harpocrates escribió:
Es un poco desmotivaste conocer la formula, pero no poder aplicarla, saber que basta con amar a dios, pero no te nace.
Es que amar a Dios no es algo que empieza de repente. Hay que aprender, tener las experiencias que te conducen a él, estar alerta...No sé explicarlo pero sé que es un proceso, no algo repentino. Al menos eso es lo que yo siento...
harpocrates escribió:
Por cierto, siendo como eres, aun así puedes errar y elegir el mal, y yo siendo como soy elijo no optar por el mal. Creyendo o no creyendo, amando y no amando a Dios, ambos somos hombres de bien, cual es el papel de Dios en esto entonces?
El papel de Dios es crucial.
La diferencia entre el que yerra y cree en Dios y el que no yerra sin creer en Él es que el primero se siente pecador y el segundo no: los dos tienen razón.
La diferencia entre el que no yerra y cree en Dios y el que yerra sin creer en Dios es que el primero sigue sintiéndose imperfecto ante Dios y el segundo sólo se siente imperfecto ante sí mismo y ante sus semejantes. Los dos se sienten descontentos y los dos llevan razón
El papel de Dios es amar tanto al primero como al segundo. El amor de Dios es infinito. El rechazo hacia el amor infinito de Dios solo puede tener un castigo infinito. Pero si alguien no creyente, pero que es cuidadosamente, estrictamente bueno, justo,, compasivo, etc. puede ser salvado es algo que no conozco y por tanto no puedo opinar. Eso pertenece al designio de Dios y es un misterio...
Esto es lo que yo creo.