Grabación en directo "complicada"
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Un gran trabajo señor Sendra, tanto en el montaje, como en la explicacion por el foro. Será muy util a gente como yo que estamos estudiando esto del sonido directo. Si tienes la posibilidad y las ganas de subir tus '' cronicas'' de montaje y grabacion de directos te estaría( y segurisimo que no solo yo...) mas que agradecido!
Muchas gracias por la info
Un saludo!!
Muchas gracias por la info
Un saludo!!
Pre-producción.
Llevo años trabajando con Roger Mas, cantautor catalán que abraza diferentes estilos musicales. Empecé con él en la presentación del disco "Mística Domèstica", muy "popero" y, hasta hoy, sigo a su lado. El caso es que para este último trabajo suyo hemos trabajado codo con codo para conseguir lo que tenemos entre manos: la grabación de un directo, pero que nos permitiera evitar los típicos problemas de un directo. El resultado es un disco, como escuharéis en su momento que, seguramente, hará pensar que no es directo. ¡Pero lo es!
En Pre-producción empezamos estudiando la sonoridad de la cobla: una formación musical típica catalana, compuesta por 11 músicos en una característica formación: en dos hileras se colocan, de izquierda a derecha (des del punto de vista del público) flabiol (una flauta, para entendernos, muy pequeña), dos tibles, dos tenoras y detrás dos trompetas, un trombón y dos fiscornios. Apartado ligeramente a nuestra derecha un contrabajo. Normalmente esta formación toca "a pelo". Pero tenía que existir una comunión con el resto de músicos: un cantante, un piano acústico, una batería/percussión y otro contrabajo que, en otros momentos, tocaba el bajo eléctrico.
Tuvimos una primera aproximación en dos conciertos anteriores a la grabación del disco: un pseudo-experimento en la sala pequeña del Palau de la Música de BCN (de donde sacamos, por cierto, el bonus track "La Santa Espina", esta sí, con una clara sonoridad de "concierto") y, más tarde, con todo el repertorio que está en el disco, en el teatro Kursaal de Manresa. En este último sólo grabé una versión LR del concierto, mientras que del primero, aprovechando una SC-48, tomé tomas independientes (16 canales), básciamente para estudiar "cómo sonaba".
Nos dimos cuenta que era necesario utilizar muchos micrófonos "ambientes" y que eso haría que el sonido (ruido) del escenario nos llegaría por doquier. ¿Era un problema? Para mi gusto sí; para el del resto no importaba. Pero a mi no me gustan los conciertos "sucios", ya que restan dinámica y control de frecuencia (a mi me gusta más mezclar por frecuencia que por nivel de volumen). Además, Xavier Guitó (pianista de la banda y compositor) fue el encargado de realizar la "traducción" de los temas a su versión con cobla y, como es él, había muchos momentos en que los detalles de unos y otros eran magníficos. Creía (y así sucedió) que basar la grabación en toma ambiental restaría poder y energía al global de la mezcla.
A todo ello sumarle que Roger y servidor coincidíamos que debíamos apostar por un margen dinámico brutal. Tanto daba que el mundo musical hubiera apostado por reducir ese margen en pro del "siemrpe a volumen máximo"... Sería un disco "especial", raro y nos podíamos permitir ese "lujo". Entonces... ¿cómo lo consigo?
La primera opción fue recurrir a monitores in-ear. Imposible. De todos los músicos en el escenario (11 de la cobla, Roger y sus otros 3 músicos: bajo, piano y batería), sólo 3 estaban de acuerdo con ello, básicamente los músicos de la banda, acostumbrados al mundo pop. Pero la cobla no lo vio con buenos ojos y sabía, por experiencias anteriores, que Roger no se sentía cómodo. De ahí la apertura de este post. Finalmente, como sabemos, opté por monitores para el cantante y para la Cobla, dejando auriculares para los otros 3. Y funcionó, claro que funcionó... junto con otras cosas.
Microfonía
Doble set microfónico. Por un lado apostar por la microfonía ambiente. Tal y como toca Pinyu Martí, el batería, siempre me ha gustado abrir mucho sus OverHeads (OH), por lo que un gran diafragma era la opción (2 414 colocados justo sobre los platos, cerca de ellos, pero permitiendo absorber los sonidos de todo su set). Para el piano otros 2 414 en formación lineal (es decir, nada de LR, más bien cuerpo superior e inferior) y la cobla tendría un ambiente para cada instrumento (que a veces son dos: 2 tibles, 2 tenoras, 2 trompetas y 2 fiscornios). Para la cobla recurrí a los C3000, a excepción del flabiol (414 más cerca de él) y trombón (un C451 más cerrado y controlable). Aún así, removí el espacio físico de todos los músicos para permitir un control mejor de los sonidos no deseados entre cada micrófono ambiente.
