se deberá a una reducción en la calidad y no al contrario.
El pico en la calidad del muestreo del audio se encuentra alrededor de los 60KHz y comienza a disminuír a partir de ese punto. Así, es fácil darse cuenta de que el muestreo a 192KHz es de inferior calidad a la de 96KHz y no al contrario. También, que 96KHz está más dejos de 60KHz y es por consiguiente un poco inferior a 88.2KHz. 48KHz sí es mejor que 44.1KHz por estar más cerca de 60KHz, pero si se trata de crear un CD al final, la distorsión armónica generada por el resampleo a 44.1KHz será muy notoria, por el hecho de ser tan cercanas.
La desmejora de la señal obtenida al final en el caso de los 96KHz se debe a una excesiva velocidad de muestreo y en el caso de 44.1KHz a la excesiva proximidad de las frecuencias de corte de los filtros a la región humanamente audible. Al muestrear a 88.2KHz se desplaza la necesidad de filtros hacia frecuencias no audibles, lo que puede resultar en muchos casos en una señal digital mucho más parecida a la original.
En mi opinión, con un buen convertidor AD, 88.2KHz es un buen compromiso entre diversos factores que influyen en el muestreo, dando los mejores resultados posibles, mientras no exista un fabricante que construya el convertidor de 60KHz.
Para el que no le moleste leer en inglés, el artículo completo de Dan Lavry:
http://www.lavryengineering.com/documen ... Theory.pdf