Eso no es nada, hombre...
Cuando quieras te vienes a mi casa en Benidorm, y a las 7 de la tarde empieza el MegaMix de la Avenida de Alcoy (Paseo marítimo)
A 5 metros a la izquierda de mi ventana en el 5º piso, según se mira al mar, está el Rock café con actuaciones diarias de clones de AC/DC, Pink Floyd, Dire Straits o REM, según el día de la semana (los watios están a la altura de los grupos "tributeados").
Justo debajo, en la planta baja de mi edificio, homenajes diarios a Manolo Escobar, Isabel Pantoja o Rocío Jurado en el mejor de los casos, porque hay el día de la "familia Rodriguez" (he cambiado el nombre por respeto profesional) con sus recreaciones de temas populares a 3 voces paralelas (siempre las 3 voces paralelas -agotador- canten lo que canten).
En la esquina, 5 metros a la derecha, un bar irlandés donde un tío con una potentísima voz (eso sí) y horripilante equipo de sonido, interpreta a tonalidades agudísimas un limitadísimo repertorio de no más de 20 canciones del folklore de su tierra.Cada día las mismas, repitiéndolas una y otra vez. Además, la voz del susodicho es asombrosamente aguda, como he dicho, y potente, pero... escueta en cuanto a tesitura, por lo que canta todos los temas a la misma tonalidad. ¿Podéis imaginaros eso? no, no podéis imaginarlo...
Enfrente del irlandés, un restaurante donde un Nino Bravo al uso "ameniza" las cenas con un despliegue de potencia vocal, absolutamente encomiable y envidiable, pero a mi modo de oir, no solamente incompatible con el acto de comer, sino, lo que es mucho mas grave para mi, con cualquier actividad neuronal.
A 5 metros del vozarrón valenciano y la trompeta humana irlandesa, justo debajo de la ventana de mi estudio, la guinda: Un restaurante/bar asturiano donde para alegrar las cenas , una o dos GAITAS interpretan los mas variados temas de la música tradicional de esa entrañable región.
¿Dodecafonismo? ¿música dispersa, experimental? ¿atonalidad? ¡Ja!
Amigo ALVAREZ,tengo la solución a tu problema, te vienes un par de días a mi casa y acabarás dándole un beso en la boca a tu adorable flautista cuando regreses a tu hogar.
P.D.
Me olvidaba que un poco más tarde de los que he mencionado,llega el turno del peor de todo el barrio, pero para cuando empieza a tocar, yo ya no estoy en casa, estoy tocando.
Soy yo