Lo primero fue cambiar de posición batería y piano. Este último, además, era el director musical, lo que debía permitir tener contacto visual con todos los músicos. Normalmente colocamos la batería en mi derecha y el piano en mi izquierda, pero esto hace que todo el sonido de la cobla se "cuele" por los micrófonos del piano. Al colocarlos al otro lado conseguía que la propia tapa del piano actuara como barrera acústica. El pianista daba la espalda al público en aras de conseguir ese contacto visual con todos los músicos. Pianista, bajo y batería utilizarían in-ears.
Para la cobla decidí seprara las dos líneas casi 2 metros, lo que me permitiría que los C3000 captasen bien el cuerpo armónico de todos los intrumentos y alejar, sobretodo, la primera fila de C3000 de los instrumentos de la segunda fila. Además, Roger estaba delante de la cobla, que alejé lo máximo que pude. Los monitores de la cobla estaban en linea con los C3000, por lo que aquello que escupieran no llegaría directamente a los propios micrófonos. Utilicé 4 cuñas QSC de 12", dos para cada hilera y, durante los tres días de concierto opté por hacer yo mismo, desde FOH, el monitorage (para así controlar los niveles). No es que tenga nada contra los técnicos de monitores, pero se registró en el teatro de solsona, de 300 personas, por lo que había un contacto visual muy bueno con los músicos y esto fue suficiente.
Para Roger opté por 2 cuñas SRX de JBL. Colocadas a 45º del micrófono (un KM105) para que su incidencia fuera mínima, tanto para el propio micrófono de Roger como para la cobla.
Sigo con la microfonia. Soy un amante absoluto de los ATM35 (AT350). Por ello, además de la toma ambiental, opté por que cada instrumento de caña y viento tuviera su propio micro de acento: en total 11 ATM35 para la cobla (había una tuba adicional). Los de SeeSound me cedieron 5 DPA 4099 Hi: 1 de ellos fue para la tenora principal, que tenía bastante protagonismo en algunos temas. Siendo la tenora un instrumento difícil, creí (y acerté) que el DPA me daría más "cuerpo. Para los contrabajos recurrí a la misma opción: un KM184 para la toma lejana y un DPA4099 Hi para la cercana. Finalmente, dos DPA4099Hi consecutivos fueron colocados en el piano (perpendiculares en eje a los 414, lo que me dio, como luego disfruté en mezclas, un sonido amplio, pero difuso: no tenía el LR convencional, sino un piano de cuerpo entero -era un Yamaha C3).
Me queda la batería: 91 y 52 para bombo, caja superior con ATM350 (os lo dije: me encantan) y 421, inferior con 57; tom y golliat con 98 y otro ATM35 para la percusión (tambor y darbuka).
Finalmente: 2 parejas de C3000 para el público y otra de 451.
Mesa FOH
El reto era doble: grabar el concierto y realizar un concierto. Pensé en la posibilidad de contratar a alguien que llevara un splitter, previos y ProTools para olvidarme de ello. Debía centrarme en la mezcla para directo (además con monitores), pero como que era una grabación y complicada en todas sus vertientes (la propia grabación, la novedad de la instrumentación, etc.), finalmente opté por controlar todo el proceso. ¿Cómo? Una D-SHOW (de hecho, la propia de José Dalama, al que le agradezco el esfuerzo y su generosidad). Como sabéis, esta mesa suena de maravilla, permite un control absoluto de la mezcla y facilita ENORMEMENTE la grabación en directo mediante ProTools. De esta manera todo estaba en mis manos. Se utilizó un HD3 para la grabación de todos los micrófonos e incluso del LR de trabajo. De esta manera, por las mañanas nos reuníamos los productores para decidir qué abordar cada día. Incluso se realizaron tomas "sin público" de seguridad (sobretodo en pasajes complicados). Fue un placer trabajar con esa mesa en todos los sentidos. Además, la reducción de material (splitters básicamente) me ofreció una señal muy buena y tremendamente limpia.
