¡Hola! Me he colado un minuto a ver el Foro, empezando desde el final hacia atrás, sólo llevo leída de momento la última página (porque acabo de llegar a casa y debo archivar aún algunas cosas por lo que mañana leeré cuántas páginas me perdí desde el último día que estuve) ...y es que al leerles me entró tristeza, por eso escribo para decirles a los que sepan no malinterpretarlo:
Que todos somos hermanos, que cada ser humano vale la pena y tiene la capacidad en su interior para desarrollar y llevar a cabo los buenos anhelos que tenga. Porque "todo hombre, por humilde que sea su cuna, viene al mundo con determinadas aptitudes que constituyen el talento confiado por Dios para su provechoso rédito, y si armoniza sus anhelos y esfuerzos con sus naturales aptitudes y no se empeña tercamente en ser mal arquitecto habiendo nacido para excelente albañil, logrará feliz éxito en la vida.
Todos en más o en menos hemos nacido para vencer para desempeñar una magnífica parte en el tornadizo juego de la vida; pero nadie podrá hacer cosa de provecho hasta que esté convencido de su capacidad"
Y es que si la luz la hacemos oscura, como no va a ser intensa la oscuridad.
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Dios ama a todas las personas por igual y con toda su capacidad de amar: infinitamente. Dios ama a todos por igual, tanto a los que hacen el mal como a los que deciden no hacer el mal.
Nietzsche en "El Anticristo":
“ los débiles y malogrados deben perecer: artículo primero de nuestro amor a los hombres. Y además se debe ayudarlos a perecer ”
¿Qué ocurre cuando un débil y malogrado,- por ejemplo un anciano en silla de ruedas-siente amor a la vida y no quiere perecer? ¿No es contradictorio afirmar que debe perecer y por otro lado hacer apología del amor a la vida, de la "voluntad de poder" que es voluntad de vivir ?
Nietzsche es la incoherencia hecha carne. Carne de enfermedad sustentada con una pensión del Estado, pòr cierto...
#697
eso haría que muchos abrazasen la fe al instante
#702
Eso te lo hacen hasta gratis, amigo.
#700
Marx o Bakunin -o Kropotkin y tantos otros- también eran hijos del mismo tiempo y no eran unos hijos de puta. Porque ser ateo no significa ser un hijo de puta. Hijos de puta fueron los "grandes hombres" como Napoleón, tan admirado por Nietzsche. Aquellos "grandes hombres" que vertieron tanta sangre, que inflingieron tantos sufrimientos.
“ ¿Quién alcanzará algo grande si no tiene la fuerza y la voluntad de infligir grandes sufrimientos? Saber sufrir es poco: hay mujeres y esclavos que han destacado como maestros en este arte. Pero no sucumbir ante los ataques de la angustia íntima y de la duda turbadora cuando se causa un gran dolor y se oye el grito de este dolor, esto sí es grande ”