Pues para mí la compra más nefasta y que más me arrepentí y que me dije…”nunca más compraré a lo tonto..” esa fue al adquirir un Roland EG-101 allá por el 1999 (cuando salió) y que me soplaron unas 150.000 pesetazas de entonces (900 euros). Claro fui de los primeros y claro me clavaron bien!... eso sí, parece que se dieron cuenta los mismos de Roland que el aparato lo tenían muy caro para lo que hacía… y sólo un año después el precio se lo redujeron a la mitad o más!, algo muy fuerte sinceramente, pero es algo que Roland acostumbra hacer intentando recaudar más de que deben. El EG-101 era un buen concepto de teclado con autoacompañamientos con algo de sinte y algo de sampler; pero sólo eso un algo que mas bien era poquísimo!, en plan sinte sólo se podía manipular el filtro (resonance, cut off) y punto y el sampler era muy básico, con poquísima memoria y de poca calidad audio. Además sufría de cierta torpeza el sonido al tocar, como si fallara la propia latencia interna del aparato… vamos, un horror en todos los sentidos menos en el que su sonido característico de aquellos Roland sonaba de por sí muy resultón pero ya digo que a los 2 meses de tenerlo ya no me valía para nada. Una pena porque ya digo que el concepto era bueno y hasta el aspecto y construcción convencían, pero en la práctica fue mi mayor decepción en mis compras de hardware y con mucha deferencia. Pero vamos, que el EG-101 no es un sinte ni de lejos.
A más distancia del EG-101 pero que también me decepcionó algo fue el Roland SH-32; que sonaba muy bien y tenía muchas posibilidades como sinte, pero en algunos momentos notaba alguna torpeza en ciertos controles y lo peor es que tenía que haber tenido más salidas de audio para aprovecharlo mejor y no sólo una simple salida stereo. Pero este SH-32 más que decepción me daba pena, porque Roland me demostró que no es capaz de terminar ni rematar algunos de sus productos con lógica, cosa que Korg (por ejemplo) suele hace a la perfección, si no… en el mismo sentido véase que el Korg EMX-1 (que podría compararse al SH-32)… tiene 4 salidas de audio como es debido y rondaba el mismo precio. Claro que una vez más Roland rebajó el precio y dejó el SH-32 casi a la mitad de lo que costaba al principio, que eran casi unos 950 euros pero lo adquirí de segunda mano por menos de la mitad y lo disfruté poco y con rabia por no tener esas posibilidades además de no tener una entrada para tarjetas de memoria o algo, cosa que sí tiene el EMX-1. En fin, que no fue una adquisición decepcionante pero sí frustrante.
Y entre las ventas más dolorosas por mi parte fueron… el Novation Supernova II Pro-X Keyboard. Para mi es lo mejor que fabricó Novation hasta ahora y una de las bestias sintéticas más impresionantes de los últimos 20 años. Tenía el sonido Novation típico claro está pero lo mejor era su inmensa cantidad de control en su panel y su capacidad de ejecutar maravillosas interpretaciones en directo tremendamente resultonas, podías interpretar toda la música de un tema tu mismo controlando sus arpegiadores y numerosos efectos por parte!, una verdadera pasada; brutal!!.
Después de poner verde a Roland también tengo que reconocer que me dio pena veder la Roland MC-909. Creo que es de los aparatos hardware más redondos y completos que sacó Roland. Lo único que no era tan controlable como la Yamaha RS-7000 (una maravilla por cierto), pero su sonido contundente y posibilidades de síntesis hicieron que permaneciera en mi estudio mucho más tiempo que la RS-7000, y sí, la MC-909 la vendí porque necesitaba demasiado tiempo para trabajar con ella, me exigía un tiempo que no tenía y por eso preferí que otro le sacara partido, porque aún tiene a día de hoy bastante utilidad este Workstation sin teclado; concepto (Groovebox) que bien podían recuperar las marcas.
Y nada, hasta aquí; pero a pesar de lo malo que me parecieran algunos aparatos que he tenido, de todos he podido sacar algo, unos mas y otro menos, pero de todos he intentado exprimir su esencia todo lo posible y lo que mi tiempo libre me ha permitido. En el fondo todos tenían algo bueno.
Qué buen hilo éste, compañeros.
Me arrepentí de haber vendido un Korg Poly 61M (mi primer sinte) y mi Yamaha DX7 II.
Me arrepentí de haber comprado un quasi rack llamado Alesis NanoSynth, vaya pestiño.
Me encantaría tener un Nord Electro 4, no lo vendería ni con una pistola en la sien, glugluglú
Sintes que me arrepentí de comprar:
-Yamaha CS6x: Pensaba que sería mejor que mi S30 y lo compré por el In del Breath Controller y las 2 PLG150 para instalarle. Pero es una bronca andarle programando a los bancos PLG del sinte las voces editadas de cada expansor, al grado de andar buscando la información original de los floppy disk de fábrica con colegas y sitios de internet, amén de decir que somos escasos los usuarios de las tarjetas PLG150. Al estarlo probando me dí cuenta que tiene menos memoria ROM que el S30, sobretodo porque el CS6x no tiene los pianos y EP´s del S. Hay qué decir también que es uno de los sintes más hermosos visualmente que tuve en casa, pero hasta ahí.