La anécdota viene, pero, el primer día. Para utilizar el mínimo cableado y dejar el espacio del escenario lo más amplio posible utilicé los 2 stage rack que dispone la D-Show que me prestaron: la cobla y el piano iban al StageRack2; la batería, la voz y el bajo al SR1. Para ello utilicé, entonces, 3 DigiLinks (con 2 podría haber hecho): 1 para cada SR y otro para los canales redundantes. El primer día alguien "tiró" un jersey al ProTools y al recogerlo desconectó uno de esos DigiLinks. Resultado: no se grabó nada del StageRack 1 (¡la voz!). Por suerte nos quedaban 2 intetos más. Fueron bien. Como curiosidad este primer concierto fue el 28 de diciembre y cuando me di cuenta del "error" (también mío por no verificarlo todo antes de empezar) todo el mundo se pensó que era la inocentada. No lo era, no.
Edición
Una vez todo grabado nos prohibimos escuchar ni tan siquiera hablar de este proyecto durante un par de semanas. Primero porque era navidad y la familia era más importante y, segundo, porque la distancia es siempre necesaria. Por suerte para mi, actualmente vivo en Estepona (Málaga) y me dispuse a editar todo el material sólo en mi estudio (casero: un ProTools LE y unas escuchas PMC). Esto me permitió trabajar horas y horas con el material "seco" e irme haciendo una construcción poco a poco de lo que quería. Roger vino unos días a ver los resultados y fuimos editando el material (seleccionando las tomas buenas, corrigiendo algunas cosas... lo habitual). En este proceso me di cuenta que la sonoridad de los micrófonos de acento era tremendamente buena. Muy buena. Confirmé que la captación ambiental había dado sus frutos y que podía hacer "lo que quisiera". Y aposté por una mezcla radical, nueva.
(...)
Llevo años trabajando con Roger Mas, cantautor catalán que abraza diferentes estilos musicales. Empecé con él en la presentación del disco "Mística Domèstica", muy "popero" y, hasta hoy, sigo a su lado. El caso es que para este último trabajo suyo hemos trabajado codo con codo para conseguir lo que tenemos entre manos: la grabación de un directo, pero que nos permitiera evitar los típicos problemas de un directo. El resultado es un disco, como escuharéis en su momento que, seguramente, hará pensar que no es directo. ¡Pero lo es!
En Pre-producción empezamos estudiando la sonoridad de la cobla: una formación musical típica catalana, compuesta por 11 músicos en una característica formación: en dos hileras se colocan, de izquierda a derecha (des del punto de vista del público) flabiol (una flauta, para entendernos, muy pequeña), dos tibles, dos tenoras y detrás dos trompetas, un trombón y dos fiscornios. Apartado ligeramente a nuestra derecha un contrabajo. Normalmente esta formación toca "a pelo". Pero tenía que existir una comunión con el resto de músicos: un cantante, un piano acústico, una batería/percussión y otro contrabajo que, en otros momentos, tocaba el bajo eléctrico.
Tuvimos una primera aproximación en dos conciertos anteriores a la grabación del disco: un pseudo-experimento en la sala pequeña del Palau de la Música de BCN (de donde sacamos, por cierto, el bonus track "La Santa Espina", esta sí, con una clara sonoridad de "concierto") y, más tarde, con todo el repertorio que está en el disco, en el teatro Kursaal de Manresa. En este último sólo grabé una versión LR del concierto, mientras que del primero, aprovechando una SC-48, tomé tomas independientes (16 canales), básciamente para estudiar "cómo sonaba".
Nos dimos cuenta que era necesario utilizar muchos micrófonos "ambientes" y que eso haría que el sonido (ruido) del escenario nos llegaría por doquier. ¿Era un problema? Para mi gusto sí; para el del resto no importaba. Pero a mi no me gustan los conciertos "sucios", ya que restan dinámica y control de frecuencia (a mi me gusta más mezclar por frecuencia que por nivel de volumen). Además, Xavier Guitó (pianista de la banda y compositor) fue el encargado de realizar la "traducción" de los temas a su versión con cobla y, como es él, había muchos momentos en que los detalles de unos y otros eran magníficos. Creía (y así sucedió) que basar la grabación en toma ambiental restaría poder y energía al global de la mezcla.
