A mi entender, El "efecto proximidad" a efectos prácticos es uno más de los múltiples recursos de los que el vocalista dispone para aumentar la expresividad de su instrumento formado por el binomio aparato fonador / micrófono.
Tras varias décadas de intentar domar ése jodido aparato musical la mencionada técnica me ha proporcionado muchas satisfacciones y algún que otro cabreo, pero ahora pretendo dar lo que se antoja un imposible paso adelante.
Me explico.
Ése bendito aumento de graves y armónicos (cuando se consigue controlar) aparece cuando menos lo necesitas, al pegarte al micro, y eso suele hacerse al ejecutar notas graves, susurros, expresiones a media voz y situaciones similares en las que ya usamos naturalmente nuestros registros más graves y ricos.
Yo ya hace tiempo que intento experimentar con cantar "al revés" es decir, alejarme del micro en las notas graves y atenuadas, y acercarme todo lo posible en las ayudas y gritonas.
Es muy jodido traicionar años de instinto y movimientos mecanizados, así que no hay manera.
Llego al meollo se la cuestión.
Existe, o podría diseñarse, o tal vez acondicionar algún artilugio soft o hardware para que un micro o juego de micros consiguiese "invertir" el efecto proximidad para hacerlo más patente a medida que uno se aleja del micro?
Se me antoja físicamente imposible, pero antes de abandonar definitivamente la idea he considerado exponerla públicamente (aún a riesgo de la mofa, befa y escarnio que puede generar) por si alguno de los expertos en el tema encuentra alguna solución.
La ignorancia es muy osada, pero si un antepasado nuestro no hubiese osado levantar las patitas delanteras, aun andariamos todos a gatas, usaríamos únicamente micrófonos de solapa o diadema y tal vez no habríamos descubierto el efecto proximidad