VI Lex escribió:Yo, cuando compongo, o cuando escribo un arreglo, nunca uso el método de la fuerza bruta, es decir, probar combinaciones al azar hasta que encuentro la "pepita de oro". Normalmente tengo una idea vaga en mi cabeza, una sensación, una intuición, y busco hacerla realidad usando mi bajo, mi voz con una acústica, o el piano, pero lo que nunca he hecho y creo que nunca haré es darle a la ruleta de la fortuna a ver si alguno de sus resultados coincide con mi idea inicial.
Por eso no logro entender tu concepto de fuerza bruta.
Por "fuerza bruta" me refiero a lo que hace la IA (que utiliza un entrenamiento sobre millones de datos). Pero el proceso es análogo, en tu caso una intuición o sensación, en el caso de la IA una semilla aleatoria y la idea del autor del prompt. Supongo que conoces cómo funciona el algoritmo que hay detrás de los modelos de creación de imágenes. Básicamente le pasas una foto del cielo al modelo (la semila aleatoria) y le dices que en la imagen hay un perro (la clásica pareidolia)... así que basándose en su entrenamiento previo el modelo realiza iteraciones para aproximar la imagen a la idea. No es diferente de cómo "creamos" nosotros.
Es muy interesante que los modelos de generación de imágenes son básicamente modelos de visión al revés. Creamos imágenes usando las mismas zonas del cerebro que empleamos para ver. En el caso de los algoritmos de creación de imágenes son la extrapolación de los algoritmos que se crearon para eliminar el desenfoque y mejorar la calidad, cada vez la imagen estaba más desenfocada, hasta que en un momento dado alguien pensó ¿y si le pasamos puro ruido y le decimos que hay una silla con forma de aguacate?.
El proceso para generar música (o cualquier sonido) es similar aunque requiere mucha más capacida de cálculo. Básicamente creas una "imagen" por unidad de frecuencia. Pero nuevamente es muy parecido, escuchar y crear música son procesos simétricos y dependen de nuestro entrenamiento previo.
VI Lex escribió:Yo he tenido cerca de 8 suegras y todas se parecían en una cosa, dar por saco.