A todo ello sumarle que Roger y servidor coincidíamos que debíamos apostar por un margen dinámico brutal. Tanto daba que el mundo musical hubiera apostado por reducir ese margen en pro del "siemrpe a volumen máximo"... Sería un disco "especial", raro y nos podíamos permitir ese "lujo". Entonces... ¿cómo lo consigo?
La primera opción fue recurrir a monitores in-ear. Imposible. De todos los músicos en el escenario (11 de la cobla, Roger y sus otros 3 músicos: bajo, piano y batería), sólo 3 estaban de acuerdo con ello, básicamente los músicos de la banda, acostumbrados al mundo pop. Pero la cobla no lo vio con buenos ojos y sabía, por experiencias anteriores, que Roger no se sentía cómodo. De ahí la apertura de este post. Finalmente, como sabemos, opté por monitores para el cantante y para la Cobla, dejando auriculares para los otros 3. Y funcionó, claro que funcionó... junto con otras cosas.
Microfonía
Doble set microfónico. Por un lado apostar por la microfonía ambiente. Tal y como toca Pinyu Martí, el batería, siempre me ha gustado abrir mucho sus OverHeads (OH), por lo que un gran diafragma era la opción (2 414 colocados justo sobre los platos, cerca de ellos, pero permitiendo absorber los sonidos de todo su set). Para el piano otros 2 414 en formación lineal (es decir, nada de LR, más bien cuerpo superior e inferior) y la cobla tendría un ambiente para cada instrumento (que a veces son dos: 2 tibles, 2 tenoras, 2 trompetas y 2 fiscornios). Para la cobla recurrí a los C3000, a excepción del flabiol (414 más cerca de él) y trombón (un C451 más cerrado y controlable). Aún así, removí el espacio físico de todos los músicos para permitir un control mejor de los sonidos no deseados entre cada micrófono ambiente.
Lo primero fue cambiar de posición batería y piano. Este último, además, era el director musical, lo que debía permitir tener contacto visual con todos los músicos. Normalmente colocamos la batería en mi derecha y el piano en mi izquierda, pero esto hace que todo el sonido de la cobla se "cuele" por los micrófonos del piano. Al colocarlos al otro lado conseguía que la propia tapa del piano actuara como barrera acústica. El pianista daba la espalda al público en aras de conseguir ese contacto visual con todos los músicos. Pianista, bajo y batería utilizarían in-ears.
Para la cobla decidí seprara las dos líneas casi 2 metros, lo que me permitiría que los C3000 captasen bien el cuerpo armónico de todos los intrumentos y alejar, sobretodo, la primera fila de C3000 de los instrumentos de la segunda fila. Además, Roger estaba delante de la cobla, que alejé lo máximo que pude. Los monitores de la cobla estaban en linea con los C3000, por lo que aquello que escupieran no llegaría directamente a los propios micrófonos. Utilicé 4 cuñas QSC de 12", dos para cada hilera y, durante los tres días de concierto opté por hacer yo mismo, desde FOH, el monitorage (para así controlar los niveles). No es que tenga nada contra los técnicos de monitores, pero se registró en el teatro de solsona, de 300 personas, por lo que había un contacto visual muy bueno con los músicos y esto fue suficiente.
Para Roger opté por 2 cuñas SRX de JBL. Colocadas a 45º del micrófono (un KM105) para que su incidencia fuera mínima, tanto para el propio micrófono de Roger como para la cobla.
Sigo con la microfonia. Soy un amante absoluto de los ATM35 (AT350). Por ello, además de la toma ambiental, opté por que cada instrumento de caña y viento tuviera su propio micro de acento: en total 11 ATM35 para la cobla (había una tuba adicional). Los de SeeSound me cedieron 5 DPA 4099 Hi: 1 de ellos fue para la tenora principal, que tenía bastante protagonismo en algunos temas. Siendo la tenora un instrumento difícil, creí (y acerté) que el DPA me daría más "cuerpo. Para los contrabajos recurrí a la misma opción: un KM184 para la toma lejana y un DPA4099 Hi para la cercana. Finalmente, dos DPA4099Hi consecutivos fueron colocados en el piano (perpendiculares en eje a los 414, lo que me dio, como luego disfruté en mezclas, un sonido amplio, pero difuso: no tenía el LR convencional, sino un piano de cuerpo entero -era un Yamaha C3).
Me queda la batería: 91 y 52 para bombo, caja superior con ATM350 (os lo dije: me encantan) y 421, inferior con 57; tom y golliat con 98 y otro ATM35 para la percusión (tambor y darbuka).
