Aparte de la importancia de conseguir un sonido natural para cada instrumento y el sonido ambiental sean naturales, también es importante utilizar el tipo micrófono adecuado para cada instrumento.
Vale la pena intentar ser lo más profesional posible en la realización de tus grabaciones, puesto que conseguirás así facilitar el proceso de edición y masterización al tiempo que conseguirás mejores resultados. Hablando de profesionalidad, la mayoría de los micrófonos que te recomendamos aquí son modelos profesionales que ofrecen altas prestaciones y que, por ello, resultan en su mayoría bastante caros. Simplemente queremos mostrarte las mejores opciones que hay en el mercado y dentro de cada categoría te indicamos también una opción significativamente más barata que te servirá para cumplir con tus propósitos si el presupuesto no te da para más. Un ejemplo de un micrófono bueno y económico es el Shure SM-57, que te servirá en varias ocasiones.
Ten en cuenta que no es necesario grabar cada instrumento por separado. La separación acústica se puede conseguir a menudo colocando en el estudio de grabación cada instrumento de forma adecuada con el micrófono correcto.
Antes de entrar en la colocación para cada instrumento y micrófono de forma individual, vamos a ofrecerte un resumen de los diferentes tipos de micrófonos y sus características individuales
Qué es exactamente un micrófono? ¿Y qué relación tiene con las características de directividad o cardioides? Si todavía no conoces la respuesta a estas preguntas, has llegado al lugar adecuado. A continuación te ofrecemos la principal información que necesitas:
El micrófono es, seguramente, el componente de grabación más básico, es un transformador de sonido. Su función es transformar ondas de sonido en señales eléctricas.
Información básica
Todo micrófono contiene una membrana integrada que se estimula mediante movimientos en el aire. El movimiento de esta membrana se convierte en una señal eléctrica. El modo de conversión de este movimiento es, básicamente, lo que marca la diferencia entre los distintos tipos de micrófonos. Existen dos tipos de micrófonos de especial importancia. En ambos casos, la directividad desempeña un papel importante:
Un micrófono de condensador es, básicamente, el clásico micrófono de estudio. Representa el tono/sonido de una forma muy clara y natural y con una calidad excelente. Posee una calidad de grabación realmente alta en altas áreas de frecuencia y ofrece una mejor respuesta de frecuencia que los micrófonos dinámicos.
Micrófono de condensador
El micrófono de condensador funciona según el principio electrostático (por ello, se llama también "micrófono electrostático"). Prácticamente no hay distorsión y, si la hay, es a causa del amplificador del micrófono.
Por ello, los micrófonos de condensador se utilizan con frecuencia como micrófonos ambientales (overhead) para, por ejemplo, grabar hi-hats para los sets de batería. También se utilizan para captar "ambiente"
Cómo funciona un micrófono de condensador? Las ondas de sonido que crean los instrumentos o la voz humana llegan hasta el micrófono y ponen la membrana antes mencionada en movimiento. La membrana consiste en una lámina con sólo unos 1-10 micrómetros de grosor, con capacidad conductiva, que puede ser de diversos tamaños. (Un micrómetro es = milésima parte de un milímetro y se representa con el símbolo "µm"). La membrana, junto con un electrodo fijo, forma un condensador.
El electrodo se encuentra a la vez a unos 5-50 micrómetros de un segundo electrodo ("contraelectrodo"). Cuando la membrana se pone en movimiento, la capacidad entre ambos electrodos varía, produciendo así diferentes señales eléctricas.
De ahí viene también el nombre "Micrófono de condensador". Sin embargo, este micrófono tiene una desventaja frente al micrófono dinámico: ambos electrodos deben cargarse constantemente. Esto se puede hacer mediante una batería interna o utilizando una fuente externa. Ambos métodos resultan en todo caso poco prácticos. Hoy en día, lo más común es cargar los micrófonos de condensador mediante la llamada "alimentación fantasma", es decir, directamente desde la mesa de mezclas.
