Rodrigo escribió:
Te llevas, y por dos cuerpos de diferencia, el premio al "rompe bolas de la semana".
Hombre, no seas injusto, que yo esta semana he reventado bastantes bolas también y la semana ni siquiera acaba aun. Te vas contento con mi participación porque circunstancialmente ha sido funcional a tu sentir, pero no lo tomes como norma, también puedo ser bastante toca cojones.
Rodrigo escribió:
Creí que el foro tenía una naturaleza didáctica
El foro no es una entidad en si misma. Está conformado por personas, cada una con su propia personalidad, intereses y caprichos. No hablemos de lo que pensamos que debería ser el foro si finalmente con quienes interactuamos es con gente, no con el foro, el foro es simplemente el espacio destinado a dicha interacción.
Lo que hace Carmelo es totalmente correcto. De la misma forma que respecto a la digitalización se han dicho cosas que carecen de coherencia, la misma utilización del lenguaje finalmente termina careciendo de coherencia y si es mediante el lenguaje como nos entendemos, debemos procurar antes de cualquier cosa asegurarnos de utilizarlo bien.
¿Será que yo utilizo el lenguaje perfectamente? no, claro que no, hay cosas que no sé, cosas que se me olvidan, cosas que me da pereza aplicar, como a todos, pero la idea de corregirnos es precisamente complementarnos en ese sentido, lo importante es no llegar al punto donde nos censuremos por el hecho de cada uno cometer errores.
Muchos se escudan en el argumento de que como yo puedo tener errores también, pues no te puedo corregir. Esos es una falacia. El yo tener errores no me imposibilita poder corregir, mas bien desde el sentido de la justicia te permite a ti también poder corregirme, el gran problema que se puede presentar es que el lanzar una corrección se convierta en una medida de represalia frente a algo que nos ha molestado, por ejemplo haber sido corregidos previamente. Eso es infantil y el infantilismo es tanto o mas malo que la mala utilización del lenguaje, por lo que es importante no caer en escaladas rivalisticas que finalmente nos llevan al mal rollo y el distraernos de conversar lo que realmente ha de interesarnos.