Finalmente: 2 parejas de C3000 para el público y otra de 451.
Mesa FOH
El reto era doble: grabar el concierto y realizar un concierto. Pensé en la posibilidad de contratar a alguien que llevara un splitter, previos y ProTools para olvidarme de ello. Debía centrarme en la mezcla para directo (además con monitores), pero como que era una grabación y complicada en todas sus vertientes (la propia grabación, la novedad de la instrumentación, etc.), finalmente opté por controlar todo el proceso. ¿Cómo? Una D-SHOW (de hecho, la propia de José Dalama, al que le agradezco el esfuerzo y su generosidad). Como sabéis, esta mesa suena de maravilla, permite un control absoluto de la mezcla y facilita ENORMEMENTE la grabación en directo mediante ProTools. De esta manera todo estaba en mis manos. Se utilizó un HD3 para la grabación de todos los micrófonos e incluso del LR de trabajo. De esta manera, por las mañanas nos reuníamos los productores para decidir qué abordar cada día. Incluso se realizaron tomas "sin público" de seguridad (sobretodo en pasajes complicados). Fue un placer trabajar con esa mesa en todos los sentidos. Además, la reducción de material (splitters básicamente) me ofreció una señal muy buena y tremendamente limpia.
La anécdota viene, pero, el primer día. Para utilizar el mínimo cableado y dejar el espacio del escenario lo más amplio posible utilicé los 2 stage rack que dispone la D-Show que me prestaron: la cobla y el piano iban al StageRack2; la batería, la voz y el bajo al SR1. Para ello utilicé, entonces, 3 DigiLinks (con 2 podría haber hecho): 1 para cada SR y otro para los canales redundantes. El primer día alguien "tiró" un jersey al ProTools y al recogerlo desconectó uno de esos DigiLinks. Resultado: no se grabó nada del StageRack 1 (¡la voz!). Por suerte nos quedaban 2 intetos más. Fueron bien. Como curiosidad este primer concierto fue el 28 de diciembre y cuando me di cuenta del "error" (también mío por no verificarlo todo antes de empezar) todo el mundo se pensó que era la inocentada. No lo era, no.
Edición
Una vez todo grabado nos prohibimos escuchar ni tan siquiera hablar de este proyecto durante un par de semanas. Primero porque era navidad y la familia era más importante y, segundo, porque la distancia es siempre necesaria. Por suerte para mi, actualmente vivo en Estepona (Málaga) y me dispuse a editar todo el material sólo en mi estudio (casero: un ProTools LE y unas escuchas PMC). Esto me permitió trabajar horas y horas con el material "seco" e irme haciendo una construcción poco a poco de lo que quería. Roger vino unos días a ver los resultados y fuimos editando el material (seleccionando las tomas buenas, corrigiendo algunas cosas... lo habitual). En este proceso me di cuenta que la sonoridad de los micrófonos de acento era tremendamente buena. Muy buena. Confirmé que la captación ambiental había dado sus frutos y que podía hacer "lo que quisiera". Y aposté por una mezcla radical, nueva.
(...)
PA
Me olvidé de la PA. Fue una VERTEC colocada en vertical y a los lados más extremos de la boca del escenario, con refuerzo de subgraves ECLER. El teatro donde se grabó es "pequeño" y por suerte divide bien escenario de platea físicamente. Así, la PA lo más lejos de la boca posible, a un nivel de volumen racional (no muy fuerte) y que "pique" a la cabeza de la gente, para que así no haya rebote de atrás a delante. Hay muy poca PA colada en los micros.
Mezcla
Para la mezcla finalmente me fui a la Bucbonera (http://www.bucbonerarecords.com) donde, además de una amistad buena con Tomás Robisco (el ingeniero jefe) dispone de un muy buen outboard y de una NEVE Genesys de reciente adquisición (del año pasado). Creo que sólo hay 3 en España. Es un estudio pequeño, pero su consola y también sus escuchas ATC son magníficas.
