Confieso que no había leído nada de Friedman. Hoy me ha dado por leer:
The Weak Case for Public Schooling
y me ha dado bastante yuyu. La verdad es que esperaba de un tipo con su reputación algo más sólido, aséptico y científico.
Estoy de acuerdo en algunos puntos, como el potencial de la educación estatal para convertirse en instrumento de adoctrinamiento masivo. Aunque no veo la privatización como la única solución, se podría, por ejemplo, dar más poder ejecutivo a las AMPAs sobre el currículo y la evaluación del profesorado.
Pero algunas de las premisas que se saca el tío de la manga me parecen escandalosas. Por ejemplo,
Alguien escribió:
On the other hand, there is evidence that private schools provide a given level of education at a considerably lower cost than government schools.
Si vemos la inversión por alumno y comparamos entre países con sistemas mayoritariamente público y mayoritariamente privado:
http://www.oecd.org/pisa/49685503.pdf
no veo dónde está esa evidencia. Y no creo que nadie pueda tachar a la OCDE de rojeras, precisamente.
O cosas como:
Alguien escribió:
The pretence of a religiously neutral education, at least in the U.S., is maintained mainly by the tendency of teachers, like other people, to regard what they believe in as fact and only what other people believe in as religion.
Aun cuando haya casos en los que este argumento sea válido, presentado así equivale a decir que todo conocimiento o idea es materia de opinión, lo cual es una falacia. Y la consecuencia que extrae también es de traca:
Alguien escribió:
A government school system in a diverse society is thus deeply divisive, since it means that some people's children are being indoctrinated with other people's religion.
O, también:
Alguien escribió:
Subject to the limits of their income, poor people have the same economic power as anyone else-the ability to choose whom they buy from.
Como que van a salir escuelas como setas en barrios pobres para que los padres puedan elegir.
O no siquiera mencionar las posibles ventajas económicas de un monopolio gubernamental, como la economía de escala, o la dificultad de establecer parámetros de competitividad en algo tan difícilmente mensurable como es la calidad de la educación.
En fin, aunque pueda entender una tendencia al individualismo y una sospecha de lo colectivo, no me lo esperaba tan polarizado. Por otra parte, cuando comenzó la crisis empecé a seguir el blog de Krugman en El País y he dejado de hacerlo porque me da vergüenza ajena.
Si éstas son las dos lumbreras del pensamiento económico actual, vamos apañados.