Micrófono dinámico
Los micrófonos dinámicos funcionan según un principio de inducción electromagnética y, por ello, se les llama también electrodinámicos. Son capaces de producir una presión acústica significativamente mayor a la de los micrófonos de condensador y por esta razón se utilizan a menudo para la grabación a corta distancia de percusión, donde se produce una gran presión acústica.
Los micrófonos dinámicos funcionan según el principio de inducción, dicho principio describe cómo se produce (=induce) un voltaje a través de un conductor situado en un campo magnético variable. Existen dos tipos principales de micrófonos dinámicos, según el tipo de conductor utilizado:
-El micrófono de cinta (ribbon). Aquí el conductor es la membrana del micrófono.
-El micrófono de bobina móvil. Aquí el conductor consiste en una bobina móvil fijada en la membrana.
Tipo 1: Micrófono de cinta (ribbon)
La membrana del micrófono en este caso tiene una anchura de 2-4 milímetros y un par de centímetros de longitud, y se conoce como la "cinta". Se encuentra fijada entre dos imanes y sólo se puede mover dentro de un margen de unos pocos micrómetros.
Gracias a la membrana tan ligera, la sensibilidad del micrófono es muy buena y la calidad del sonido se puede comparar a la de un micrófono de condensador, al menos, cuando no hay viento que pueda causar interferencias en el movimiento de la cinta. Ejemplos de micrófonos de cinta utilizados comúnmente son el Beyerdynamic M160 o el M130 del mismo fabricante
Tipo 2: Micrófono de bobina móvil
La bobina móvil situada junto a la membrana se encuentra también dentro de un campo magnético. Cuando las ondas de sonido llegan a la membrana, mueven la cinta dentro del campo magnético. Por ello, la membrana en los micrófonos de bobina y, en concreto, sus dimensiones, influyen de modo importante sobre el tipo y el modo en el que se transmitirá la señal de sonido.
Los micrófonos de bobina móvil presentan, en comparación con los micrófonos de condensador o los de cinta, una peor conductividad. Asimismo, la respuesta de frecuencia no resulta tan lineal como en otros tipos de micrófonos.
Aún así, los buenos micrófonos de bobina móvil se utilizan a menudo en los estudios profesionales, puesto que ofrecen una buena calidad de sonido, no provocan mucha distorsión incluso a altos niveles y son bastante robustos. Para las grabaciones sobre el escenario o en exteriores se utiliza, casi exclusivamente, este tipo de micrófonos.
Los fabricantes desarrollan a menudo micrófonos de bobina móvil para su utilización en un área concreta, entre otras cosas, por no poder conseguir una respuesta de frecuencia lineal. Por ello el modelo D112 de AKG o el M380 de Beyerdynamic resultan especialmente idóneos para la grabación de instrumentos con sonidos profundos (bajo, batería). El SM58, por contra, es un micrófono para voz y el Shure SM-57 resulta adecuado para la grabación de distintos instrumentos
Directividad
Seguramente conoces esta característica por la TV: imagina que se entrevista a un deportista nada más acabar su ejercicio, el periodista le acerca el micrófono y cuando llega el turno de formular la siguiente pregunta olvida volvérselo a acercar a él mismo, con lo que no podemos percibir claramente su pregunta. La explicación de este fenómeno reside en la característica de directividad del micrófono.
La directividad describe el tamaño, el alcance y la forma del área dentro de la que el micrófono es capaz de percibir ondas de sonido. Dicho de otro modo: un micrófono reacciona ante ondas de sonido en diferentes formas y direcciones.
Además del tipo de micrófono, también es importante saber qué micrófono es el adecuado para la grabación de cada instrumento determinado. La directividad de un micrófono viene determinada, entre otras cosas, por la construcción del mismo y puede variar sólo dentro de unos límites concretos.
Según la característica de directividad se puede diferenciar entre varios tipos de micrófonos como, por ejemplo, los micrófonos sin directividad, es decir, que captan sonido desde cualquier dirección y, por ello, se llaman también omnidireccionales.
