Independencia de Cataluña Vol.2

mordus escribió:

Lo de la GigaEnquesta ya terminó hace una o máximo 2 semanas. No recuerdo ahora. Según ANC ha sido un éxito rotundo. Aun no han publicado resultados. Esta semana oí en TV3 que ahora los de la ANC, como srpint final de campaña, se dedicarían a llamar a la gente por teléfono. Eso ya no lo he seguido y no sé si lo han hecho... pero decirlo lo dijeron...

tricky2k escribió:

Pokemos escribió:
Si el argumento es que "cuanto menos, mejor", o "cuanto más pequeño, mejor se gobierna". Oye, mejor pedir la independencia de tu barrio, o de tu calle. O de tu casa.



Otro argumento repetido y refutado mil veces a lo largo del hilo. Ni mi barrio ni mi calle ni mi casa tienen el nivel de autosuficiencia para poder permitirme esa independencia. Barcelona tampoco. Catalunya en conjunto sí.

tricky2k escribió:

Barcelona tendría la capacidad si se lo montara en plan paraíso fiscal.

ANC escribió:

PREGUNTA
Cuando tengamos un Estado propio, ¿podemos acabar con la corrupción?

RESPUESTA
El nuevo Estado tiene que establecer todos los mecanismos necesarios para evitar al máximo los casos de corrupción. Dispondremos de las herramientas imprescindibles para perseguir de manera implacable a los corruptos. Los partidos y los políticos tendrán que rendir cuentas. Los castigos tendrán que ser ejemplares. La Justicia tiene que ser rápida y eficiente.

En Europa, los casos de corrupción son más frecuentes en los países del sur que en los del norte, a pesar de que éstos no están exentos. Finlandia, Dinamarca y Suecia, juntamente con Nueva Zelanda, ocupan las mejores posiciones mundailes en elÍndice de la percepción de la corrupción, que publica la organización Transparencia Internacional. Estos 4 países pueden ser considerados los menos corruptos del mundo.

Las razones a las que los expertos atribuyen esta condición son diversas: leyes fuertes y claras, con obligación de transparencia; una presencia más grande de mujeres en las posiciones de poder, porque se ha demostrado que en general tienen menos tendencia a caer en la corrupción; una desigualdad económica cada vez menor y un grado de riqueza global del país. También es importante una administración más ligera y nada burocrática, que disponga de sistemas de control con la participación ciudadana.

Es verdad que en Cataluña ha habido y hay aún, unos cuantos casos de posible fraude en las finanzas públicas que se deben aclarar, como también relaciones poco claras entre los que toman decisiones políticas y los que toman decisiones económicas.

También es cierto que la corrupción que hay extendida en el conjunto de España es de una proporción incomparable que afecta el terreno de los grandes partidos políticos españoles allá donde son mayoritarios y que estropea gravemente la confianza que los estados y las empresas del mundo tienen cuando se relacionan con el mercado español.

Mejor en los países pequeños

Lejos de asegurar que viviremos en una utopía, hay que hacer caso d los expertos que auguran una corrupción mucho menor en países de dimensión más recudida porque hay una sociedad más cohesionada y porque el gobernante es más cercano, facilitando un mejor ejercicio del poder. Dinamarca y Nueva Zelanda, por ejemplo, tienen menos habitantes que el área metropolitana de Barcelona.

La creación de un nuevo Estado que nazca en pleno siglo XXI y en un contexto de preocupación por los casos de corrupción, debe hacer posible desde el principio que haya un sistema establecido para evitar el máximo posible esta gran lacra que daña la credibilidad de la clase política.

En definitiva, el nuevo Estado tendrá poca corrupción, o menos si, como ciudadanos, somos capaces de extender una moral pública exigente, si creamos los mecanismos para controlar las relaciones entre política y economía y si castigamos en las urnas a los políticos que incumplan estos requisitos de transparencia y honestidad.

Porque, al fin y al cabo, la corrupción depende de la clase política pero también depende de la sociedad y de su grado de permisibilidad o rechazo a los comportamientos corruptos.

Con un Estado nuevo existe la oportunidad de hacerlo mucho mejor y no hay ninguna razón, quitando el pesimismo, para creer que no sabremos mejorar, y mucho, la situación terrible que la corrupción ha provocado al conjunto de España.

Las elecciones constituyentes son el momento clave para poner este tema encima de la mesa y conseguir normas de máxima transparencia y control.

ANC escribió:

¿Cómo podrá reducir el paro el nuevo país?

RESPUESTA
El crecimiento de la economía tiene que asegurar la creación de puestos de trabajo. También es una garantía el aumento de los recursos públicos disponibles, gracias a la resolución definitiva del déficit fiscal, que representa unos 16.000 millones de euros anuales.

Además, la creación de las infraestructuras que el país necesita es otra fuente de ocupación. La creación necesaria de nuevas estructuras de estado también hace creer que la independencia conllevará la convocatoria de unos cuantos miles de plazas de funcionarios.

En general, por lo tanto, todos los datos indican una reducción del paro muy notable, que no sería inmediata, pero que se vería con relativa rapidez. Los cálculos existentes sitúan la tasa de paro de una Cataluña independiente, hasta que su economía no encuentre la velocidad de crucero, alrededor del 7%, sin que esto implique que más adelante no se pueda reducir un poco más y acercarse a los niveles de los países con menos paro de Europa.

Por contra, España se encamina hacia una larga etapa de bajo crecimiento, alto endeudamiento, paro elevado y un alto índice de pobreza y no parece que tenga a mano ninguna otra solución que las aportaciones en forma de impuestos de los ciudadanos de Cataluña, que se empobrecen sin que se resuelvan sus problemas, como se podrán resolver con un Estado propio.

jsv60 escribió:

Lo más grave, a mi juicio, es que en Cataluña se ha estado tapando la corrupción con la excusa de que se estaba construyendo una nación, y no sólo desde los partidos políticos implicados sino también desde la mayoría de los medios de comunicación catalanes.