Hace años trabajaba en ese canal de tv que cerró Chávez llamado RCTV. El canal era una oda a la ordinariez, por eso no lamenté NADA que fuera volado de la faz de la Tierra. Entre los programas donde tuve que atragantarme del asco había uno llamado Tropa de vacaciones, donde los jóvenes eran llevados al máximo de placer musical con todas las bobadas de la época, este era el maldito programa:
Bueno, un día me metí en la cabina del director y, como siempre le ponían su músiquita imbécil de fondo, parecida al del video que oyeron, lo quité y pusé a Paul Weston, un famoso orquestador norteamericano que hacía la clásica música romántica de los 1950s. Jajajajja, esa música estuvo sonando por casi 10 minutos, porque cerré la cabina para que nadie entrara y cada vez la ponía más alta y más alta y mi jefe empezó a tocarme la puerta para que abriera con la mirada aterrada de ¿qué diablos estás haciendo? Y yo hacía como que no oía nada. Hasta que abrí la puerta y el me dijo:
!Quita esa música!
Y yo la quité, pero los hice escuchar por las malas la música de Paul Weston, algo como ésto. Los culpaba y los odiaba a todos por vivir en una época donde la música es una basura, pero yo, por 10 minutos, retrocedí el tiempo y puse una música que ni los gustos más decadentes podrán nunca eliminar de la faz de la tierra. Hoy, los que están arriba, pueden estar abajo mañana perfectamente:
Bueno, un día me metí en la cabina del director y, como siempre le ponían su músiquita imbécil de fondo, parecida al del video que oyeron, lo quité y pusé a Paul Weston, un famoso orquestador norteamericano que hacía la clásica música romántica de los 1950s. Jajajajja, esa música estuvo sonando por casi 10 minutos, porque cerré la cabina para que nadie entrara y cada vez la ponía más alta y más alta y mi jefe empezó a tocarme la puerta para que abriera con la mirada aterrada de ¿qué diablos estás haciendo? Y yo hacía como que no oía nada. Hasta que abrí la puerta y el me dijo:
!Quita esa música!
Y yo la quité, pero los hice escuchar por las malas la música de Paul Weston, algo como ésto. Los culpaba y los odiaba a todos por vivir en una época donde la música es una basura, pero yo, por 10 minutos, retrocedí el tiempo y puse una música que ni los gustos más decadentes podrán nunca eliminar de la faz de la tierra. Hoy, los que están arriba, pueden estar abajo mañana perfectamente: