¿Omitir el Si bemol?
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Francis W. escribió:, sin tener un contexto armónico, si mi violin no está a 440, me suena desafinado, y mis dedos tienden a correrse hacia adelante.
Pero eso no es debido al oído absoluto, sino a que la costumbre o automatismo de la digitación, la posición de los dedos en la cuerda , y al ser distinta, aunque sea muy poca la diferencia se produce esa sensación de desafinación del instrumento: estar habituado a que a determinada distancia una cuerda dé una nota y que, con otra afinación del instrumento, oigas una nota a una frecuencia un poquito distinta .
#139 Reposicionar los dedos al cambiar la afinación es algo que cualquier violinista profesional puede hacer, no hay complejijdad en ello y no tiene nada que ver con lo que dije. Me explico, yo tengo cada nota grabada en la mente, se inmediatamente que nota es al escucharla, siempre y cuando esté en 440 o algo cercano, hoy en día las orquestas con las que toco han tendido a subir y me he adecuado bastante bien al 442. El problema es precisamente lo que plantee arriba, yo escucho la nota e inmediatamente mi cerebro la asocia con una nota en el pentagrama, pero mi cerebro está a 440, si la obra se va a tocar en otra afinación, como 432, que también me toca bastante, mi cerebro escucha la nota, la cree desafinada y mi mano izquierda inmediatamente comienza a subir para compensar, la subida es tán evidente que tengo que parar, por lo que estudiar una pieza así es una mierda y simplemente no piedo, tengo que practicarla si o si a 440, ya luego me tocará adecuar en los ensayos y en vivo, pero ya teniendo el contexto armónico mis dedos se quedan donde tienen que quedarse, sin importar la afinación. Esto solo le pasa a los que tienen oído absoluto (confirmado con colegas).
blkr escribió:
Yo eso de que a alguien una obra que no esté en 440 el la4 le suene desafinado directamente no me lo creo. Siempre lo que cuenta es la relación entre las notas y acordes.
El registro absoluto también es importante, aun sin oído absoluto.
A mí me pasa algo así cuando traspongo un teclado con el botón, para ajustar un acompañamiento sin tener que volver a digitarlo, aunque con una precisión muchísimo menos fina que la que relata Francis W. Si traspongo un semitono o incluso un tono, no me entero mucho. Pero más de eso se empieza a sentir raro, como que el instrumento no está dando la nota que le estás pidiendo.
Yo lo relaciono con dos cosas: la sinestesia oído-tacto y la sensación global del registro de una pieza.
Especialmente al tocar acordes, el registro es fundamental en el sonido. A la hora de disponer las voces de un acorde, los compositores son muy conscientes del sonido que buscan. Según el registro y la interacción de los armónicos de las notas que componen el acorde, una disposición puede sonar apelmazada y solemne, plena y redonda, o compacta y brillante, según lo que pretenda el autor.
Al trasponer, aunque se mantengan las relaciones entre notas, se modifica esa sensación tímbrica con carácter absoluto, por el desplazamiento en el espectro auditivo global.
Lo he comentado con instrumentistas que, sin tener oído absoluto, alternan entre afinación barroca y moderna, y también tienen esas sensaciones.
Tiene todo el sentido que para una persona con oído absoluto la sensación de desconexión entre sonido y posición corporal sea muchísimo más intensa, y me da la impresión de que se podría catalogar como una desventaja de esa condición.
vagar escribió:A mí me pasa algo así cuando traspongo un teclado con el botón, para ajustar un acompañamiento sin tener que volver a digitarlo, aunque con una precisión muchísimo menos fina que la que relata Francis W. Si traspongo un semitono o incluso un tono, no me entero mucho. Pero más de eso se empieza a sentir raro, como que el instrumento no está dando la nota que le estás pidiendo.
Yo lo relaciono con dos cosas: la sinestesia oído-tacto y la sensación global del registro de una pieza.
Iba a comentar exactamente esa sensación. Cuando traspongo el teclado "con el botón" y toco una pieza que he ensayado mucho, los dedos no responden de la misma manera, se pierden y les cuesta atinar. Y yo de oído absoluto nada de nada, más bien un buen oído relativo
Y siempre me he preguntado porqué ocurrirá eso sin darme una explicación convincente. Será lo que dice Vagar, supongo.
Saludos
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