jsv60 escribió:Acaso consideras a ETA un representante legítimo de la voluntad del pueblo vasco? Entonces? Te estoy malinterpretando otra vez o es que tal vez no te estás expresando bien?
No, pero seamos serios, representan a una parte nos guste o no. Por fortuna para quienes habitan en el PV, la ETA actual es poco más que un vestigio y la vía política, como ya hicieran en su día los polimilis, es la que se impone. Esa frase de Moore que cito es en general, no sobre el pueblo vasco, sino sobre cualquier pueblo. Es como en mi opinión debería ser siempre, pero es obvio que no es así. Y en ningún momento hablo de legitimidad o ilegitimidad, por cierto.
jsv60 escribió:Y por cierto, en Euskadi no han sido precisamente los gobernantes quienes temían a ETA, sino la oposición españolista.
Ni hablar. En Euskadi todo el mundo ha temido a todo el mundo, lo que es totalmente insano, pero que es sin duda mejor (vuelvo a lo mismo, desde la absoluta frialdad de los hechos) a que sólo unos temieran a otros. Es obvio que el objetivo principal de ETA ha sido lo que consideran el invasor españolista, pero el secundario siempre ha sido la protección del pueblo vasco, lo quisiera éste o no. Por protección, no sea que me malinterpretes de nuevo, me refiero al control sobre la política y economía interna. Lo que he dicho antes, la corrupción en Euskadi es ínfima comparada con la del resto de España. Sin una banda de asesinos campando a sus anchas, como ETA, ¿crées que sería así? Yo no.
"El hombre es un lobo para el hombre", que más o menos decía Plauto y luego Hobbes, y el sustrato cristiano al que me refería antes y que es tan sustrato en Madrid como en Cuenca como en Vitoria, dice que al final se perdonarán nuestros pecados, así que viva la virgen y "a robar carteras". Pues bien, ETA ha jugado el papel de gastroenteritis explosiva (no pretendo bromear, que no se entienda así) a las ansias devoradoras del "lupus vascongadus", tan similares a las del "lupus sorianus" o el "lupus barcelonensis". Y el "lupus vascongadus" ha acabado desistiendo de esas ansias en lo posible, no fuera que acabara cagándose por la pata abajo.