Dios! Y nueve años después alguien "da la cara"... Y quién sera...
Bueno, después de lo vivido pongo en duda todas y cada unas de las letras escritas en su post... y es que son tan patéticos que lo único que se les ocurre es mandarme a leer las condiciones...
Como quizá tenga ganas de leer, le voy a contar la historia de "El pequeño currante y el Castillo del Infierno"...
Erase una vez un pequeño y humilde currante que compraba material de sonido e iluminación en El Castillo del Infierno. El hombre era feliz junto a los suyos, desde el año 2003 cuando amablemente lo atendían el Sir Kupper III y la Lady Ursula Chamberlaim, todo era armonía el arco iris brillaba y los pájaros cantaban, no había crisis, etc... La relación comercial entre aquel humilde pero impetuoso pequeño currante continuó durante 7 maravillosos siglos, en los que aquel pequeño currante con especial esfuerzo por la situación geográfica, consiguió realizar compras de artículos por valor superior a 28000 maravedíes... el cielo era azul.
Hasta que un día apareció un malvado vendedor, que venía de tierras lejanas con sus "andares prepotentes" y que era odiado por gran parte de la galaxia, pero tenía muchos defectos, se le brotaban las hemorroides y le apestaba el aliento hasta por teléfono...
Entonces el pequeño currante, que había obtenido un crédito en el banco del reino, se dirigió al vendedor, ya que Sir Kupper III y la Lady Ursula Chamberlaim habían sido finados por el Rey, que había designado al vendedor para engañar al pequeño currante...
El pequeño currante siempre en búsqueda de los mejores precios, le consultó al vendedor respecto a b-stock y este le contestó: "A las islas no se envían b-stock" pagando así la totalidad de un artículo nuevo.
Después del pago de la totalidad de la compra y con el habitual envío gratuito hasta en artículos de inferior precio, el pequeño currante recibe una llamada para informarle que: "Si quieres el pedido debes pagar un envío ya que el seguro de Correos del Reino Español no cubre tan alto importe y rápido que no tengo más tiempo para este pedido"... el pequeño currante descolocado ante aquella situación y sin entender aquel trato, decidió abonar los más de 200 maravedíes que costaba el envío, comenzando así su descenso a las mismas mazmorras del Castillo del infierno...
Pasados 40 días, 10 más de los previstos para la llegada del pedido, el pequeño currante decide llamar al Castillo del Infierno para solicitar alguna información, porque según un único comentario "por la agencia que le enviamos el pedido no genera trakking de seguimiento" y la contestación a su llamada por parte del vendedor fué: "debe llegar en dos o tres días, no molestes más que no tenemos más información" y le colgó con sus andares al teléfono... El pequeño currante esperó un par de días y el pedido nunca llegó... Por suerte, un día el vendedor había asistido al proctólogo y al llamar el pequeño currante, un nuevo súbdito del Rey le informó de manera mágica el nombre de la empresa del envío y por el que pequeño currante pudo encontrar no sin esfuerzo su deseado pedido. El pedido se encontraba en el reino colindante desde hace 15 día y peor aún, lo iban a retornar por falta de recogida. El pequeño currante tuvo que pagar otro nuevo envío de reino a reino por algún centenar de maravedíes más (suma y sigue yuujuuuu)...
Ya una vez recibido el pedido, el pequeño currante se percata de que algo va mal, los láseres eran los que los indios utilizaron cuando Colón llegó América! flightcases rotos, ventiladores llenos de polvo, manuales sucios, diodos desgastadisísimos, las ruedas ya estaban cuadradas de tanto uso, etc, etc, etc... (Existen fotos de la epoca y todo).
Cuando el pequeño currante se comunicó con El Castillo del infierno para solicitar explicaciones, el vendedor espetó: "desconozco por qué han enviado b-stock pero no hay más que hablar, si no los quieres devuelvelos...(Bingo! 200 maravedíes más Siiiiiiiiuuuu!)...
El pequeño currante devolvió los láseres a El Castillo del Infierno teniéndose que comer él y los suyos durante 30 días y 500 noches todos los cables, sujeciones, programa informático, interface, adaptadores, etc, etc, etc... sin poder devolverlos por el elevado coste del envío... Pero es que tampoco pudo recuperar los maravedíes de impuestos al Reino ya que: "no emitimos facturas en negativo por devoluciones"... Toma ya!
Desde entonces el pequeño currante juró la más cruel de las venganzas e informa con absolutamente toda la documentación que cuenta, desde los organismos unicelulares a seres vivos de otras dimensiones, y no parará hasta el último suspiro que le quede...
Colorín colorado...