Luego están los Micrófonos con directividad, que a su vez pueden subdividirse en los siguientes tipos:
--Micrófono Cardioide. Recoge preferentemente el sonido procedente de una determinada dirección, también se le conoce como micrófono unidireccional. El sonido que viene desde la parte de detrás del micrófono no se registrará. Es probablemente el tipo de directividad más común.
--Micrófono Supercardioide o Hipercardioide. Son micrófonos unidireccionales similares a los cardioides, pero con mayor sensibilidad en el área frontal y con una pequeña área de sensibilidad en el área posterior.
--Micrófono Bidireccional o en forma de 8. Recoge sonidos procedentes desde dos direcciones, normalmente opuestas.
Otros factores a tener en cuenta durante el trabajo con micrófonos
En la grabación de música en un estudio de música virtual, además de la utilización de los instrumentos y micrófonos adecuados y de calidad, es también importante la sonoridad de la sala. Por ejemplo, la percusión no se percibe igual en salas grandes o abiertas que en otras más pequeñas.
Percusión I: Bombo y caja
Más que con cualquier otro instrumento, resulta muy importante en el caso de la grabación de percusión que la sonoridad de la sala sea buena. Hay que saber qué es todo lo que ocurre al rededor de la batería: ¿es el sonido limpio y claro o hay demasiada reverberación?, ¿con qué intensidad rebota el sonido de, por ejemplo, los platillos, desde las paredes y techo?
Lo mejor sería una sala con techo alto, con al menos dos metros de distancia entre los platillos y el techo. Así se puede reducir el eco indeseado y los micrófonos recogen mejor el sonido de los platillos. Por otra parte, una sala tampoco tiene que resultar demasiado "seca", es decir, reduciendo demasiado el eco. Por ello, es también el suelo muy importante. Para salas con techos altos, aconsejamos, a ser posible, suelos de madera preferentemente a suelos con moqueta. Si no se cuenta con un suelo de madera, también puede servir una placa del mismo material.
En salas con techo bajo se tendrá que amortiguar en todo caso el techo, el suelo no es necesario, puesto que este refleja características importantes del sonido que, de otro modo, no se recogerían. En cualquier caso, deberás escoger adecuadamente la posición de la batería, también probando diferentes posicionamientos dentro de la misma sala. Se puede obtener un buen sonido cuando los tambores se encuentran a diferentes distancias de la pared, es decir, en posición asimétrica. En general, se puede decir que para música pop son más adecuadas salas más "vivas" donde se percibe más eco, que salas más "secas" que resultan más apropiadas para jazz.
Además, la batería (como cualquier otro instrumento) deberá estar bien afinada, ¡no sólo los tambores entre sí, sino también todos ellos con respecto el resto de instrumentos!
Posicionamiento de los micrófonos
Al igual que ocurre con el resto de instrumentos, también en el caso de la batería cada tambor necesitará un micrófono por separado. A menudo se producen interferencias entre los diferentes canales de micrófonos, es decir, reciben influencias unos de otros. (Si esto sucede, el sonido de un instrumento se puede escuchar en el canal del micrófono de otros instrumentos.) Por ello, es también muy importante utilizar los micrófonos adecuados para los diferentes instrumentos de percusión y colocarlos en la posición correcta.
Cada micrófono se colocará, dicho de forma muy general, muy cerca de uno de los tambores. De este modo, la presión del sonido contra el micrófono será muy alta, de ahí que se recomiende la utilización de micrófonos dinámicos para tambores grandes, mientras que para los platillos resulta más adecuado un micrófono de condensador.
Por ello, aconsejamos para la grabación de batería, sobre todo para los timbales y la caja, micrófonos dinámicos, puesto que estos perciben la presión acústica en menor medida que los micrófonos de condensador. Para los platillos se utilizan mayoritariamente micrófonos de condensador (como micrófonos overhead).
