papitu escribió:
Aquí en CATALUÑA, no hay que ser muy listo para no darse cuenta que con nuestro trabajo, esfuerzo, e impuestos, pagamos autopistas de largo recorrido (sin peaje), AVES (vacios), aeropuertos fantasmas, fuera de CATALUÑA, y aquí, pagando peajes para hacer tan sólo 20 kms.
Miento en algo?
Las autopistas de peaje son un invento de CiU para beneficiar a empresas amigas que, al mismo tiempo financian a su partido con créditos millonarios. Las autopistas no las puso España, sino Jordi Pujol y son de titularidad autonómica, no estatal (aunque a fecha de hoy creo que ahora mismo el 27% son de la Generalitat). Los peajes de las autopistas
no van a España, sino directamente al bolsillo de ABERTIS, una empresa propiedad de La Caixa, la cual financia a CIU, y liderada por Salvador Alemany, asesor a sueldo de Artur Mas y principal publicitario del diario AVUI, cercano a CIU.
Las principales autovías de peaje que unen las diferentes capitales catalanas se impulsaron en los años 60 y 70, cuando no había otro tipo de vías de alta capacidad.
El 2 de julio de
1969 pasó a la historia de nuestro país por producirse el estreno oficial de las tres primeras autopistas españolas, todas ellas ubicadas en Cataluña. Una de ellas de peaje, la del Maresme.
Además que las que no son de peaje son las más subvencionadas del estado. Cataluña se llevó el año pasado el 53% de la partida de subvenciones y descuentos de peajes habilitada por Fomento para evitar o rebajar el pago que deberían hacer los usuarios.
En los años sesenta no había dinero en España para autopistas, por eso, se recurre a las autopistas de peaje. Estas autopistas se construyen en su inmensa mayoría en Cataluña: Barcelona-Zaragoza, Barcelona- Francia, Barcelona- Valencia:
El dinero para financiar estas autopistas salió del ahorro de TODOS los españoles. En una época donde en algunas zonas de España se pasaba hambre, los escasos ahorros de sus bancos y cajas de ahorro iban a financiar las autopistas de peaje catalanas. Pero, además, hubo que pedir préstamos en dólares al extranjero y estos préstamos tuvieron que ser avalados por el Estado español.