Ésta tarde compré el disco y lo he estado escuchando. La conclusión a la que he llegado es que es probablemente el disco más accesible de Ministry para bien y para mal. Engancha desde el principio, está muy bien grabado y mejor producido, puede vender muchas copias más de lo habitual en Ministry, sin embargo... Noto mucho en falta a Paul Barker, esto es otra cosa distinta (si es que hasta me suena a cosas como Buzzcocks o The Four Horsemen, por ejemplo)... Jourgensen no ha sido muy generoso otorgándose la función de "anti-programming", sin duda en referencia ofensivilla a Barker, y encargando las funciones de programación a Max Brody, que ni siquiera aparece en las fotos como parte del grupo... Las influencias del post-punk británico siguen ahí, pero, al menos por el momento han perdido en profundidad, me resulta mucho menos fascinante su propuesta musical... Las referencias esotéricas están en la portada y poco más, huele un poco a panfletillo, aunque supongo que se deberá sólo a las circunstancias actuales en USA...
Como poco, leer una entrevista a Ministry sin las respuestas de Barker no va a ser lo mismo... Lo que me pude reír cuando decía que no le gustaba King Crimson, y Ministry y su bajo sonaban cada vez más a ellos... Era un gamberro simpático y seguiré de cerca su trayectoria a partir de ahora... Éste grupo me ha hecho pasar muy buenos momentos y era una conexión con la música industrial que conocía de los ochenta, me sentía a gusto con esa estética de la realidad y ese tratamiento del sonido.
En la tienda dije que me temía que éste disco de Ministry iba a ser el último. Cuando me preguntaron que si el último que iba a comprar o el último que iban a hacer, respondí: "Las dos cosas"...