- Se pierde parte importante de la interpretación de un actor, la voz. No concibo a mis actores preferidos sin sus voces verdaderas.
- El doblaje intenta "mejorar" las voces, y es ahí donde la caga. Las voces de doblaje son "perfectas", no se adaptan correctamente a la situación de la actuación, modulan en demasía, vocalizan demasiado, eliminan matices con tanta asepsia.
- Aunque no sea directamente culpa del doblador, las películas y series dobladas tienen multitud de fallos de traducción, algunos vergonzosos.
- La versión original, lejos de ser dominio del gafapasta, es una maravillosa manera de integrar la pluralidad de idiomas en el día a día, y una manera estupenda de acostumbrar el oído a otros idiomas.
Esto no es un desprecio hacia el trabajo del doblador. Tampoco creo que nadie despreciara el trabajo del escriba cuando se empezó a usar la máquina de escribir, ni el del mecanógrafo cuando se sustituyó por el ordenador. Respeto ese trabajo, y lo creo importante en otros campos, pero creo que sobre todo en el de la ficción (pelis y series), sobra.