- Korg X3: este sinte lo compré porque no acompletaba para hacerme del Korg 01/W FD, que era el sinte de mis sueños y con la mala suerte de que cuando fui a tienda por el X3 tenían el 01 en exhibición, así es que empezando por comparar físicamente el teclado me hacía llorar el no tener recurso. Ya con el uso, me dí cuenta que el X3 era de verdad un buen teclado y con los meses venideros volqué todo mi trabajo ahí, siendo entonces uno de los sintes que más llegué a usar.
-Korg N264: pensé que iba a ser una evolución del X3 pero no. El peso de la tecla y las 76 que lleva lo hacen mejor, eso sí además del ruteo, pero con el paso del tiempo no me convenció mucho, además, fue contemporáneo en mi estudio del Korg Trinity y éste sí que era algo mejorado. Tuvo qué irse.
-Roland SRX10 Big Brass Ensemble para Fantom: Ví en internet muchos videos y comentarios alabando su desempeño. Tardé muchos meses en hacerme de una y en ese tiempo soñaba con la calidad en metales que mejorarían sustancialmente en mi Fantom. Cuando llegó, exploré los 100 patches uno a uno y conforme me iba acercando al 100 sentía como que se me iba la vida en cada número hacia delante. De los cien sólo me resultó útil un ensamble de French Horns.
-Roland SRX11 Complete Piano: Es una excelente tarjeta pero sólo si tienes un Fantom de 88 teclas pesadas. Con puros pianos y una tarjeta ocupándo uno de los 4 slots del sinte, es un desperdicio si lo que quieres es una gran paleta de sonidos. Además, cuando la tuve, me dí cuenta que el Piano Acústico del Fantom X es muy bueno y no necesitaba expanción extra.
-M-Audio Keystation Pro: complicado de programar, complicado de trasladar, frágil en extremo, teclas tendientes a descalibrarse, etc. En el papel se veía bien, con todos los potenciómetros, pero cuando lo quise hacer trabajar con un Yamaha Motif Rack me dí cuenta que de programación no sabía nada. Los manuales del controlador no me sirvieron de mucho.
-Kurzweil K2500: Sé que para muchos es una blasfemia poner este sinte aquí, pero en su momento vendí un amadísimo Korg 01/W FD compatible con GM para hacerme de este tanque. Estaba sumamente impresionado con la construcción, con la pantalla luminosa, con tanto conector y potenciómetros. Cuando lo empecé a explorar su sonido no me gustó mucho. Tenía la impresión de que en las octavas centrales sus voces sonaban bien pero hacia los extremos perdían calidad. La cosa empeoró cuando probé un Yamaha Motif 7 que al menos, en los sonidos que buscaba, sonaba mejor.
De Vender:
-Roland XV5050: Ligero y cargado de sonidos. Fue un módulo que me sacó de muchas emergencias tímbricas y que tuve qué vender para acompletar un auto
.
-Roland JV1010: igual que el anterior, pero más ligero y con todos los sonidos del XP-80 más una de las mejors expansiones de la zaga, la Session.
-Trinity Plus: Fue mi sinte de batalla durante años, en él basé mi programación e hice decenas de secuencias. Tuve qué venderlo para completar de pagar un Yamaha Motif ES6. Fue tanto mi dependencia de ese sinte, que tuve qué adquirir un Korg TR-Rack para no sentirme presionado.
-Yamaha Tyros 1: lo compré no muy convencido de hacerlo, pero la marca Technics había dejado de producir arrangers de la serie SX-KN y tenía qué mudarme a Yamaha, Roland o Korg. Cuando lo comencé a explorar me envolvió su sonido y manejo, el HD, la pantalla y la conectividad. Lo vendí para pasarme al Tyros 2, pero por meses lo extrañé.
-Korg 01/W FD: el último que tuve. Lo conseguí usado pero muy cuidado y aparte le dí mantenimiento hasta el último rincón. Incluía una colección de tarjetas ROM y SEQ/PRG y floppy disk con cientos de nuevos Programs y Combis. Estuche duro de aluminio a la medida. Ante la necesidad de hacerme de un Yamaha PSR-S910 para trabajar de solista y un buen comprador por el Korg en paquete completo tuve qué dejarlo ir. Hasta hoy extraño mi Korg, de los pocos que me han gustado de esta marca.
-Yamaha Motif XS6: lo vendí para hacerme del XF6, pero cuando me dí cuenta que el XF necesita Flash Roms para samples, comencé a extrañar el otro. Tuve qué vender un Korg Triton Extreme 76 para comprar un Yamaha Motif XS6 y así poder usar todos los samples que necesito en escenario (el XF se queda en estudio, por eso no le compré las Flash).
1
De comprar??.....quizás Ninguno
De vender??..quizás el miniak....aunque no lo extraño mucho.
Yo me arrepiento mucho de haber comprado el Roland SH-201 nada más que salió por más de 700 euros.
Una de las cosas que he aprendido es a no calentarse cuando hay dinero en los bolsillos y salen nuevos modelos de sientes en el mercado.
1
Este hilo es un peligro teniendo el acceso a mercasonic tan a mano...
Me arrepiento de haber vendido el Casio CZ-5000 también, ahora podría conseguirlo por no mucha tela pero me he quedado sin sitio y el poco que tengo esta para otras gallinas....