Des del primer momento tenía claro que, además de un disco, quería ofrecer una nueva visión de cómo debe sonar una cobla. Hace unos 10 años, trabajé con TV de Catalunya (TV3) en móviles como técnico de sonido. Hubo una temporada que estuvimos grabando todos los "aplecs" que se hacían en Catalunya para el programa "Aplecs i ballades"... léase: 8 horas diarias de cobla cobla y cobla. Para ello se utilizaba un set MS de Neumann (creo recordar) y un refuerzo a flabiol y a contrabajo con 2 SM58. ¡Era monótono! Había un estéreo muy cerrado y sonaba más o menos bien, pero todo eran limitaciones. Claro que con este set el margen de maniobra es "corto". Además, para este disco me empapé de discos de cobla, tanto directos como de estudio y siempre me ha parecido que las grabaciones son "clásicas": no hay riesgo en apertura horizontal y apenas ganas de "cambiar" las cosas. Joder, si los bombos no suenan a bombo ¿porqué mantener esas estructuras clásicas en las coblas?
Además, Xavier Guitó propuso para el espectáculo a veces la formación de cobla, a veces utilizar los intrumentos de la cobla para otros propósitos. Así, había momentos "Sgt. Peppers" con los metales, otros donde los tibles y las tenoras jugaban a repetir la melodía, el trombón conseguía protagonismo o la tuba luchaba con el contrabajo para quedarse con los graves.
Lo primero que propuse fue ampliar el sonido de la cobla en horizontal: ser más radical en la panoramización; pero también en profundiad. No sé cómo decirlo, pero en momentos en que los metales quieren absorver las cañas lo suyo es ¡que lo hagan! Movimiento.
Estudié muy bien el orden de mezclas. Amén del tema de "La Sant Espina" (menos pistas, todo ambientes, público colándose por los OH...), empezamos "construyendo" la cobla sonoramente, luego añadiéndole la voz, el piano, etc... para ir desmenuzando la idea de cobla para ir recolocando los instrumentos de la cobla en nuevos sitios, texturas y espacios. Esto hacía que fuera impreciso recurrir a los ambientales. Evidentemente, los acentos se convertían en más necesarios, por lo que entraron en juego las compresiones paralelas (para los acentos, todo pasaba a un bus paralelo con los Distressors como protagonistas) y algunos canales SSL para texturizar mejor la tenora y otros elementos.
La Genesys se comporta de maravilla. La calidad de la grabación permitió que las ecualizaciones fueran de precisión, en vez de arreglo. Sólo la voz, KM105, me dio algunos quebraderos de cabeza, pero se solventó con un par de cacharros majestuosos.
Masterización
La primera opción era volver a Claudio de los estudio Nautilus de Milán (quien ha realizado la masterización de los últimos discos de Roger). Pero el comportamiento de la cobla pedía a gritos que la masterización fuera realizada por alguien que conociera cómo debe sonar ya no la cobla sino la tenora, por ejemplo. Por ello hemos confiado el trabajo a otro monstruo: Pep Roig (Terrassa). Justo ahora estoy bajándome el WAV masterizado. A esperar toca.
Siento el tostón
Saludos
R. Sendra
Me olvidé de la PA. Fue una VERTEC colocada en vertical y a los lados más extremos de la boca del escenario, con refuerzo de subgraves ECLER. El teatro donde se grabó es "pequeño" y por suerte divide bien escenario de platea físicamente. Así, la PA lo más lejos de la boca posible, a un nivel de volumen racional (no muy fuerte) y que "pique" a la cabeza de la gente, para que así no haya rebote de atrás a delante. Hay muy poca PA colada en los micros.
Mezcla
Para la mezcla finalmente me fui a la Bucbonera (http://www.bucbonerarecords.com) donde, además de una amistad buena con Tomás Robisco (el ingeniero jefe) dispone de un muy buen outboard y de una NEVE Genesys de reciente adquisición (del año pasado). Creo que sólo hay 3 en España. Es un estudio pequeño, pero su consola y también sus escuchas ATC son magníficas.
Des del primer momento tenía claro que, además de un disco, quería ofrecer una nueva visión de cómo debe sonar una cobla. Hace unos 10 años, trabajé con TV de Catalunya (TV3) en móviles como técnico de sonido. Hubo una temporada que estuvimos grabando todos los "aplecs" que se hacían en Catalunya para el programa "Aplecs i ballades"... léase: 8 horas diarias de cobla cobla y cobla. Para ello se utilizaba un set MS de Neumann (creo recordar) y un refuerzo a flabiol y a contrabajo con 2 SM58. ¡Era monótono! Había un estéreo muy cerrado y sonaba más o menos bien, pero todo eran limitaciones. Claro que con este set el margen de maniobra es "corto". Además, para este disco me empapé de discos de cobla, tanto directos como de estudio y siempre me ha parecido que las grabaciones son "clásicas": no hay riesgo en apertura horizontal y apenas ganas de "cambiar" las cosas. Joder, si los bombos no suenan a bombo ¿porqué mantener esas estructuras clásicas en las coblas?
