Hoy me enterado que uno, no amigo íntimo; pero conocido, está en la fase 4 de 4 de cáncer de colon, mi favorito personal y para el que tengp bastantes papeletas, además, igual que Loor está en los años que la gente o se ha casado o está a punto de hacerlo, (va a bodas hasta a Asturias de boda y tan feliz), yo estoy entrando en la época de que empiecen a caer amigos por el puto cancer y los putos infartos y , Superloco, antes de que me salgas con esa retaila, no creo que haya una causa, y menos culpusa, entre haber vivido como a uno le ha dado la gana y recibir el azote del destino, repito: me hace mucha gracia ese doble rasero (el ser humano es capaz de tripe y de más si hace falta, yo tampoco me libro) que tienen los que han dedicido abrazar con tesón el camino de la vida sana.
Esta vida es una broma de mal gusto y lo sabémos todos, vivámosla con alegría e intensidad, desde luego y, hecho este inciso, ya que hablábamos de salud, os diré otras dos cositas:
Mi hija, tan vegana y tan sin beber leche: tiene el colon peor que yo: es de familia no por ser malos y beber zumo de teta vacuna (el pecado, la culpa nos podrán llevar a los domininios de Pedro Botero, el primo del pintor dedicado a cocinar a perpetuidad a los malos hijos de Dios, el de mecaugüen)
Sobre las multinacionales de la vida sana: no voy a entrar ahora en desprestigiar a las grandes marcas como Santiveri, Soria natural y muchas otras, porque tampoco me parecen merecedoras de elllo, son industrias seguramente más respetables que las de los bífidus; pero, en torno a la salvación por la vida ascética, infusionil y de votos de santidad, hay un montón de tiendas de naturismo regentadas por ceporros (y muchas ceporras) en las que uno recibe consejos tan sabios como en las tiendas de los chinos o las de regalos inservibles.
Lo he contado muchas veces:
Cuando me diagnosticaron artrosis C5-C-6, sabiendo que era incurable. salvo con una cirujía complicada, arriesgada u desproporcionada para los efectos (que no han ido a más curiosamente) pasé por la hervoristería de debajo de mi casa buscando algún paliativo a los efectos; y la dependienta, quitando todo aspecto de enfermedad crónica (y, seguramente en un afán propio de una abuela bienintencionada; pero irresponsable e indocumentada de quitar hierro al asunto), me dijo casi literalmente:
"Bah, eso no es nada, eso se cura con cartílago de tiburón"(...)"..el cartílago de tiburón aporta los colágenos a tus articulaciones que hace que se vuelvan otra vez elásticas , y además va muy bien para el cancer...".
El pollo que le monté, más a la vista del prospectillo que un curandero había publicado sobre los efectos de ese alimento marino, fue memorable, al decirme "que también iba muy bien para el cancer"-Señora, ¿vd. sabe lo que está diciendo?, dé gracias que no llame ahora mismo a la policía; pero a los Geos, le dije. Cuando subí a casa y miré en internet (páginas serias, de universidades, de ciencia, no de fe, de salvación ni de confusión, lo primero que vi era lo bueno que es el cartílago de tiburón para la arterioesclerosis; pero no para curarla; para acumular sedimentos en las arterias humanas (vamos, tan pernicioso como la leche de vaca, si es que eso pudiera ser , según aquí los apologetas de la preservación de los venenos de la contemporaneidad)
Al que le han diagnosticado cancer de colon, los geos ni dios que la fundó le van a hacer ningún favor curativo... c´est la vie.
En fin, mucha leche de vaca, poca de hombre y mucha infusión, yo sin ir más lejos me voy a por una infusión de cebada y lúpulo de la marca Estrella Damm, que tengo fría en el frigorífico.