Bombo
Por supuesto, esto también se aplica al bombo que, muy a menudo, constituye la base de las bajas frecuencias para la grabación. Este tambor produce bajas frecuencias pero un alto nivel de sonido (hasta 150dB).
Por ello, lo mejor en estos casos es utilizar un micrófono dinámico con una membrana grande. Dicha membrana grande la tienen micrófonos como, p. ej., el ElectroVoice RE20 o el U47fet de Neumann. Otras posibilidades serían el D112 de AKG o el M380 de Beyerdynamic.
¿Dónde, pues, se tiene que posicionar el micrófono? Cuanto más cerca se encuentre el micrófono de la piel del tambor, más "impacto" tendrá en el sonido; mientras que si el micrófono se coloca lejos de la piel, el sonido será mucho más amplio.
Si el micrófono se encuentra alejado del bombo, el sonido sonará más espacioso, a la vez que se confundirá con el resto de instrumentos.
Los mejores resultados se consiguen, normalmente, con la combinación de dos micrófonos, colocando uno cerca de la piel del tambor y el otro dentro mismo (ver ¡Consejo! más abajo). El lugar exacto donde debes colocar estos dos micrófonos lo tendrás que descubrir tú mismo, prueba diferentes posibilidades, puesto que el sonido depende de muchos otros factores, como el tamaño de la sala, la calidad del suelo, etc.
Sin embargo, podemos decir de forma general que el micrófono delantero (cercano a la piel) debe estar situado a unos 15 centímetros de distancia y en un ángulo de 45 grados. Para esta combinación de micrófonos se pueden utilizar, por ejemplo: el EV RE20 para dentro y el Shure SM57 delante de la piel.
En los casos normales, se pierden determinadas áreas de frecuencia al utilizar la combinación de dos micrófonos, puesto que se produce una superposición. Sin embargo, si ambos micrófonos se colocan a una distancia de entre 40 a 50 centímetros, sólo se perderá el sonido dentro de un margen de 800 hercios, lo que no supone una alteración importante en el sonido del bombo.
Tres consejos más para obtener un sonido mejor
1-Escoge antes de la grabación una configuración adecuada para el ecualizador. De este modo, conseguirás una optimización del sonido y podrás durante la grabación reducir ligeramente los sonidos dentro de un área de entre 250 hasta 500 hercios, o aumentar los incluidos en un área entre 60 y 170 hercios.
2-Haz un agujero en la piel del bombo, si todavía no lo tiene, para conseguir un sonido más completo y corto. Este agujero no debería ser más grande que un pequeño platillo y ha de situarse en la esquina inferior derecha, a alrededor de 2,5 cm del borde.
3-El sonido del bombo también se puede amortiguar y hacer más amplio poniéndole cojines o almohadas dentro.
Caja
Puedes encontrar un par de dificultades a la hora de buscar el sonido perfecto para la caja de la batería. Resulta prácticamente imposible conseguir una posición óptima para el micrófono debido a la falta de espacio, a lo que hay que añadir la dificultad de la interferencia con el hit-hat.
Para evitar estos problemas, intenta variar la posición del micrófono hasta que consigas captar el sonido adecuado. En todo caso, el micrófono debería situarse a una distancia de alrededor de 4-10 cm desde la piel del tambor en un ángulo de 45 grados.
La mejor opción para una caja es, probablemente, un micrófono dinámico supercardioide como el MD-441 de Sennheiser. El ángulo del micrófono, junto con sus características supercardioides permite la minimización del sonido ambiental. Una alternativa sería la utilización de un micrófono dinámico cardioide como el Shure SM57.
Al igual que en el caso del bombo, se puede utilizar un segundo micrófono para la caja, que se tendría que colocar debajo, cerca de la cadena, para poder registrar el sonido clásico de la caja. No obstante, deberás asegurarte de que el primer micrófono no quede eliminado por el segundo. También en este caso, es importante que pruebes con diversas posiciones hasta conseguir el sonido adecuado.
continuara.....