Además, Xavier Guitó propuso para el espectáculo a veces la formación de cobla, a veces utilizar los intrumentos de la cobla para otros propósitos. Así, había momentos "Sgt. Peppers" con los metales, otros donde los tibles y las tenoras jugaban a repetir la melodía, el trombón conseguía protagonismo o la tuba luchaba con el contrabajo para quedarse con los graves.
Lo primero que propuse fue ampliar el sonido de la cobla en horizontal: ser más radical en la panoramización; pero también en profundiad. No sé cómo decirlo, pero en momentos en que los metales quieren absorver las cañas lo suyo es ¡que lo hagan! Movimiento.
Estudié muy bien el orden de mezclas. Amén del tema de "La Sant Espina" (menos pistas, todo ambientes, público colándose por los OH...), empezamos "construyendo" la cobla sonoramente, luego añadiéndole la voz, el piano, etc... para ir desmenuzando la idea de cobla para ir recolocando los instrumentos de la cobla en nuevos sitios, texturas y espacios. Esto hacía que fuera impreciso recurrir a los ambientales. Evidentemente, los acentos se convertían en más necesarios, por lo que entraron en juego las compresiones paralelas (para los acentos, todo pasaba a un bus paralelo con los Distressors como protagonistas) y algunos canales SSL para texturizar mejor la tenora y otros elementos.
La Genesys se comporta de maravilla. La calidad de la grabación permitió que las ecualizaciones fueran de precisión, en vez de arreglo. Sólo la voz, KM105, me dio algunos quebraderos de cabeza, pero se solventó con un par de cacharros majestuosos.
Masterización
La primera opción era volver a Claudio de los estudio Nautilus de Milán (quien ha realizado la masterización de los últimos discos de Roger). Pero el comportamiento de la cobla pedía a gritos que la masterización fuera realizada por alguien que conociera cómo debe sonar ya no la cobla sino la tenora, por ejemplo. Por ello hemos confiado el trabajo a otro monstruo: Pep Roig (Terrassa). Justo ahora estoy bajándome el WAV masterizado. A esperar toca.
Siento el tostón
Saludos
R. Sendra
carmanyol escribió:Una pregunta, mirando como utilizas los VCA, porque tienes a Roger (voz i godin) en el 8 y el 6 no lo utilizas? no seria mejor separarlo y utilizar el VCA libre?
Gracias Carmanyol!
Una de las cosas que no salen en ese rider son los envíos a efectos. No suelo utilizar demasiados efectos (me gusta controlar la profundidad, pero el mismo color ¿se me entiende?); tanto en directo como en estudio (en estudio creo que a lo sumo utilizo 4 motores estéreo, pero lo normal eran 2: voz y resto; o 3: voz, resto y percutivos). Asimismo, en directo el VCA6 era el de retorno de todos los efectos menos el de la voz de Roger y la Godin que los controlaba por el 8.
Aún así, en el último VCA suelo colocar Roger+Godin siempre (y en el anterior toda la banda entera menos esos dos canales). De la misma manera que suelo concentrar esos dos canales (Roger y Godin) en un sitio concreto físicamente (por ejemplo, en una SC48, serán el 15 y 16 en modo safe y dejaría el flex channel para otras cosas). Dividir en 2 la voz y la guitarra en 2 VCAs distintos me parece inútil teniendo a mano los canales separados (y siempre "a tocar") y si él toca la guitarra y canta deberé tener la mezcla ésta bien controlada: el reto del VCA es aumentar o disminuir ese conjunto. Aún así, para mi el VCA más utilizado es el 7, el de la banda, que me permite conseguir rangos dinámicos mejorados mediante 1 sólo fader.
Últimamente, si dispongo de una buena mesa, los VCAs me resultan menos útiles con la compresión paralela. A veces, si tengo tiempo, con mesas digitales muy programables suelo ordenar las capas copiando canales y manteniendo una estructura lógica "a golpe de mano". Por eso hay quien ya me está buscando sitio en algún psiquiátrico...
Un saludo
R. Sendra
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