ok escribió:
El libre mercado no es más que gente libre llegando a mutuos acuerdos. Y ya esta.
Cuando tienes una necesidad ya no eres completamente libre. Si realmente es una necesidad, eres un esclavo de su satisfacción. Con tu ejemplo del "hambre", me vale: el que tiene hambre no es libre: ofrecerá todo lo demás por la comida que necesita.
ok escribió:
Y es más o menos lo mismo en la vida íntima: La gente tiene que ser libre de llegar a los acuerdos que crea convenientes en la cama.
Me huele a error lógico:
1) el libre mercado es gente libre llegando a mutuos acuerdos
y pareces inferir que:
2) cualquier relación de gente llegando a mutuos acuerdos es un mercado
Con lo que habríamos llegado a la mercantilización de toda esfera de actividad humana. Toda relación se concibe como un intercambio que debe quedar equilibrado. Lo curioso es que esta visión es errónea.
ok escribió:
Que el Estado obligue mediante coerción a la gente a transar en los términos y condiciones que le sale de las gónadas (como poniendo límite de precios, o imponiendo salario mínimo arbitrariamente), es tan aberrante como que el Estado te obligue a tener sexo solo en la posición del misionero, con el método del coitus interruptus.
Los estados sólo pueden obligar, obviamente, mediante coerción. ¿La alternativa es que los estados se echen a un lado y no pongan ningún límite al tipo de acuerdos a los que se puede llegar?
Edito para añadir: ¿y quiénes se creen los estados para imponer normativas de sanidad alimentaria? ya decidirán los consumidores si quieren adquirir productos tóxicos o no y el mercado ya se encargará de castigar a los proveedores que se lo merezcan. ¿Y por qué meten sus narices en el control de medicamentos? El mercado ya pondrá a las farmacéuticas que proporcionen medicamentos defectuosos en su sitio...
Aquí tenemos a unos mineros en los buenos tiempos en los que los estados no metían tanto sus narices en normativas laborales:
https://i.imgur.com/5bvf2oE.png